En el Congreso está pendiente el tratamiento de una ley para ponerle un freno a los tarifazos. El Gobierno anticipó que, de ser votada, vetará esa ley y por otro lado está llevando adelante fervientes negociaciones con los Gobernadores.
Miércoles 9 de mayo de 2018
Estas circunstancias en torno al tarifazo, no hacen más que dejar a la luz el falso republicanismo del Gobierno de Cambiemos. La república, que pretende dividir el estado en tres poderes distintos para evitar la concentración del mismo, resulta una ilusión. Ni el Poder Judicial es independiente, ni el Poder Legislativo es representativo de las masas ni el Poder Ejecutivo en cabeza del Presidente se encarga de la mera “administración”.
El parlamento y los legisladores que lo integran, están alejados de las masas trabajadoras, pero ligados por infinitos lazos a la clase dominante cuyos intereses garantiza. ¿Es representativo un parlamento donde quienes votan medidas completamente anti populares como la reforma laboral no pueden ser revocados?¿Es representativo un régimen donde los funcionarios se auto votan aumentos del 100% mientras a los trabajadores estatales les ofrecen un 15% ya comido por la inflación?. Es así como ya hace 100 años, en “El estado y la revolución” (un libro de actualidad innegable), Lenin los define como “organismos de charlatanería”, cuando, mirando hacia la comuna de París, planteaba como los organismos legislativos deberían ser espacios activos y realmente representativos.
Esta idea de república implica un ejecutivo que tiene poder excepcional sobre el parlamento, pudiendo ejercer el derecho a veto, o sea, descartar una ley aprobada por el Congreso. Sumado a que la propaganda sobre “debate parlamentario democrático” termina siendo un engaño, una distracción, si los patrones lo necesitan, las decisiones se pueden acordar por fuera de éste. La intención de Macri de negociar con los Gobernadores o el uso del veto respecto a los tarifazos, tienen una clara finalidad, proteger los intereses de la clase dominante capitalista.
Dime qué leyes vetaste y te diré qué intereses proteges
Los dirigentes políticos suelen utilizar expresiones como “fortalecer la democracia” o “defender la república” con el fin de generar una especie de legitimidad o confianza o deslegitimar a sus oponentes. Entre ellos encontramos al presidente Macri y Cambiemos que han levantado, estas consignas, como “abuso de poder” para separarse del gobierno kirchnerista, pero por otro lado ha abusado de esta figura claramente antidemocrática como el veto.
El veto es un recurso al que recurren los gobiernos capitalistas para evitar que los intereses capitalistas se vean afectados. Recordemos que el gobierno de Cristina Fernández vetó la Ley de Glaciares o el 82% móvil a los jubilados.
Y encontramos que muchos de los diputados que hoy proponen proyectos para frenar los tarifazos, aunque no solucionan el problema de raíz, durante el gobierno kirchnerista apoyaron los vetos antipopulares a leyes que no eran acordes a lo intereses que se encargaron de proteger. Falta de coherencia ante todo.
Macri ha abusado del veto. Mientras fue Gobernador de la Ciudad ha vetado 150 leyes en sus 8 años de mandato, de esta manera eliminó la Oficina de Trata de Personas, dejó sin efecto una ley que declaraba la emergencia habitacional, rechazó otra que creaba una herramienta para restitución de niños apropiados durante la dictadura y la ley que regulaba el acceso al aborto no punible, entre muchas otras.
Como presidente ha vetado la ley antidespidos, una modificación a la ley de contrato de trabajo en beneficio del salario profesional, la ley de expropiación del Hotel Bauen en beneficio de sus trabajadores, entre otras. Toda una declaración de principios sobre los intereses que protege y a qué sector ataca. A pesar de que el gobierno no tiene mayoría en el Congreso pudo sacar decenas y decenas de leyes completamente anti populares. Para esto contó con la colaboración indispensable de los legisladores del PJ. Cuando estos acuerdos no llegan a buen puerto, la solución es fácil, se firma el veto.
Una persona que según últimas encuestas tiene una imagen que se encuentra en caída, utiliza estos mecanismos para aplicar el ajuste sobre el pueblo trabajador.
La mímica de la república es una práctica intrínseca al régimen capitalista argentino y no es una excepción. Responde a un patrón de todos los regímenes que garantizan los intereses de la burguesía. Todos los presidentes argentinos han hecho uso de esta figura, evidenciando una continuidad en los mecanismos de la clase dominante capitalista para garantizar la continuidad de su dominio.
Si la minoritaria clase dominante tiene un plan de ajuste contra el pueblo trabajador, es necesario poner en pie un plan que luche por los intereses de las mayorías. Es necesario poner freno a los tarifazos, pero más aún conseguir la estatización de los servicios públicos y su gestión por los trabajadores y control de sus usuarios, así no habría veto que valga, ni ganancias para ninguna empresa privada que lucra con las necesidades de millones. Entonces, la jornada convocada para el miércoles 9, debe ser una expresión contundente de todo esto en las calles para que las centrales sindicales convoquen finalmente a un paro nacional contra el plan de ajuste.