Ninguna “libertad”. Cerimedo, operador de Milei, acusado de integrar el grupo golpista que quería matar a Lula

Como viene informando La Izquierda Diario, esta semana cuatro miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército y uno de la Policía Federal de Brasil fueron detenidos por ésta última fuerza en el marco de la “Operación Contragolpe”. Se los acusa de participar en 2022 del plan Puñal Verde y Amarillo , que se proponía entre otras cosas envenenar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a su vice Geraldo Alckmin y al juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes.

La misma Policía Federal realizó un informe de más de 700 páginas en las que se detallan los alcances de ese plan. Entre otras acciones conspirativas figuran el violento ataque del 8 de enero de 2023 al palacio del Planalto (sede de los tres poderes del Estado federal) y la concurrencia de miles de manifestantes a los cuarteles militares exigiendo el derrocamiento de Lula ya que, decían, le había ganado la presidencia a Jair Bolsonaro mediante “fraude”.

El informe policial fue entregado al STF (equivalente a la Corte Suprema argentina) y a la Fiscalía General, encargada de seguir la investigación, imputar y, eventualmente, detener a los responsables. Este jueves la propia Policía Federal presentó cargos contra el expresidente Bolsonaro y otras 36 personas por los delitos de “abolición violenta del estado democrático de Derecho, golpe de Estado y asociación ilícita”.

Según la investigación oficial, además de Bolsonaro, integraban Puñal Verde y Amarillo varios de sus exfuncionarios, militares, empresarios y operadores encargados de propagandizar las acciones golpistas. Probablemente el Supremo Tribunal procese por delitos gravísimos a, al menos, esas 37 personas.

Los golpes de Fernando

En esa lista se encuentra el argentino Fernando Cerimedo, dueño del pasquín La Derecha Diario y “especialista en marketing digital” al servicio del gobierno de Javier Milei. En febrero pasado La Izquierda Diario contó detalles de la causa en la que el juez del STF Alexandre de Moraes (uno de los blancos de envenenamiento del plan golpista) identificó a Cerimedo como miembro de una “organización criminal”, con su aporte específico en la conformación de una “milicia electrónica”.

Las pruebas contra Cerimedo las aportó, entre otros, el teniente coronel Mauro Cesar Barbosa Cid, excolaborador de Bolsonaro detenido en el marco de la causa, quien a cambio de mejorar su situación procesal aportó abundante información para la investigación.

Además de Bosolsonaro, Barbosa Cid y Cerimedo, del plan también participarían el exministro de Justicia Anderson Torres, el exasesor presidencial Tércio Amaud Tomaz, el empresario Eder Lindsay Magalhaes y el teniente coronel Sérgio Ricardo Cavaliere de Medeiros. A ellos se suman los detenidos esta semana: el general de reserva Mario Fernandes (también exasesor), los tenientes coroneles Hélio Ferreira Lima, Rafael Martins de Oliveira y Rodrigo Bezerra de Azevedo y el policía federal Wladimir Matos Soares.

En 2022, cuando en Brasil se desplegaba el plan Puñal Verde y Amarillo , en Argentina prácticamente nadie conocía Cerimedo. Su página especializada en fake news (cuyo nombre “homenajea” con odio a La Izquierda Diario) era muy poco leída. Aunque sí sabían de él en el peronismo de La Matanza, donde dos años antes antes había organizado la “militancia digital” de la Juventud Peronista del distrito.

Al momento de agitar golpismo brasileño, Cerimedo ya se había sumado a las huestes de La Libertad Avanza. Quien había olfateado a tiempo el incipiente crecimiento de Milei fue su esposa, Natalia Basil, una ingeniera química especializada en administración de empresas con quien montó las pymes Madero Media Group, poseedora de La Derecha Diario, y la agencia publicitaria Numen.

Quienes los conocen afirman que Cerimedo y Basil rápidamente se convirtieron en “cerebros” de la campaña comunicacional de LLA. Además, dicen, contribuyeron con mucho dinero para desplegar el marketing electoral del espacio. Al decir del sociólogo Ariel Goldstein, conforman esa troupe de “oportunistas” y “microemprendedores” que, tras rodear a los outsiders que despuntan en la extrema derecha, se convierten en parte de sus estructuras de poder.

