Las masivas movilizaciones en todo Chile, que cuestionan de manera profunda el régimen heredado de la dictadura, piden cada vez más fuerte la cabeza de Piñera. Sin embargo la política de los dos principales partidos de izquierda podría estar a punto de salvarlo.
Jueves 24 de octubre de 2019 16:07
Chile vive una crisis política y social que cuestiona profundamente al régimen heredado de la dictadura pinochetista. Tras una semana de protestas y una represión brutal, las masivas movilizaciones piden cada vez más fuerza la caída del presidente Sebastian Piñera. El llamado a huelga general para este miércoles y jueves desde sectores estratégicos de la clase trabajadora y las movilizaciones muestran el camino para derrotar al Gobierno y al régimen, pero se topan con límites: la política y estrategia de los principales partidos de izquierda que dirigen las principales organizaciones obreras, estudiantiles y movimientos sociales, y que hoy podrían jugar un rol clave en salvar a Piñera.
Este miércoles 23 de octubre se desarrolló la jornada de movilización más masiva de estos últimos días, en el marco del primer día de huelga general. Más de un millón de personas salieron a las calles en todo el país, rechazando la represión y el Estado de Emergencia, y los anuncios realizados por el Gobierno de Piñera durante la noche anterior. Nadie quedó conforme con las migajas que ofreció el presidente y que perpetúan el podrido régimen heredado de la dictadura y mantienen cada uno de los negocios empresariales que juegan con la vida del pueblo trabajador, sectores populares, mujeres y juventud. Más de un millón de personas gritaron en las calles "fuera Piñera", sumado a que el hashtag #RenunciaPiñera se ha mantenido como "tendencia" en Twitter todos estos días.
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En un mundo paralelo, y al mismo tiempo que cientos de miles se encontraban en las calles desafiando al Gobierno y la represión de militares y Carabineros, en el Congreso se realizaba una sesión especial en la Cámara de Diputados, donde la derecha de Piñera y la ex Concertación (partidos de centro y centroizquierda que cogobernaron durante 30 años desde el fin de la dictadura) han fraguado una maniobra y una trampa para discutir medidas sociales demagógicas y mínimas que no tocan la herencia neoliberal de la dictadura, y que tiene por objetivo desviar las luchas a los salones del parlamento plagado de políticos millonarios.
Adaptados a los ritmos del régimen y sus instituciones, las y los parlamentarios del Frente Amplio (FA) y del Partido Comunista (PC) eligieron participar de la sesión, “para que las instancias legislativas siguieran su curso”, en vez de estar en las calles, agitando con más fuerza el llamado a huelga general hasta que caiga el gobierno de Piñera y el Estado de Emergencia, y enfrentando la represión policial y militar junto a los cientos de miles de manifestantes. Pero, esta ubicación política no es casual, sino que responde a la estrategia que ya más claramente se expresa en los planteamientos que proponen desde estas organizaciones. Incluso, hablaban de “huelga legislativa” y legitimaron estas escandalosas sesiones con un país militarizado. Cualquier demócrata consecuente no solo debe denunciar, sino rechazar estas maniobras sin darle ninguna legitimidad a este engaño parlamentario, y desarrollar la lucha y la huelga general que es donde se juega el destino del país.
La trampa institucional del “diálogo social” con el gobierno. ¡Ninguna confianza en el Parlamento!
Durante este miércoles 23 el Partido Comunista emitió una declaración donde plantean sus claves políticas para el momento. Aluden a que el Gobierno de Piñera no escucha a las organizaciones sociales y ciudadanas y, específicamente, se refieren a la “Mesa de la Unidad Social”, compuesta por organismos -en su mayoría dirigidos por el PC y el FA- como la CUT (central obrera), Colegio de Profesores, Confech (estudiantes), Coordinadora No + AFP (contra la jubilación privada), Confusam (salud), CONES (secundarios), la Federación de Trabajadores del Cobre, entre otras.
