Segundo round. Ley Ómnibus: el Gobierno recibió a gobernadores de JxC, pero siguen las negociaciones y la incertidumbre

"Acuerdo", "apoyo", "reunión positiva". Todo tipo de definiciones salieron desde el entorno oficial para calificar a la reunión en la que participaron los gobernadores de Juntos por el Cambio en el salón Eva Perón de la Casa Rosada. La idea del gobierno es mostrar la posibilidad de llegar finalmente a un punto de encuentro para que los legisladores que responden a los mandatarios provinciales acompañen los proyectos que se enviarán al Congreso. Pero a juzgar por las reservas que los colaboracionistas a la hora de realizar declaraciones, todavía nada está cerrado.

Desde las 14:30 los gobernadores fueron ingresando a Balcarce 50. Fueron parte del encuentro Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdes (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Leandro Zdero (Chaco) y Clara Muzzio, la vicejefa de la ciudad de Buenos Aires ya que Jorge Macri tenía una reunión a la misma hora con el ministro Luis Caputo por los fondos de la coparticipación. Por parte del gobierno participaron el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete Nicolás Posse, entre otros.

Al salir de la reunión, Francos aseguró: "Hemos arribado a un acuerdo con los gobernadores presentes, que se comprometieron a apoyar ambos proyectos (la Ley Bases y del paquete fiscal)". Por parte de los mandatarios, si bien mostraron voluntad de acompañar al oficialismo, fueron un poco más cautelosos a la hora de referirse a la negociación. "Tenemos algunas diferencias en el tema de Ganancias y sobre las cajas de jubilaciones" señaló Pullaro, quien había hablado con la prensa antes de ingresar a la reunión para señalar la deuda que Nación mantiene con su provincia. Son alrededor de 600, 700 mil millones que le está debiendo el gobierno del Estado Nacional a mi provincia, a la provincia de Santa Fe", remarcó.

Ganancias, obras y deudas previsionales

Si bien el gobierno parece haber tomado nota de la derrota parlamentaria que sufrió en febrero con la ley ómnibus y busca no repetir los mismos errores, se apura a adelantar un acuerdo que todavía no está sellado. A nadie se le escapa que los gobernadores de Juntos por el Cambio tienen toda una gran predisposición para colaborar en los planes de ajuste, pero aún así todavía hay detalles que no cierran.

El principal escollo de la negociación parece ser el debate en torno al Impuesto a las Ganancias, que los gobernadores piden que tenga un piso más alto para restituirse. Sin embargo, tampoco parece ser el único ya que el tema de las obras públicas vuelve a entrar en escena. "El Gobierno quiere llegar al equilibrio fiscal, que todos lo celebramos, pero hay que atender obras, como puertos y rutas para generar divisas. Trajimos una propuesta: que Chubut se haga cargo de obras nacionales, como la 3, que está en malas condiciones, y que Nación se comprometa a reconocer esa deuda", señaló Ignacio Torres. Además, las deudas con las cajas previsionales suman un tercer obstáculo en las conversaciones, que estuvieron en el centro de la polémica tras la publicación del DNU con la nueva fórmula jubilatoria. Sin embargo, el mismo Torres señaló que "va por distintos caminos a la negociación por la ley ómnibus", la cual estimó que "hay grandes posibilidades que salga".

Sin Kicillof, Llaryora y Zilioto

La reunión solo incluyó a las 10 provincias que responden a Juntos por el Cambio, dejando afuera a los gobernadores que plantearon más críticas públicamente hacia el ejecutivo. En el oficialismo aseguran que para aprobar la nueva ley ómnibus "alcanza con el respaldo de los diez gobernadores de JxC", pero el peso de dejar afuera a algunos nombres importantes afuera del acuerdo puede sumar más ruido del que ya existe. Solo basta recordar que el peronista cordobés fue uno de los más entusiastas tras la finalización del discurso de apertura de las Sesiones Ordinarias que dio Milei y la convocatoria al Pacto de Mayo, mostrándose dispuesto a participar y colaborar.

Un gobierno débil y con varios frentes abiertos: se pueden enfrentar sus ataques

El encuentro de esta tarde muestra las intenciones del Gobierno y de los gobernadores de Juntos por el Cambio para avanzar en nuevos ataques. Pullaro insistió en "colaborar con un gobierno que está comenzando" y darle "las herramientas necesarias".

Luego de tres meses desde su asunción, el oficialismo ha dejado en claro que se propone seguir avanzando a través de la motosierra y la licuadora contra los trabajadores y los sectores populares. Y también ha quedado en claro que, para llevar adelante sus planes, el oficialismo tiene muchas más contradicciones de las que pretende admitir. La derrota de la Ley Ómnibus primero y del DNU en el Senado después, los cortocircuitos con los "colaboracionistas" mostraron su debilidad por arriba. Los distintos conflictos que en las últimas semanas empezaron a cobrar mayor volúmen, como el de los estatales nacionales y el de los docentes, que realizaron una importante jornada de lucha con el paro de este jueves y la movilización en Congreso, muestran que por abajo hay predisposición y fuerzas para enfrentar los ataques. Si hasta ahora no se han desatado mayores fuerzas en las calles y en los lugares de trabajo contra el plan de Milei es por el rol absolutamente cómplice que vienen jugando las centrales sindicales, que no solo no llaman a medidas para unificar las peleas sino que negocian una reforma laboral por atrás, a espaldas de todos los trabajadores.

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La lucha contra los despidos, por los salarios, en defensa de la salud y la educación pública, por la recomposición de las jubilaciones, son solo algunos de los reclamos que hoy están sobre la mesa y que se unifican podrían darle un duro golpe a los planes del gobierno. Bronca contra el ajuste hay, y fuerzas para enfrentarlo también. Es necesario ponerla en movimiento y organizarla desde abajo, en unidad, fortaleciendo la unión y la solidaridad entre todos los sectores atacados y exigiendo a la CGT y las CTA el llamado a medidas a la altura de los ataques en curso, para pararle la mano a quienes quieren llevarse puesto todo.

El Gobierno pretende enviar los proyectos al Congreso para la segunda quincena de abril. Ahí se juega una nueva parada clave para desplegar en las calles toda la fuerza de la clase trabajadora.