Los sindicatos han convocado huelga en la teleoperadora sevillana Konecta para todos los lunes de enero desde el día 11, ante la imposición de la empresa de la vuelta al trabajo presencial que se estaba realizando por teletrabajo debido a razones sanitarias.
Martes 5 de enero de 2021
La convocatoria de huelga todos los lunes de enero desde el día 11 en la teleoperadora sevillana Konecta tiene el objetivo de hacer frente a la "imposición forzosa del trabajo presencial del personal que hasta el momento desarrollaba su actividad en teletrabajo como medida de protección frente a la covid-19", como han apuntado los sindicatos. Entre los convocantes se encuentran CGT, CCOO, UGT, USO, SAT, CSIF, FASGA, CSI, Solidaridad Obrera y Sindicalistas de Base.
El comunicado de los sindicatos denuncia que la decisión de Konecta es "innecesaria puesto que los servicios se han prestado con total normalidad de forma telemática y podrían seguir de la misma forma, como en el resto de empresas del sector". Por su parte Konecta dejo claro que "le resultaba indiferente la opinión de los sindicatos y de las trabajadoras, y seguiría con los planes que tenía previstos", esto al mismo tiempo que las empresas clientes de la empresa teleoperadora "publicitan que para proteger la salud de sus trabajadores están desarrollando la atención en teletrabajo".
Konecta presta servicios a empresas privadas como el Banco Santander, Openbank, Bankia, Vodafone, Orange, Iberdrola, Naturgy o Mutua; pero también a organismos públicos como la Agencia Tributaria o la Tesorería General de la Seguridad Social.
La imposición de volver a los “call centers” es vista por los sindicatos como una irresponsabilidad en la que "debería intervenir el Ministerio de Sanidad y las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas, cuando ha quedado acreditado que el virus se transmite por aerosoles, y la actividad de la jornada en los centros de atención telefónica se desarrolla en oficinas cerradas con decenas y centenares de personas hablando durante horas en salas diáfanas".
El sector de las teleoperadoras, que representa más de 100.000 empleos en todo el Estado, ya fue motivo de polémica cuando al principio de la pandemia seguían trabajando cientos de trabajadoras en los “call centers” sin distancias de seguridad ni medios sanitarios, compartiendo varias personas los mismos materiales de trabajo. Esta falta de garantías de unas condiciones de trabajo seguras por parte de las empresas hizo que el trabajo telemático se volviera una necesidad y es lo que ahora Konecta quiere revertir.
De esta manera, el teletrabajo puede ser una alternativa más segura en un contexto en el que muchas empresas no están garantizando unas condiciones sanitarias de trabajo apropiadas, incluso puede ser una mejor forma de conciliación del trabajo y la vida personal. Pero es preciso denunciar la responsabilidad empresarial cuando no se garantiza una presencialidad segura y, sin perder de vista tampoco, que el teletrabajo puede ser la antesala de rebajas salariales y otros importantes ataques laborales.