“El único espacio de diálogo legítimo y democrático, es el que considere, en igualdad de condiciones, a la MESA DE LA UNIDAD SOCIAL. El gobierno debe terminar con la exclusión que trata de imponer”, afirman en su declaración, donde exigen participar de las negociaciones, diálogos y acuerdos que el Gobierno ya viene tramando con los partidos de la vieja Concertación (Democracia Cristiana, Partido Radical y Partido por la Democracia), como vía institucional para salvar la cabeza de Piñera y al régimen heredado de la dictadura.
Acto seguido señalan en su declaración que “Piñera debe responder. Él y su gobierno son los responsables de esta crisis. Impulsamos una acusación constitucional por severo abandono del Estado de derecho, con consecuencias graves para la sociedad y la democracia”.
La estrategia del Partido Comunista pidiendo el diálogo, es legitimar a este gobierno asesino que llama a la negociación mientras carga muertos en su espalda.
Mientras millones en las calles gritan "fuera Piñera", siendo un gran clamor popular, el PC abandona esta pelea o la deja como algo completamente testimonial para entrar a un diálogo completamente estéril, mientras continúan los militares en las calles. Hay que decir claramente ¡No a este diálogo social!
Su estrategia es poder integrar “el pacto social” que impulsan los partidos del régimen para salvarse de esta crisis, los que intentan, a través de pequeñas reformas, no perderlo todo y sacar al pueblo trabajador, mujeres, pobladores y juventud de las calles. Ya lo dijeron desde la “Mesa de la Unidad Social” hace cuatro días, al convocar a la huelga: “Las organizaciones presentes, manifestamos nuestra decisión de convocar a una gran Huelga General que vacíe las calles del país”. La apuesta del PC no es convocar a una huelga general para que batallones de la clase trabajadora pasen a la delantera, ni menos impulsar la autoorganización a través de coordinadoras y asambleas de trabajadores, estudiantes y jóvenes, para que con esta fuerza y organización se voltee al gobierno y a este régimen; sino que impulsan la “huelga general” para presionar y estar en mejores condiciones “que permitan iniciar de manera real, un diálogo social y político”, tal como plantean en sus declaraciones.
Por su parte, las organizaciones políticas del Frente Amplio -que irrumpió en la escena nacional afirmando ser una “alternativa al duopolio” de este podrido régimen-, este miércoles, decidieron impulsar la exigencia de renuncia del ministro del Interior y mano derecha de Piñera, Andrés Chadwick, y le “advirtieron” que de no hacerlo, “presentarían una acusación constitucional”.
“El ministro abandonó sus deberes y, por lo tanto, debe renunciar”, manifestó Gonzalo Winter, diputado de Convergencia Social (parte del FA), refiriéndose al pinochetista Chadwick; la diputada y presidenta de Revolución Democrática (también parte del FA), Catalina Pérez, aseguró en su cuenta de Twitter que no ve “la posibilidad de que usted, Andrés Chadwick, conduzca el gabinete de un Gobierno que reconstruya el diálogo democrático”; y Gael Yeomans, presidenta de Convergencia Social, afirmó que los hechos de violencia y represión “tienen una responsabilidad política y creemos que hoy tiene que ser asumida por el gobierno y en este caso, y en particular, debido a la acción que tiene el ministro del Interior en esta materia, venimos a exigir como Convergencia Social la renuncia del ministro Chadwick”.
Esta política está completamente por detrás de los acontecimientos por los que luchan millones y no es mas que una trampa “por izquierda” para desviar nuestra pelea. Ni siquiera es “renuncia Piñera” que también lo piden millones, sino su ministro. Tanto el PC como el FA apuestan sus fichas en la estrategia institucional de la acusación contra Chadwick y Piñera. Pero ¿qué significaría esto en concreto, en caso de realizarse? Implicaría que una instancia como el Senado -compuesto en su mayoría por miembros de Chile Vamos (coalición derechista de Piñera) y de partidos de la vieja Concertación, como la DC, votase a favor de voltear a Chadwick, o al propio presidente; implicaría que una medida así prospere en diputados. ¿Acaso será el Senado compuesto por esos partidos mayoritarios el que haga caer a Piñera y a su mano derecha? ¿O los diputados que incluso rechazaron la acusación contra Cubillos? ¡No podemos confiar en las trampas del Parlamento! ¡Tenemos que confiar en la fuerza demostrada por millones en las calles!
