“Sucesor de Cerca de las Nubes” y el disco en vivo “5x5” fueron grabados en la localidad de Nono, en las Sierras Cordobesas. Producido por Sebastián Schactel y Germán Daffunchio, con la colaboración de Mariano Bilinkis.
Jueves 28 de abril de 2016
El disco número once de la banda, el tercero después del alejamiento y posterior muerte del “Bocha” Sokol tiene un sonido renovado y fresco. Es más rockero que el anterior y cuenta con un trabajo muy cuidado tanto desde el sonido como de la producción.
La portada continúa al disco anterior desde la estética por su semejanza: un paisaje serrano que aparenta ser una estampa de xilografía con el título del disco y el nombre de la banda en el centro de la tapa. En este caso, cuenta con un paisaje nocturno donde predominan los azules, se ve una luna oscura, algunas estrellas, la orilla de un lago y algo de vegetación.
Sus dos primeros videos de difusión y dos canciones de amor son bien diferentes entre sí. Uno de ellos es “El amor hace falta”, que arranca con un riff que recuerda un poco a Pescado Rabioso. El tema más hard rock del disco, donde vemos a la banda tocando en vivo.
“Víctimas del cielo” es una canción de amor existencialista redonda, con dos guitarras que remiten en algo al sonido de John Frusciante, ex guitarrista de Red Hot Chili Peppers, con riffs demoledores que flotan sobre complejos colchones de sintetizadores.
Este video es más atractivo por la animación inicial que nos lleva a caminar junto a Daffunchio al interior del paisaje que vemos en la portada del disco, con una interpretación vocal visceral, emocional y honesta, dando vida a esta canción de amor que se sale de los clichés del género y que cala hondo.
Las canciones están repartidas entre baladas y canciones rockeras de manera bastante equilibrada, dejando de lado las que criticaban a las castas políticas que se enriquecen y sólo se benefician a sí mismos que aparecían en los discos anteriores.
Ante un panorama bastante chato en el actual Rock Nacional este disco sobresale casi sin esfuerzo tanto por lo cuidado del sonido, la calidad de los arreglos, o sea por el profesionalismo, y con el corazón que se ha hecho esta placa.
Según los músicos "este disco es una especie de resistencia musical ante tanta mediocridad".
Muchos temas apuntan a ser un nuevos clásicos para estadios, de esos donde el público baila, tararea los riffs y corea los estribillos, experiencia embriagante que seguramente los seguidores de la banda estarán esperando con grandes ansias para poder brindar por nada junto a Las Pelotas.