El gobierno anunció en junio una línea de créditos hipotecarios que serán otorgados a través del Banco Nación, con esta medida pretenden paliar el déficit habitacional y recomponer el rubro construcción.
Viernes 8 de julio de 2016
Nación en tu casa
De acuerdo a la reglamentación publicada por el Banco de la Nación Argentina, el monto máximo a otorgar es de 2.000.000 de pesos, sin que el valor de la vivienda exceda los 2.500.000, y el monto máximo a financiar es del 80% del valor de compra o de tasación, de ambos el menor.
Esto quiere decir, que una familia trabajadora, que quiera acceder a una vivienda en un barrio del conurbano con un costo promedio de 75.000 dólares, equivalente a 1.125.000 pesos, debe contar en mano con un total $225.000 para acceder a la compra, ya que el banco prestará solamente $900.000 correspondiente al 80% del valor total de la vivienda.
Calculando que esa familia haya accedido a un plazo de veinte años, la cuota total será de $12.405,33, necesitando un ingreso en mano del grupo familiar de $40.903.4.
Si esa misma familia hace efectivo el crédito, el costo de escrituración ronda el 10% del valor de la compra/hipoteca, por lo cual deben contar con otros $112.500 en mano que el banco no financia, al estar el mercado regido por las inmobiliarias ya que casi ninguna operación se realiza sin la intervención de estas, hay que sumarle otro 6% que también se debe tener en mano, lo que agrega a la cuenta unos $67.500.
En resumidas cuentas, una familia de clase trabajadora deberá contar con $405.000 en efectivo para consumar la compra de su vivienda única y de ocupación permanente.
Si bien el banco informa que se pueden agregar codeudores, los mismos se constituyen como dueños de la vivienda, y en caso de ser los padres los que aporten el ingreso, no pueden estar a menos de cinco años de jubilarse en el régimen al que pertenezcan.
El interés
La tasa de interés que se propone es un esquema combinado de tasa fija al 14% nominal anual por los primeros 36 meses. A partir del mes 37, la tasa será un promedio de los últimos doce meses del costo de fondeo del sector privado más 400 puntos básicos y el aumento no puede superar el porcentaje de incremento del coeficiente de variación salarial publicado por el INDEC.
Lo cual no deja en claro cuál será la variación y de qué manera se verán afectados estos índices por la crisis económica actual.
Medidas insuficientes
En Argentina, los últimos censos, indican que existe un déficit habitacional de más tres millones y medio de viviendas; dos millones de familias viven en condiciones precarias y en viviendas deficitarias y más de un millón y medio, directamente, viven en condiciones de hacinamiento.
Más del 60% de los trabajadores cobran un sueldo mínimo de $8.000 pesos, solo un 18% de los hogares alcanza en el primer trimestre del 2016 un ingreso neto de $34.000, lo cual aun así no sería suficiente para alcanzar el neto mínimo necesario para abonar una cuota de un préstamo de $1.125.000.
El bajísimos nivel de salarios, una inflación acumulada que ya supera holgadamente el 47%, 1.400.000 pobres nuevos en el primer trimestre (de acuerdo a datos del observatorio de la UCA), el precio de las propiedades aumentando en un 10% interanual y la escalada del dólar, hacen que cada vez menos familias alcancen su vivienda propia, en condiciones habitacionales adecuadas para su desarrollo.
La necesidad de una banca pública, única y nacional se manifiesta como salida de esta problemática; a contramano de la tendencia privatista de la nueva administración, se manifiesta necesaria una banca al servicio de los trabajadores, con financiamiento total de la vivienda.
Suena a cruel broma que una familia de clase obrera pueda ahorrar los $405.000 para afrontar los gastos derivados de la hipoteca de una vivienda en un barrio del conurbano, cuando los bolsillos están cada día más flacos y cuesta tanto más aumenta la olla.