El día de ayer, los trabajadores y trabajadoras de la fábrica recuperada recibieron la llegada de paneles solares para el aprendizaje en la instalación de sistemas eléctricos de energías renovables.
Miércoles 15 de junio de 2022 15:12
El día de ayer, los trabajadores y trabajadoras de Madygraf recibieron la buena noticia de la llegada de paneles solares para el aprendizaje en la instalación de sistemas eléctricos de energías renovables, al que accedieron gracias al apoyo y trabajo en común con el Centro de formación laboral n 40 de la ciudad de Garín.
Esta iniciativa es parte de un proyecto presentado en 2019, junto a Ingeniería Sin Fronteras; y a fines del 2021 han presentado un nuevo proyecto al Ministerio de Desarrollo Productivo (REDECO) para poder adquirir e instalar 34 kWp (kilovatios pico) de paneles solares fotovoltaicos.
La llegada de los paneles solares acompaña un proyecto general de transición energética que la fábrica viene implementando a través de un Sistema de Gestión de la Energía, con el cual durante un año han logrado reducir en un 60% la factura de luz, y también el curso de formación laboral para instalación de paneles, con el que buscan aportar en la salida de puestos laborales.
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Así mismo, lxs trabajadorxs de la fábrica están realizando fuertes campañas: para la condonación de la deuda que Edenor les exige, impagable para las cooperativas de trabajo; también por la pelea por la expropiación definitiva de Donelley para Madygraf; y por financiamiento para la renovación tecnológica (con miras a la transición energética).
Al Estado, como reclaman permanentemente los trabajadores de las recuperadas, hay que exigirle destinar fondos para las reconversiones tecnológicas, subsidiar la energía para planes de eficiencia energética, condonación de deudas (¡cuando las grandes empresas tienen todo tipo de beneficios!) y normativas que regulen a todas las recuperadas como proveedores privilegiados del Estado, que día a día no sólo defienden los puestos de trabajo, sino que realizan, todo tipo de productos y servicios necesarios para el bien común.
MadyGraf vuelve a demostrar no sólo que los trabajadores pueden organizarse, coordinar y luchar para impedir que las patronales cierren y dejen a todos en la calle, sino también que el control obrero puede decidir y producir en función de lo que necesitan los trabajadores y el pueblo.