El documento desarrollado por la Unión Democrática Independiente (UDI) -dividido en cuatro capítulos- intenta dar un bosquejo de la situación política actual, y la necesidad de seguir el rumbo llevado por años, pero tomando los cambios que ha vivido el país. Todo esto en un escenario de importantes casos de corrupción que le sacuden internamente.
Lunes 6 de marzo de 2017
Durante este fin de semana la Unión Demócrata Independiente (UDI) lanzó un documento programático titulado “Por un Chile con desarrollo y justicia”, mediante el cual buscan direccionar los ejes del momento electoral que se avecina, y adportas de definiciones en relación a la candidatura presidencial.
El documento de diez hojas de extensión se divide en cuatro capítulos “El Chile de todos”, “El frenazo”, “Nuestros fundamentos” y “Todos por un Chile desarrollado y justo”. En este junto con criticar la gestión del gobierno de la presidente Michel Bachelet y Nueva Mayoría, realizan una autocrítica al interior de la coalición planteando que el Chile actual ha cambiado, pero donde las tareas a realizar siguen siendo básicamente las mismas.
En el primer capítulo denominado “El Chile de todos” señalan que el país ha dado importantes avances en materia de crecimiento y desarrollo, adjudicándole el “éxito” a los compatriotas, y donde en medio del fracaso del comunismo y la caída del muro de Berlín, chile optó básicamente por el neoliberalismo. De pasada también agradecen al gobierno del ex presidente Aylwin, y sus sucesores, y la etapa basada en los acuerdo más allá del partido político.
En el segundo capítulo “El Frenazo”, se expresa el surgimiento de la “clase media” el cual no pude ser comprendido por os partidos políticos. También señalan una suerte de “ideologización” por parte de la Nueva Mayoría, muy distinta a la Concertación, donde señalan, que si bien existían diferencias, se podía avanzar en el bienestar del país. También señalan la incapacidad de la centro derecha de poder articular un proyecto político que pudiera responder a los cambios de Chile, pero donde manifiestan como correcto el rumbo que han llevado.
En el caso de “Nuestros fundamentos” –tercer capítulo del documento- se desglosan cuatro puntos: A) Desarrollo en el bien común B) Sociedad civil vigorosa y Estado robusto C) El mérito y el desarrollo económico D) Participación y democracia.
Para finalizar, el último capítulo titulado “Todos por un Chile desarrollado y justo” hacen uso de toda su base ideológica, haciendo parecer que se colocaran en los zapatos de los más afectados por la desigualdad y precarización de la vida. De igual manera apuntan un discurso de la consolidación de la familia como el “mejor espacio de desarrollo espiritual y material”. Por último plantean fortalecer “las organizaciones de la sociedad civil” y llevar a cabo una reforme que termine con el cuoteo político, hacer primar un sistema basado en el “mérito” y la reformación de las instituciones para la participación de la ciudadanía.
Reoxigenación en tiempos de tormentas de corrupción
Si bien la UDI hace un balance planteando ciertos elementos que intentan explicar el momento político que atraviesa el país, y su readecuación en un nuevo periodo electoral, sabemos qué clase de partido es, y la cuales son las bases ideológicas que lo sostienen. Es el mismo partido derechista heredero de Pinochet, del cual tras más de 17 años de dictadura, y 25 años de concertación, le sirvieron para aumentar su capital, y hacer de Chile el paraíso de los empresarios nacionales y extranjeros.
Todo esto a costa del ataque a los derechos de los trabajadores, por medio de un código laboral antiobrero. La educación por medio del endeudamiento de miles de estudiantes y sus familias. La coerción y castigo de libertades reproductivas de las mujeres y su derecho a decidir sobre su cuerpo. Las pensiones de cientos de miles de jubilados y jubiladas que hoy están condenados al sistema usurero de las AFP, y que se llenan los bolsillos. La privatización de la salud y el desmantelamiento de la salud pública, que se expresan en las largas filas que deben soportar cada día, cientos de hombres, mujeres, niños y adultos mayores. Y así una serie de derechos más que han sido cercenados por parte del estado y su constitución, en base al enriquecimiento de las familias de los magnates como Luksic, Angelini o los Matte.
Es la UDI, el partido más golpeado por los casos de corrupción, financiamiento ilícito de campañas y coimas como a las que ya han sido procesados sus grandes referentes Jovino Novoa y Pablo Longueira. Sin mencionar a la actual presidenta del partido que también está siendo investigada por el caso de cohecho con pesqueras.
Se hace necesaria una nueva alternativa
Pero el pueblo trabajador viene despertando, y en este nuevo round de lucha de clases que vaticina el 2017, ha dado muestras de que no confía ni en la derecha y toda su herencia pinochetista, como tampoco en la Nueva Mayoría, cuyas cifras en las encuestas le tienen por el suelo. Sólo la unidad de los trabajadores, las mujeres y la juventud por medio de una alternativa anticapitalista, socialista y revolucionaria, será capaz de condensar toda esa energía dispersa, y organizarla en un ciclo de importantes discusiones, pero sobre todo de organización en las calles.