Con la fuerza de millones organicemos una gran huelga general activa hasta que caiga Piñera y este régimen heredado de la dictadura
La enorme fuerza de millones en las calles demuestra que con organización y movilización podemos hacer caer al gobierno de Piñera y a todo este cuestionado régimen. Ya existen ejemplos de autoorganización en sectores de la clase trabajadora, junto a estudiantes, jóvenes y mujeres.
Lo vemos en Antofagasta con el Comité de Emergencia y Resguardo impulsado desde el comunal del Colegio de Profesores, y que viene cumpliendo el rol de articulador con otros sectores de trabajadores como los portuarios, funcionarios públicos y mineros, sumando a estudiantes de la Universidad de Antofagasta, que se han movilizado en común en la ciudad minera y levantado asambleas de coordinación; lo vemos en el ejemplo de los trabajadores de la salud del Hospital Barros Luco, que junto a estudiantes, trabajadores de otros sectores y estudiantes vienen realizando asambleas en su territorio, preparando la huelga general, y que este miércoles marcharon en conjunto por Plaza Italia en el centro de Santiago, bajo el grito de “fuera Piñera”. Otro ejemplo de articulación es lo impulsado desde el Sindicato GAM, que junto a otros sindicatos de la cultura, estudiantes y jóvenes, levantaron el “Cordón Territorial Santiago Centro”, que el reciente martes levantó una asamblea donde definieron impulsar el llamado a huelga general hasta que caiga Piñera y el Estado de Emergencia, y la política de emergencia de Asamblea Constituyente libre y soberana basada en la movilización, además de impulsar la creación de nuevos “cordones territoriales” para la organización en todos los espacios; y también se muestra en Valparaíso, donde el martes también se realizó una masiva asamblea entre trabajadores y estudiantes, en la Universidad de Playa Ancha, con el propósito de conformar un amplio comité para la lucha, que coordine las distintas iniciativas de autoorganización, entre otros ejemplos.
Estos ejemplos de coordinación entre sectores y de autoorganización muestran el camino a seguir para impulsar una gran huelga general activa y continua, que haga real la caída del Gobierno de Piñera y de este régimen. Los organismos sindicales y estudiantiles deben poner sus tribunas y fuerza a disposición de impulsar estos espacios, para que se siga fortaleciendo la fuerza demostrada en las calles por millones de trabajadores, mujeres, estudiantes, jóvenes y pobladores
La única vía seria para conquistar cada una de las demandas exigidas por la población, como poner fin a las AFP y tener pensiones dignas; un sueldo equivalente a la canasta familiar; conquistar la reducción de la jornada laboral sin que perjudique a la clase trabajadora y beneficie a los empresarios; tener educación, salud y vivienda para toda la población; conquistar un transporte estatal y gestionado por sus trabajadores y usuarios, entre otras reivindicaciones, es volteando al gobierno empresarial de Piñera y a todo este régimen heredado de la dictadura.
Quienes nos reivindicamos socialistas revolucionarios apostamos por un gobierno obrero de ruptura con este sistema capitalista. Sabemos que esta perspectiva no es compartida en estos momentos por la mayoría, y que el gobierno de Piñera y el régimen buscarán a toda costa desviar la lucha y salvar su pellejo, por eso proponemos como medida de emergencia democrática una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, instaurada a partir de la caída del gobierno y de las instituciones del régimen neo-pinochetista. Una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que decida todas las medidas sin ninguna restricción de ningún tipo y sin ningún otro poder que la limite, para que sea el pueblo trabajador, los sectores populares y la juventud quienes decidan cómo responder ante esta crisis y cómo resolver las problemáticas democráticas y estructurales que aquejan a las grandes mayorías.
Sabemos que los grandes poderes y los empresarios defenderán con uñas y garras sus intereses y se opondrán a las medidas que tome una instancia así, por eso es vital constituir asambleas, coordinadoras y comités desde donde surjan las fuerzas para enfrentar la resistencia empresarial y de este régimen, que abra el camino para la lucha por un gobierno de las y los trabajadores en ruptura con los capitalistas, como única vía seria para lograr de manera íntegra nuestras aspiraciones sociales y democráticas.