El Gobierno de Maduro dice que las recientes detenciones demuestran que es garante de la lucha contra la corrupción, del lado de los trabajadores e incluso desde las bases del chavismo, recuerdan que desde hace muchos años venían haciendo denuncias y eran ignoradas o, peor aún, se encarcelaba a los denunciantes. Así por ejemplo, en un acto público electoral del PSUV en 2012, las bases habían repudiado por “corrupto” a Hugbel Roa, uno de los principales involucrados en la trama develada.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Lunes 27 de marzo de 2023
Varias hipótesis se tejen sobre las motivaciones para la fuerte movida de mata que hay desde hace una semana en el alto gobierno, con la detención, a partir del sábado 18, de una veintena de altos funcionarios, donde la principal acusación es la de estar vinculadas a enormes desfalcos a los recursos públicos derivados de la venta de petróleo. Sin embargo, de las diversas hipótesis, ninguna apunta a que se trate de una genuina lucha contra la corrupción, argumento solo encontrado en el discurso gubernamental y, curiosamente, en voceros del gobierno estadounidense: “Apoyamos los esfuerzos para acabar con la corrupción, incluidos los de Venezuela”, declaró en rueda de prensa John Kirby, portavoz de Biden.
Los niveles de corrupción son tan grandes, tan evidentes, desde hace tantos años, que la mayoría el país, con sobrada razón, no le cree el discurso al gobierno. Baste recordar, como lo hace hoy trabajadores, comités de defensa de trabajadores presos y militantes de izquierda, que es este mismo gobierno el que arrojó a decenas de trabajadores y trabajadoras a prisión por denunciar hechos de corrupción de sus superiores, en las empresas públicas donde estaban, o simplemente negarse a ser parte de esas tramas.
Aun hoy, de hecho, siguen presos, con casa por cárcel o bajo libertad condicional, muchos de estos y estas trabajadoras: Johana González (dos años presa en el INOF, hace un año tiene orden de excarcelación y sigue presa), Guillermo Zárraga (preso en Yare, con grave cuadro de salud), Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos (condenados a 5 años, actualmente bajo arresto domiciliario); Rosa Mota (condenada sin prueba, liberada tras años de prisión y en estado crítico de salud); Luis Cárdenas (bajo régimen de presentación); Guillermo González (controlador aéreo que pasó más de un año preso por denunciar irregularidades en Maiquetía); Eudis Girot (en régimen de presentación tras ser liberado luego de 17 meses preso); 36 marinos de la tripulación del buque Negra Hipólita (más de la mitad inocentes, algunos aun con libertad condicional), etc.
Son solo algunos ejemplos destacados de cómo, en realidad, el mensaje que ha enviado el Gobierno durante muchos años a los corruptos es de vía libre, de impunidad, de apoyo incluso, al tomar represalias contra quienes denuncian las irregularidades.
“¡Ahí están, esos son, los que roban la nación!”
Es en ese sentido que algunos recuerdan estos días un episodio que retrata claramente cuál ha sido la verdadera actitud del Gobierno ante estas situaciones. Corría el mes de octubre de 2012, y en un acto de campaña electoral del PSUV, en el aeropuerto de Trujillo, se presentaron José Morales y Hugbel Roa, ya para entonces diputados del chavismo a la Asamblea Nacional, la respuesta de gran parte de la multitud concentrada fue abuchearlos y repudiarlos a tal punto que tuvieron que abandonar el acto, las acusaciones eran claras, tanto en los carteles como en los gritos: “No gobiernes con la mafias de los Cabezas [mensajes al candidato a gobernador Rangel Silva, en alusión a Hugo Cabezas, por entonces principal dirigente de esa fracción del chavismo]”, “ladrones”, “corruptos”, “¡ahí están, esos son, los que roban la nación!”, como puede verse claramente en este video.
Es decir, hace ya por lo menos una década, era tal el nivel de corrupción de estos personajes, que las denuncias llegaban a ese nivel de desborde, desde las propias bases del partido de gobierno. Sin embargo, Roa siguió apareciendo en las listas a diputados del PSUV y siendo designado en altos cargos, entiéndase, recibiendo el respaldo e, incluso, la promoción, del chavismo gobernante. Una premiación con tal nivel de poder e impunidad, que le permite aparecer ahora como uno de los presuntos responsables de una trama criminal en la que se enriquecían vendiendo cargamentos de petróleo, sin que ingresaran a las cuentas nacionales los pagos por el mismo, causando un hueco enorme en los recursos públicos.
Lo que está a la vista, y cosas como este video lo demuestran, es que lo que se desborda ahora es la cloaca enorme de la corrupción, que ha podido desarrollarse a sus anchas gracias, y no a pesar, de quienes hoy nos gobiernan. Todo esto, mientras el pueblo pasa trágicas necesidades y el gobierno dice que “no hay recursos” para mejorar sustancialmente los salarios de muerte que paga.
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