Docentes de ambas escuelas se reunieron con la Unidad Ejecutora Provincial. Llevan entre 2 y 3 años esperando que concluyan obras que garantizarían una parte indispensable del derecho a la educación.
Lunes 5 de septiembre de 2016 10:44
El pasado jueves, docentes de las escuelas medias N°37 y N°46 de Berazategui nos reunimos con Osvaldo Bogado, coordinador de relaciones institucionales de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) para discutir una problemática frecuente, la pérdida de días de clases por problemas edilicios.
La necesidad es urgente, los docentes, alumnos y padres estas escuelas llevan entre 2 y 3 años esperando la finalización de las obras necesarias para garantizar una parte indispensable del derecho a la educación. En la escuela 37 se han perdido casi la mitad de los días de clase. Hoy el edificio está casi terminado, pero al no obtener una habilitación parcial se continúa dictando clases en espacios prestados.
La escuela 46, ubicada en El Pato, lleva 3 años esperando que se finalice la ampliación del edificio. El proyecto de ampliación surge en el año 2013, cuando se urbaniza una zona cercana. En poco tiempo 365 familias poblaron el nuevo barrio con un problema, no tiene escuela.
Compromisos y “buenas intenciones”
Al día de hoy no hay fechas de habilitación ni de “habilitación parcial”. Según lo dicho por el coordinador la UEP no estaría en condiciones de gestionar las obras en el establecimiento ubicado en El Pato, ni de acelerar la terminación de las aulas que posibilitaría el dictado regular de las clases, porque en este momento la entidad se encuentra sin director que destrabe el impasse administrativo.
Para la escuela 37 el panorama es similar, en este caso lo que está retrasado es la instalación del gas y el pedido del suministro definitivo de luz a Edesur. Sin su instalación efectiva no es posible habilitar el edificio. Además, queda pendiente la terminación a cargo de la empresa Espacio 3.
Una vez más, la respuesta fue el compromiso de reunirse con la empresa Espacio 3 y con la Dirección Provincial de Infraestructura para discutir la posibilidad de suspender temporalmente la obra hasta el mes de noviembre, a fin de habilitar parcialmente la escuela.
Quienes estudian y trabajan en estas condiciones, como pudo verse en las protestas del miércoles pasado, no pueden vivir de “buenas intenciones” y no están dispuestos a seguir esperando.