Mientras las grandes cadenas de supermercados establecen beneficios récord, los consumidores y la clase trabajadora tienen cada vez menos acceso a la canasta básica.
Viernes 5 de abril
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un informe a partir de 55.000 referencias de precios de las principales cadenas de supermercados en diez ciudades de todo el estado donde ha constatado una subida de media del 38% en el precio de los alimentos en los últimos 3 años.
En este informe se muestra lo que para muchos de nosotros ya es una realidad: la clase trabajadora tiene cada vez menos poder adquisitivo y cada vez tenemos menos alimento y de peor calidad. Ya conocemos la brutal subida de precio del aceite de oliva, producto básico de la dieta mediterránea, que el informe sitúa en un 221%. Pero destacan también subidas importantes en las carnes y pescados, los huevos (67%), o el arroz (66%). Las frutas y verduras, que han sido lo que menos ha subido, aun así superan el 20% de media. El informe de la OCU destaca también el hecho de estas subidas frente a poco más del 6% que lo hicieron los salarios en este mismo periodo.
Excusándose en la inflación, la crisis post pandemia, o la guerra de Ucrania que han causado un encarecimiento de insumos como combustibles o fertilizantes, los capitalistas de las grandes cadenas han justificado esta brutal subida de precios que ha repercutido prácticamente en su totalidad en el bolsillo y el estómago de la clase trabajadora. Todo esto mientras en 2023 muchas cerraban el año con beneficios récord.
Menos mal que había que subir los precios a lxs consumidores por la crisis y no sé qué porque sino se iban a pérdidas.
Al capital lo único que le importa son los beneficios y le da igual que la gente literalmente se esté muriendo de hambre mientras le pueda sacar ganancia https://t.co/9xQBperOWM
— Alejandra ☕️ (@Alejandra_crr_) March 12, 2024
Tampoco es que esta subida de los precios haya repercutido en una mejora de los salarios o las condiciones de trabajo de lxs trabajadorxs del campo. Continúa siendo un sector hiper precarizado, donde una mano de obra principalmente migrante y feminizada sobrevive en muchos casos en condiciones de semiesclavitud, trabajando una cantidad de horas ingente, malviviendo en chabolas, y con sueldos miserables.
A partir de su informe, la OCU ha exigido que se mantenga la rebaja del IVA impuesta por el gobierno más allá de junio y que se amplíe a la carne y el pescado, porque el 50% de las familias tiene dificultad para comprarlos. Considera también imprescindible aumentar de forma sustancial el cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios.
Si bien estas medidas son necesarias, no serán más que un parche si no se plantean soluciones más profundas al problema. La subida del SMI de la que el gobierno PSOE-Sumar tanto se jacta no le llega ni a los talones a la subida del coste de vida general que está viviendo la clase trabajadora. Más allá de estos parches hay que pelear por subidas salariales ligadas al IPC real, establecer un verdadero límite de precios a los productos y alimentos y que se expropien las grandes cadenas de supermercados bajo control de trabajadores y consumidores para que sirvan los intereses de la mayoría social y no de un puñado de capitalistas que juegan con nuestra salud con tal de sacar beneficios.