Los “esfuerzos” de la pareja dieron sus frutos. Ya con los hermanos Milei y Santiago Caputo en la Casa Rosada, Cerimedo logró expandir La Derecha Diario y sus cuentas en redes sociales. La “oportunidad de negocios” fue tal que en agosto terminó vendiéndole la mitad del pasquín al vidrioso empresario español Javier Negre, otro especialista en fake news y socio de Vox.

En el caso de Basil, a poco de asumir Milei se sumó al directorio de Patagonia Energy Holding S.A, empresa dedicada a la exploración y producción petrolera, minera y energética; las áreas más beneficiadas por las políticas de La Libertad Avanza. Allí comparte directorio con Roque Cambareri, presidente de la Cámara Argentina del Litio.

Pero además de escalar en el “sector privado”, la esposa de Cerimedo consiguió una “changa” en el Estado. Pese a carecer de toda formación y experiencia en la materia, en mayo el Gobierno oficializó su nombramiento al frente de la Dirección Nacional de Apoyos y Asignaciones Económicas de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis).

Con un sueldo millonario, es decir “¡con la tuyaaaaa!”, la mujer está a cargo de entregar (o mejor dicho de negar) pensiones a personas discapacitadas. En el área, la gestión libertariana ya hizo desastres, entre cientos de despidos, cierre de oficinas en todo el país y altos niveles de discrecionalidad a la hora de entregar subsidios.

Prepotencia impotente

Las acusaciones penales que pesan sobre Cerimedo son muy graves. Según el expediente en manos de la Corte brasileña, el militar “arrepentido” Barbosa Cid dijo que su colega Ferreira Lima (uno de los detenidos este martes) le entregó “documentos” internos con datos del supuesto “fraude” electoral que dio ganador a Lula. Con esos “informes”, confesó el militar, Cerimedo armó “una transmisión en vivo de noticias fraudulentas”.

Para el juez De Moraes, el dueño de La Derecha Diario “utilizó los mismos argumentos falsos creados por hackers” para viralizar videos de Youtube entre sectores de la ultraderecha, militares y policiales, a fin de “facilitar la difusión de estas noticias fraudulentas y amplificar la desinformación ilícita”. En ese marco, es de esperar que próximamente Cerimedo sea citado a declarar ante el TSF.

Este viernes el operador de Milei ensayó una defensa ante el periodista Ernesto Tenembaum por Radio Con Vos. Muy nervioso y hasta por momentos sacado, el espadachín ultraderechista buscó defenderse de las acusaciones judiciales. “Esta es una causa que nos causa alegría, para que lo sepan, ya que es la estocada final que le quedaba a Alexandre De Moraes”, dijo en un tono jocoso poco creíble.

Sobre su situación judicial, Cerimedo dice que “no hay nada, inventaron, pusieron listas de personas que llaman bolsonaristas” y sin más las acusaron de “golpistas”. Y que a él lo persiguen porque fue “el que presentó las pruebas, con datos públicos del Tribunal Superior Electoral de Brasil, no con informaciones inventadas, sobre anomalías en algunas urnas electrónicas”.

Dijo que él nunca propició la toma violenta del palacio del Planalto. Por el contrario, que les pidió a los manifestantes que no fueran allí sino “a los cuarteles, el lugar más seguro para ellos”. Y que eso no significaba para nada una arenga golpista. Caer en el ridículo sigue siendo un deporte libertariano.

También bancó a las Fuerzas Armadas brasileñas, de cuyo seno emergió Bolsonaro. “No flasheen golpe de Estado, lo que pasa es que ustedes (¿?) han hecho tan mierda al ejercicio de los militares en Argentina y en Latinoamérica, pero los militares en Brasil tienen la autoridad constitucional de poder auditar las elecciones”. El negacionismo del genocidio y la apología del terrorismo de Estado le salen por los poros.

Cerimedo denuncia que todo lo que dice de él la prensa argentina y brasileña es “mentira”. Al mismo Tenembaum lo acusó de “manipulador”, “tergiversador de la realidad” y “provocador”. Saltando sobre los gritos que se escuchaban desde el otro lado del teléfono, el periodista lo llamó el “rey de las fake news”. Enojadísimo, antes de que se cortara la comunicación, Cerimedo escupió con rabia “chau, pedófilo”. La impotencia argumentativa, al desnudo.