En la municipalidad de Lanús se gastan más de 900 mil pesos mensuales en salarios de 24 funcionarios, mientas se acusa de ñoquis a empleados municipales administrativos que cobran alrededor de 7.700 pesos.
Janos Sedi Boka @janossedi
Miércoles 10 de agosto de 2016 18:01
¿Qué harías con un sueldo de 123 mil pesos? Este es el salario básico del Intendente Néstor Grindetti; 16 veces más que el salario de un empleado administrativo - según el artículo 125° de la Ley Orgánica de las Municipalidades-. Por supuesto que no somos ingenuos y sabemos que mucho más es el dinero reservado en los Panamá Papers.
Un Concejal, que falta a la mayoría de las sesiones, cobra más de 38 mil pesos, o sea, cinco veces más -según el artículo 92° de la Ley Orgánica de las Municipalidades- que el sueldo básico de un empleado administrativo de la categoría inferior, que tiene que presentarse todos los días a su puesto de trabajo. ¿Quién es el ñoqui, entonces, el empleado administrativo o el Concejal? Esto es sin contar los innumerables beneficios, viáticos y coimas de las que eventualmente pueden llegar a gozar el conjunto de los funcionarios políticos municipales, constituyendo así una verdadera casta de privilegiados.
Desde las bancas del PTS en el Frente de Izquierda, el legislador provincial Christian Castillo, el diputado nacional Nicolás del Caño y la diputada nacional Myriam Bregman presentaron ante la Legislatura bonaerense y el Congreso Nacional, respectivamente, proyectos de ley para que los funcionarios y diputados cobren lo mismo que un docente – con 20 años de antigüedad y 36 horas cátedra -. Si termináramos con los privilegios y constituyéramos un municipio barato y a cada cargo ejecutivo se le ofreciera un sueldo, por tareas cumplidas, equivalente a la canasta básica familiar de 16 mil pesos, aproximadamente, y sin viáticos ni demás privilegios, significaría un ahorro mayor a 500 mil pesos por mes. ¡Y serían más de 6 millones de pesos anuales!
Con este dinero se podrían iniciar 1800 becas anuales más para estudiantes universitarios o terciarios u ofrecer un bono significativo de fin de año para todos los empleados municipales. También se podría invertir ese dinero en salud; es conocida la falta de insumos y de personal además de los problemas en infraestructura, tanto en las Unidades Sanitarias como en hospitales de la zona, como el Hospital Vecinal y Hospital Evita. O se podría destinar en obras públicas, para pavimentación de calles, servicio de cloacas, desagües pluviales, etc. De este modo sería un dinero invertido para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo pobre y no para el disfrute de una casta privilegiada que lejos está de sentir esas necesidades.