El Gobierno nacional autorizó este jueves el trabajo del personal de casas particulares en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de la pandemia. Qué dice y qué oculta el protocolo porteño para la vuelta al trabajo.
Sol Bajar @Sol_Bajar
Jueves 15 de octubre de 2020 23:25
Se vuelve a trabajar en casas particulares de CABA - YouTube
Tras más de 200 días de cuarentena, las trabajadoras de casas particulares fueron habilitadas desde este jueves, por resolución del gobierno nacional, para volver formalmente a la actividad en la Ciudad de Buenos Aires.
La desición, que lleva la firma de la jefatura de gabinete de la Nación, autoriza así, a todas las categorías de la actividad, y ya no sólo a la de "cuidadoras", a volver al trabajo, aunque siempre que la trabajadora -que puede vivir en la Ciudad o en la provincia de Buenos Aires- preste servicios para una sóla empleadora o empleador.
Además, al no ser considerada como una "actividad esencial", quienes trabajen en casas particulares no podrán usar el transporte púbilco y deberán ser las y los empleadores quienes se hagan cargo y garanticen el transporte privado, desde una ubicación a la otra, ida y vuelta.
Pero para poder hacerlo, las trabajadoras tendrán que cumplir un "Protocolo de cuidados básicos para evitar el contagio de covid-19" (ver abajo), elaborado por el gobierno de la Ciudad.
Allí se detallan las medidas de higiene para prevenir el contagio, como parte de las responsabiliodades que recaerán sobre las mujeres que viven de limpiar casas ajenas, y se omiten referencias elementales, como quién deberá asumir los costos de todos los elementos necesarios para la protección personal en el marco de la pandemia, como los tapabocas, los guantes descartables, el alcohol en gel, los elemento de uso personal (como vasos, mate, platos, ropa, toallas, etc), y mucho menos, qué pasará con quienes no están registradas.
Esencialmente...informales
Según datos difundidos por la Unión de Trabajadores Domésticos y Afines (UTDA) a principios de septiembre, el 22.9% de las trabajadoras de casas particulares percibía al inicio de la cuarentena una remuneración mensual inferior a $10.000, el 25,1% de ellas cobraba menos de $ 15.000, el 36,1% menos de $ 20.000, y el 14,4% menos de $30.000. "Es decir que el 98,5 por ciento de las empleadas del hogar percibe salarios inferiores a la Canasta Básica Total", sostiene el informe.
Según el material, publicado en septiembre, desde que comezó el aislamiento social y obligatorio, el 20 de marzo pasado, hubo "una importante cantidad de despidos y suspensiones sin causa justificada o por causas económicas, en especial de las empleadas que trabajan de manera informal, todo ello principalmente como mecanismo patronal tendiente a eludir fraudulentamente el pago de los salarios correspondientes a la licencia con goce de salarios establecida mediante el DNU 297/2020 para las categorías de la actividad que no se encuentran exceptuadas del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO)".
Así, según los cálculos, aproximadamente el 18,5 por ciento de las trabajadoras de casas particulares habría sido despedida en el marco de la cuarentena de modo directo o indirecto , como lo son por ejemplo las renuncias obligadas a cambio de una contraprestación económica, muchísimas veces inferior a las deudas acumuladas durante todo el aislamiento: "unas 277.500 trabajadoras", afirman desde UTDA en una estimación muy superior a la de los organismos oficiales, que registran entre 20 y 25 mil despidos en el último informe del Ministerio de Trabajo sobre evolución del trabajo registrado (SIPA), publicado en agisto.
Las cifras oficiales también indican que en Argentina hay aproximadamente 1.730.000 trabajadoras de casas particulares. Sólo unas 500 mil están registradas, es decir que 1.200.000 no tienen ni derecho a un salario que alcance para llegar a fin de mes, ni a obra social, ni a jubilación, ni a muchos otros derechos básicos, elemetales, como la vivienda.
De acuerdo a las estimaciones de UTDA, durante la pandemia, el 27,7 por ciento de las trabajadoras prestó servicios a pesar de no encontrarse legalmente habilitadas. Al 17,2% de las trabajadoras que están en la 5ª categoría (que equivale a la de "tareas generales") se les modificó fraudulentamente la categoría a la 4ª categoría (que corresponde a los "cuidados de personas") para darles permisos falsos que les permitan circular a pesar del aislamiento obligatorio. Según esas estimaciones, el 49,8% de las trabajadoras de casas particulares no cobró el Ingreso Familiar de Emergencia: "al 44,2% se lo negaron", señalan, y destacan que sólo el 24,8% cobran la Asignación Universal por Hijo y mientras que menos del 14% recibe asistencia alimentaria por parte del Estado.
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