Cerca de las 2 de la mañana de este lunes Nicolás Maduro anunció el triunfo del oficialismo en unas elecciones con baja participación electoral. Durante siete horas desde lo que era el fin de la jornada electoral, no se había realizado ninguna declaración oficial generando incertidumbre.
Lunes 7 de diciembre de 2020 09:16
Cinco horas después del momento en que debían cerrarse, de manera formal, las mesas electorales venezolanos tras las legislativas de este domingo, las autoridades responsables del proceso no habían ofrecido ningún dato. Finalmente, a las 2 de la mañana el Gobierno de Nicolás Maduro anunció el triunfo de la coalición oficialista del Gran Polo Patriótico (GPP).
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó que pasada la media noche se habían contado 5.264.104 votos, de los que 3.558.320 fueron para el Gran Polo Patriótico (GPP). Mientras, una alianza encabezada por los partidos de la derecha tradicional Acción Democrática (AD) y Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei) quedó en segundo lugar con 944.665 sufragios (17,95 %). Hay que tener en cuenta que estas siglas no representan a los partidos de la oposición por completo sino a fracciones de los mismo, porque ambos partidos fueron intervenidos por el Gobierno via judicial y las siglas entregadas a una fracción de las formaciones opositoras.
Con 82% de los datos transmitidos la participación oficial confirmada fue del 31 %.
La única fuente oficial, que se había pronunciado hasta la declaración de Maduro fue el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, quien dio un parte de "seguridad de la jornada" y repitió durante su comparecencia en varias ocasiones que "no hay mucho que decir".
En toda la jornada electoral se observó una muy baja participación electoral, donde en muchos centros se vieron muy pocas personas en las colas o directamente vacíos. A la hora del cierre, se anunció una hora más de apertura de las mesas electorales. Tras esa declaración, que fue a las 6 de la tarde, nadie del CNE se volvió a pronunciar, por lo que ni siquiera se conocía si alguno de los centros de votación aún seguían abiertos.
Lo que se observado en toda la jornada era lo previsible de acuerdo a la mayoría de los sondeos previos, pero que podría incluso estar por bajo de una participación del 30% de lo que indicaban las encuestas. Los medios locales en las diversas ciudades también reportan baja afluencia de votantes en lugares como Anzoátegui, Aragua, Portuguesa, Zulia, Trujillo, Bolívar, Falcón y muchos otros lugares.
En las elecciones parlamentarias estaban en juego 277 diputados a la Asamblea Nacional, 144 diputados por sistema proporcional (52%) y 133 por sistema nominal (48%).
Esta escasa participación marca una gran diferencia con otros procesos electorales parlamentarios como el del 2015, tomando en cuenta en que en ese momento desde el chavismo hubo cierta abstención, lo que llevó a la oposición a hacerse de la Asamblea Nacional. La participación en ese entonces fue considerablemente mayor a lo que se vio este 6 de diciembre.
Incluso si se compara con las elecciones presidenciales del 2018, impuestas por el Gobierno post el fraude “Constituyente”, donde el ente electoral informó que hubo una participación del 40% del electorado, la afluencia puede ser menor. Es la tónica en las elecciones legislativas de este domingo en Venezuela.
Es de constatar que estas elecciones se dan en el marco de importantes elementos de fuerte presión, coacción y hasta de chantajes para que las personas acudan a votar. El Gobierno/PSUV presiona fuertemente para el voto sobre todo en las comunidades, en la administración pública y empresas estatales, chantajeando con los CLAP (bolsas de comida) o “beneficios” elementales como el gas doméstico.
A trabajadores de la administración pública o empresas del Estado, por ejemplo, se les obligó a informar datos exactos del lugar del centro de votación y la hora, una presión que se hizo desde las primeras horas.
En los alrededores de los centros de votación hubo operadores militantes del PSUV tomando datos (serial) del Carnet de la Patria, que es el instrumento a través del cual se hacen llegar los bonos y/o “beneficios” que otorga el Gobierno Maduro, con lo que se supone que así les continuarán llegando. Es de recordar que el propio Maduro llegó a declarar que se daría premios a aquellas comunidades de mayor votación, o Diosdado Cabello, que quien no vote no come.
Como es de esperar, desde los canales oficiales de medios y afines, informaron de afluencia, pero contrasta con la realidad que se observó en casi todas las ciudades del país.
Frente a esta realidad la alternativa que ofrece el sector de la oposición de la derecha que se referencia aún en Guaidó ha sido plantear una pantomima de “consulta popular”. Además de ser un intento de cobertura de “apoyo popular” a la continuidad de la política injerencista, de sanciones imperialistas, más aislamiento, etc. Incluso, desde el punto de vista estrictamente “electoral” es muchísimo menos confiable y ni auditable con respecto a estas elecciones amañadas del Gobierno de Maduro, siendo bajo el total control directo de esta oposición, hecha además bajo una aplicación que se tiene que descargar en celulares y/o computadoras, con un proceso de "votación" de durante varios días.
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