Ayer un grupo de trabajadoras del Hospital 12 de octubre de Madrid se volvieron a concentrar. El objetivo no era nuevo, llevan todo el verano peleando porque la dirección del centro permita la conciliación, algo que en el último tiempo se ha convertido un imposible para quienes trabajan en este hospital.
Viernes 6 de septiembre
La conciliación para las trabajadoras y trabajadores del Hospital 12 de octubre es ya imposible. Desde hace un tiempo se vienen denegado algunas medidas que antes facilitaban conciliar sus trabajos con la vida personal y familiar. Por ejemplo, en mayo del 2020 en plena pandemia la Consejería de Sanidad aprobó una instrucción por la cual se denegaba cualquier tipo de excedencia o permiso sin sueldo. Así, lo que parecía una medida excepcional en el contexto de la pandemia, ha supuesto un recorte en derechos permanente para las y los trabajadores de la sanidad pública madrileña. Por otro lado, las reducciones de jornada, que hasta el año pasado se podían pedir a días completos (se elimina el 50% del sueldo, teniendo que ir a trabajar el 50% de los días), y que eran una manera de poder conciliar a pesar de la pérdida de salario, ahora tampoco están permitidas. Como denunciaba una de las trabajadoras en una entrevista “Esta medida también se nos ha denegado este año, pidiendo que vayamos a trabajar el 100% de los días, pero únicamente la mitad de la jornada.” Esto impide cualquier tipo de conciliación, algo que, en épocas del año como el verano se convierte en una cuestión vital.
Te puede interesar esta entrevista: Trabajadora del Hospital 12 de Octubre: “Estamos desamparadas en cuanto a nuestra conciliación familiar y no lo vamos a permitir”.
Las trabajadoras del Hospital 12 de octubre de Madrid se vuelven a concentrar. Llevan todo el verano peleando porque la dirección del centro permita la conciliación, algo que en el último tiempo se ha convertido en imposible. Denuncian además que la falta de conciliación se… pic.twitter.com/ORCxoCjoso
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) September 6, 2024
Las trabajadoras también quisieron trasmitir a la dirección del hospital sus exigencias, pero lamentablemente ayer la gerente del hospital “estaba reunida” y no tuvo tiempo para escuchar personalmente a estas trabajadoras que se concentraban con sus niños. La gerente habría tenido que considerar el tiempo de estas mujeres, en su mayoría enfermeras y auxiliares, muy valioso por cierto, para quienes cada minuto del día es medido y exprimido para llegar de un lado a otro en el encaje de bolillos que es su día a día. Sin embargo, estas mujeres no iban a quedarse con la palabra en la boca y exigieron ser recibidas, en este caso finalmente por el director de recursos humanos. Y expusieron sus demandas...
Reducción de las jornadas en turnos completos, elección de turno y escuela en el centro
Las trabajadoras tienen claro que quieren volver a poder elegir ellas mismas la manera en que aplicar su reducción de jornada. Ellas conocen sus vidas y ellas quieren organizar su tiempo. Por ello exigen poder tener la posibilidad de reducir su jornada en turnos completos como hasta ahora y no entienden por qué ahora el hospital no lo permite. Así lo exigieron al director de recursos humanos, “vamos en serio y queremos compromisos”. También quieren garantías de que podrán elegir su jornada algo que también es un requisito para la conciliación ya que como denunciaba una de las trabajadoras “los turnos de tarde no son compatibles con la conciliación para quienes tenemos hijos”. Pero no solo hablaron de medidas que afectan a la organización de la jornada, también exigen la apertura de una escuela en el hospital.
Escuela en el hospital para niños de todas las edades
La solución para estas trabajadoras es fácil y pasa por otra medida que junto a la posibilidad de organizar sus jornadas solucionaría en garn parte el problema de la conciliación: la instalación de una escuela en el hospital para que las y los trabajadores puedan llevar a sus hijos en su horario laboral. Esto se ha convertido en el principal reclamo en el 12 de octubre este verano.
Como explicaban en su queja al director de recursos humanos “muchas trabajadoras hemos hecho verdaderos malabares este verano para poder cuidar a nuestros hijos y mayores”. Por ello exigen la apertura de una escuela en el 12 de octubre para que las y los trabajadores puedan llevar a sus hijos ahí mientras trabajan. Y exigen compromisos, por eso advierten al director que “no queremos que esto vuelva a pasar el próximo verano.”
Que haya una escuela en un centro de trabajo no debería parecernos raro como explicaban las trabajadoras al director de recursos humanos. Un ejemplo es el Hospital Clínico San Carlos de Madrid que cuenta con una escuela infantil propia. Las y los trabajadores del San Carlos pueden llevar a sus hijas e hijos al centro con muchas facilidades, desde un horario flexible para la entrada y salida que se ajusta a sus horarios laborales como un reducido coste dado que es gestionada directamente por el hospital. Existen otros ejemplos de hospitales que cuentan con sus propias escuela pero en estos casos son gestionadas por empresas privadas y, como explicaban las trabajadoras, “nosotras no queremos que el dinero se vaya a ninguna empresa privada”. Además, en el caso del Hospital San Carlos la escuela acoge a niños entre 0 y 3 años, sin embargo las trabajadoras del 12 de octubre van más allá y pelean por una escuela en la que los niños puedan acceder hasta una edad mayor, al menos en verano, ya que como denunciaban “un niño de 6 años tampoco se cuida solo”.
La falta de conciliación es un ejemplo más de la precariedad y los ataques que sufren las y los trabajadores de la sanidad pública. La dirección del hospital habla de que por la falta de enfermeras no se pueden tomar medidas de conciliación porque no existe personal suficiente para cubrir esas reducciones. Sin embargo, lo que la Comunidad de Madrid y las direcciones de los centros utilizan como excusa para impedir medidas de conciliación, las trabajadoras lo ven como parte de un mismo problema: la precariedad. Como denuncian “no hay enfermeras, pero para a decir verdad esto es así porque las condiciones laborales son lamentables y muchas prefieren trabajar en otros lugares o buscar otra profesión”. Así la solución no pasa por recortar derechos sino por seguir peleando por unas mejores condiciones laborales que, a su vez, permitan elevar la calidad de un servicio que viene siendo destrozado en beneficio de las empresas privadas y el lobby sanitario. En ello están las trabajadoras del 12 de octubre...
Te puede interesar: Arranca el verano y vuelve el caos a la sanidad ¿Qué hay detrás de la falta de enfermeras?