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Red Internacional
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Ambiente. Las venas contaminadas del Río de La Plata.

Desde el Riachuelo hacia La Plata hay varios canales y arroyos que desembocan al Río de la Plata que tienen la misma problemática: contaminación por Residuos Sólidos Urbanos (RSU) flotantes e hidrocarburos que terminan en el río de La Plata. Las grandes empresas contaminantes y el municipio son las responsables de convertir a la región en zona de sacrificio.

Jueves 29 de junio de 2023 23:12

Desde el Riachuelo hacia La Plata hay varios canales y arroyos que desembocan al Río de la Plata que tienen la misma problemática: contaminación por Residuos Sólidos Urbanos (RSU) flotantes e hidrocarburos que terminan en el río de La Plata. Las grandes empresas contaminantes y el municipio son las responsables de convertir a la región en zona de sacrificio.

La zona de Sarandí y Berazategui está muy afectada por este tipo de residuo. Sucede lo mismo en Boca Cerrada: a simple vista las playas se ven limpias porque los juncos ocultan la basura, pero a medida que te internas un poco se puede encontrar una infinidad de plástico. Esto se pone de manifiesto a la vista de todos cuando hay sudestada.

Hoy en día, sacando el Riachuelo que está regulado por la ACUMAR, ente al que el Estado le otorga grandes sumas de dinero e igual autoriza a que se viertan sustancias tóxicas que generan que 1 de cada 4 niños tengan plomo en sangre, el resto de los canales de arroyo siquiera tienen algún tipo de limpieza o supervisión.

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Algunos arroyos como La Piedra, que es uno de los más complejos que hay en la zona de Quilmes, figuran cooperativas a cargo del saneamiento, las cuales no tienen ningún tipo de herramientas para poder frenar el avance plástico.

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Con respecto al Arroyo el Gato hay denuncias a la papelera que está en Ringuelet por contaminación pero además, gran parte de la contaminación del arroyo del Gato la produce el mismo ABSA con desechos cloacales ya que todo desemboca ahí.

Ya hace varios años que en los veranos aparecen cianobacterias y eso es ni más ni menos que falta de oxígeno y presencia de materia orgánica.

El municipio de Ensenada está en un conflicto con La Plata y de hecho, el Arroyo del Gato está judicializado porque el RSU generado por la ciudad de La Plata baja hacia Ensenada. En el litigio también está ABSA por no cumplir con las normas cloacales, y en un tercer lugar está Hidráulica de la provincia de Buenos Aires. Ambos municipios se echan culpas pero la situación muestra que no hay grieta entre Julio Garro (Juntos) y Mario Secco (Frente de Todos) en este tema y ninguno invierte realmente ni le preocupa la situación.

En la mayoría de los arroyos en donde el gobierno de la provincia desarrolla alguna limpieza se hace por intermedio de cooperativas. Sin embargo, las herramientas son nulas, no tienen materiales ni maquinarias para poder abordar esa problemática y menos dar una solución.

Los trabajadores no tienen más opción que limpiar los bordes de los arroyos ya que no tienen otra posibilidad, porque los envían sin formación, que debería ser garantizada por el Estado, y en un estado de total precarización. Por dar un ejemplo, en Ensenada el intendente Mario Secco hasta no hace mucho tiempo cobraba 14 veces más que un municipal, situación que no se ha modificado.

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Existen muchas viviendas que están al margen de los arroyos y los desechos cloacales desembocan ahí. La única manera de poner un freno al problema del RSU (según la ONG Vidas Silvestre existe un 80% de plásticos en la costa bonaerense) y los distintos agentes contaminantes que terminan en los arroyos y ríos, como hidrocarburos o agrotóxicos, que perjudican la salud de miles de personas que viven expuestos a esta contaminación, es organizarse contra las grandes empresas contaminantes que vierten sus desechos en los canales y arroyos. Además de denunciar la complicidad de los gobiernos y organismos de control.

Para esto es necesario unir fuerzas junto a vecinos, ambientalistas, trabajadores y exigir un presupuesto acorde al estado crítico de los arroyos y canales para su regeneración, dinero que podría salir del impuesto progresivo a las grandes empresas que contaminaron todos estos años el agua, el aire y el suelo, además de afectar la salud de todos.

Plenos derechos a los trabajadores municipales y la creación de nuevos puestos de trabajos con un salario igual a la canasta familiar y la formación necesaria para estas tareas, además de la reducción de la jornada laboral que permitiría contrarrestar la exposición a este trabajo insalubre, mejorar la salud de todos, y hasta destinar tiempo al ocio y la recreación de los trabajadores para disfrutar de los humedales urbanos, entre ellos arroyos y canales.

Para esto también se necesita desarrollar maquinarias y herramientas acordes para sanear realmente los arroyos, con conocimientos que pueden salir de las Universidades y el aporte de la ciencia, puestas al servicio de las necesidades y no del lucro de unos pocos.