Este jueves, los trabajadores del Hospital Evita de Lanús nucleados en la Cicop realizaron un abrazo simbólico en reclamo de mejores condiciones laborales y salariales.
Sábado 9 de abril de 2016
De acuerdo al comunicado de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) la medida alcanza también a la falta de insumos y la continuidad de las obras en la maternidad, neonatología y la guardia. Durante la actividad, una de las médicas presentes comentó a La Izquierda Diario: “Nuestras paritarias se abrieron tardíamente y el ofrecimiento fue de un 15% solamente que se rechazó en el momento. Nosotros venimos luchando por eso y por mucho más, por las condiciones en las que se trabaja, por el peligro de cierre del sector de pediatría, se trata del área de la niñez justamente y no queremos que esto suceda acá. Hay mucha demanda de la población, no damos abasto y muchas situaciones terminan en violencia. Exigimos lo que corresponde que es seguir trabajando y atender a la gente en buenas condiciones”.
En el transcurso del acto, los trabajadores de la salud se solidarizaron con los Auxiliares de Educación en lucha que sufrieron importantes descuentos en sus salarios. Además, denunciaron que a los médicos y enfermeros del servicio de guardia se les adeuda parte del salario desde octubre del año pasado, y exigieron que se concluyan obras de infraestructura que involucran a los sectores de Maternidad, Neonatología y Guardia que fueron anunciadas con bombos y platillos bajo la gestión del kirchnerismo con Darío Díaz Pérez a la cabeza de la intendencia del municipio de Lanús.
En los últimos años, se realizaron reiteradas denuncias por las condiciones de insalubridad del nosocomio, por plaga de blatodeos (cucarachas) y también por falta de personal de enfermería e insumos para atender en la Guardia. Asimismo, en marzo de 2015 y por falta de anestesiólogos fueron suspendidas y en consecuencia postergadas casi 500 cirugías.
Actualmente, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, demuestran el mismo desinterés para la salud pública que tuvieron durante los años de gestión kirchnerista, Darío Díaz Pérez y Daniel Scioli. Claramente, esta situación podría cambiar si el gobierno le quita los beneficios económicos que otorga a la salud y educación privadas, a la Iglesia Católica subvencionada por el Estado, a las grandes empresas, como también, si los legisladores, hubieran rechazado el escandaloso pago a los fondos buitre, para que el pueblo trabajador no sea quien pague la desidia de las administraciones nacionales y provinciales que se arrastra desde hace años.