El lunes 21 las y los trabajadores de la empresa GPS realizaron una jornada de lucha con paro de 24 hs y movilización a las oficinas de la empresa en reclamo por aguinaldo, paritarias y el ingreso de los delegados a Ezeiza entre otros reclamos.
Martes 29 de diciembre de 2020 13:53
Después de muchos años se dio uno de los hechos más importantes, la unidad entre GPS Ezeiza y aeroparque en asambleas conjuntas y un paro de 24hs desde las 6am y que tuvo un acatamiento casi total en las dos bases. La movilización a las oficinas de la empresa a las 16hs tuvo como resultado el inmediato pago del aguinaldo adeudado.
Entre festejos, los trabajadores en asamblea votaron continuar con el paro de 24hs por todos los reclamos, paritarias vencidas hace casi 1 año, distintos pluses que la empresa dejó de pagar durante la pandemia, el pago al 100% del salario más allá de la modalidad de días trabajados y el ingreso de los delegados a la base operativa de Ezeiza -con fallo judicial a favor-.
La empresa comenzó a atacar hace algunos días con suspensiones o directamente sin reconocer el paro sancionando las faltas a los trabajadores que salieron a luchar y esto redobló la bronca que anuncia nuevas medidas de fuerza de los tercerizados.
Las trabajadoras dijeron basta. La asamblea al mediodía fue el punto de encuentro. Más de 200 trabajadores/as de GPS –tercerizada de Aerolíneas Argentinas- debatiendo paso a paso. Desde aeroparque ya se había iniciado el paro, y después de debatir todos juntos, Ezeiza hizo su asamblea propia para decidir.
Los trabajadores de aeroparque esperaban nerviosos. Estaban a minutos de lograr la unidad. Una cosa es cuando uno la llama y la escribe en comunicados, pero la fuerza cuando se da en la batalla es otra cosa. Desde Ezeiza los trabajadores comunicaron a aeroparque que habían decidido sumarse al paro, con las mujeres al frente -rol que históricamente sólo ocupaban hombres- que habían dicho basta de persecución, de amenazas, de esperar, ya no se podía esperar.
Cánticos y aplausos. De esta forma se lograron dos cosas importantes, un paro contundente que logró afectar la operativa y una movilización masiva a las oficinas de la empresa GPS que mostró a la patronal la verdadera fuerza de los trabajadores unidos. Todo un mensaje a los que, junto a la jefatura de Aerolíneas Argentinas, empujaron a que Ezeiza cubra vuelos de aeroparque cuando estos estaban de paro, y presionó tanto que los terminaron uniendo.
El gran ausente fue el sindicato UPADEP, que a pesar de que la empresa viene actuando de forma completamente ilegal y que las paritarias ya se encuentran vencidas hace casi un año, sólo se mantienen en silencio. No es ajeno a la mayoría de los sindicatos. Uno de los debates centrales en las asambleas es el ajuste en curso, cada vez más claro.
A nivel nacional se ve en cada rincón el achique del estado, el aumento vertiginoso de la pobreza. Que 7 de cada 10 pibes sean pobres es más que preocupante, es intolerable. Lo que preanunciaba Guernica, que sectores, que por la propia crisis quedaban en la calle y salían a pelear por una vivienda con la acción directa, empieza a demostrar que los trabajadores comienzan a moverse. A esto se fueron sumando, golpeados por la crisis que profundizó el Covid-19, sectores como salud con movilizaciones y paros, alimentación con paros, aceiteros que llevan 15 días de paros, entre otros conflictos.
La lucha contra las empresas que aprovecharon esta crisis para atacar las condiciones laborales de los trabajadores empieza a aparecer en escena fuertemente. En los aeropuertos el ataque más grande fue en Latam, donde hay 3000 puestos de trabajo en juego entre efectivos y tercerizados. Pero también el resto de las empresas hicieron de todo a nivel salarial, Longport y Legal hasta hace poco les adeudaban 2 meses de salario, Serza pagó salarios el mes pasado entre 1500 y 2500 pesos, los trabajadores de los bares sólo recibían 8000 pesos de ATP y así podríamos seguir. No tuvieron ni un solo tirón de orejas desde el gobierno. Dime con que te haces el ciego y sordo y te diré quién eres.
Este proceso de lucha y organización se viene dando desde el comienzo de la pandemia. La cuarentena puso en guardia a los trabajadores y las empresas como GPS aprovecharon para avanzar contra las condiciones y salarios. Las primeras peleas sanitarias por elementos básicos de protección y tests, llevó la lucha de los tercerizados a los medios de comunicación.
Nos hablaron de psicosis, de que era una construcción mental, pero cientos de trabajadores de GPS estuvieron contagiados con sus familias y aislados. Hubo luchas por los guantes, alcohol en gel, barbijos, y hasta la empresa despidió en Ezeiza a Carlos y Aye para disciplinar al resto. Luchando se logró la reincorporación de los compañeros e imponerle a la empresa los aislamientos y elementos de protección. Es que la pelea por la vida es central. En GPS Ezeiza el proceso se había profundizado en las últimas semanas con asambleas masivas y movilizaciones al sindicato para exigir respuestas que no llegaron.
En GPS aeroparque al proceso asambleario por la salud se sumaron caravanas, movilizaciones a recursos humanos y los cortes de Richeri junto con Latam, Securitas y organizaciones solidarias que logró visibilizar el conflicto y la situación de ataque permanente que vivimos los trabajadores de los aeropuertos.
La realidad es que no dejaron de atacar ni un minuto a estos trabajadores que estuvieron en la primera línea de contagio, con cientos de casos de Covid-19 y aislamiento, siendo parte de los vuelos de repatriación y ahora de la operativa aeronáutica que va a distribuir la vacuna para combatir la pandemia en todo el país.
Párrafo aparte, se merecen las maniobras impresentables de la empresa GPS, Aerolíneas Argentinas y de la Policía Aeroportuaria por no dejar ingresar a los delegados de aeroparque a las bases de Ezeiza donde están la mayoría de los trabajadores. Por supuesto con el visto bueno del sindicato. Es que, por el traspaso de operaciones de Aeroparque a Ezeiza por refacciones, se trasladaron todos los vuelos. Con un fallo a favor del Juzgado Laboral nro. 7, GPS viene desconociéndolo y maniobrando burdamente estirando los plazos, primero para notificarse, después para las credenciales que están hace semanas en trámite récord -por lo lento-. Lo que no querían es que los delegados fomenten la unidad con los distintos sectores en el aeropuerto, la lucha y la organización, pero le fallaron los cálculos.
Hubo y hay una decisión política en no dejar ingresar a los delegados a pesar de las multas millonarias que deberán pagar por no cumplir el fallo judicial. Sin embargo, desde afuera del aeropuerto, con asambleas y acciones, la organización y la pelea se llevó adelante igual y fue más masiva.
El dato significativo es que distintos sectores de trabajadores se empiezan a levantar contra el ajuste. Con enormes críticas a la política del gobierno y una combatividad que anuncia próximas batallas donde no hay grises, ellos vienen por nuestras condiciones, salarios y vida. Son ellos o nosotros.