CASTA JUDICIAL. Larvas: jueces y fiscales renuncian antes de que se modifiquen las jubilaciones de privilegio

Hace una semana, Alberto Fernández envió al Congreso un proyecto de ley para modificar las jubilaciones de privilegio de los funcionarios del Poder Judicial y del Servicio Exterior. La iniciativa tuvo lugar como forma de responder al malestar que generó la suspensión de la movilidad jubilatoria, medida que afectó sensiblemente a personas que cobran apenas por encima de la mínima, mientras excluía a quienes cobran bajo estos regímenes especiales.

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Las jubilaciones de privilegio alcanzan a ocho mil personas con haberes que rondan entre los 235.000 y 335.000 pesos mensuales. Es el 3% del total de jubilados y jubiladas que representan un gasto de 25 mil millones de pesos anuales. Según publicó Infobae, serían 10 los jueces que renunciaron entre el martes 18 y este jueves, para poder seguir cobrando las jubilaciones actuales. De acuerdo a otros medios, hasta la tarde de este viernes ya sumarían 17.

Tras conocerse el envío del proyecto, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación. Según entienden, la medida atentaría contra la “independencia” del poder judicial. “Una sanción de este proyecto sin las imprescindibles adecuaciones y precisiones generaría consecuencias negativas y afectarían a la ciudadanía, que requiere un Poder Judicial realmente Independiente como garante de sus derechos”, aseguran.

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“La AMFJN ha solicitado a las autoridades de ambas Cámaras del Congreso Nacional la posibilidad de tomar intervención –como interesados directos- en las sesiones referidas al proyecto de ley, a fin de ilustrar acerca de los presupuestos jurídica y constitucionalmente erróneos sobre los cuales se estaría fundando el proyecto”, sostienen. De acceder, se les estaría dando una posibilidad que el resto de jubiladas y jubiladas -quienes sufren las consecuencias del ajuste y la suspensión de la movilidad- no tuvieron. ¿Alguien convocó a organizaciones y representantes de este sector para debatir los presupuestos sobre los que se manejó el Gobierno, para determinar quién debe ser solidario con quién dentro de la pirámide jubilatoria?

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La Federación Latinoamericana de Magistrados – FLAM, por su parte, también reaccionó y emitió un pronunciamiento en el que recuerda que “los jueces cuentan con varias garantías que refuerzan su estabilidad en el cargo con miras a garantizar la independencia de ellos mismos y del sistema, así como también la apariencia de independencia frente al justiciable y la sociedad” . En Argentina sabemos muy bien que la independencia del poder Judicial, es precisamente eso, mera apariencia o ni siquiera eso.

Las operaciones en favor o en contra de los gobiernos de turno, son cada vez más burdas y evidentes. Se pudo ver muy bien en el último período del gobierno de Macri. Luego de arremeter largamente contra el kirchnerismo y las causas de corrupción que salpicaban a ex funcionarios del gobierno anterior, la Justicia se despachó con varios fallos contrarios a Cambiemos, que tanto se llenó la boca hablando de la república y la independencia de la Justicia que actuaba libremente. Por ese tiempo, el entonces ministro de Justicia, Germán Garavano, salió a decir que parecía que la Corte parecía "opositora".

El kirchnerismo, que ahora habla contra las jubilaciones de privilegio de la casta judicial, gobernó durante 12 años sin tocar este esquema, ni sus prebendas. Los jueces siguen teniendo además cargos vitalicios, no son revocables. Están totalmente alejados de las condiciones de vida de las grandes mayorías y blindados con todo tipo de argumento como este de la "intangibilidad" que ningún gobierno ha cuestionado.

El artículo 110 de la Constitución Nacional establece que la compensación salarial que perciben los jueces de los tribunales de la Nación, no puede ser disminuida en manera alguna mientras permanezcan en funciones. La Corte Suprema, obviamente ha ratificado esto en diversos fallos. Se supone que de esta manera se evitaría que los otros poderes puedan, por medio de maniobras salariales, afectar esa independencia.

La casta judicial, claramente, tiene bien montado todo un teatro con el verso de la independencia, para garantizarse sus propios privilegios.

Quienes ya presentaron su renuncia para asegurárselos son: