La empresa alfajorera cuenta con 220 locales y 85 sucursales en américa latina, Europa y EEUU. A pesar de su plena expansión, realiza despidos y discrimina a sus trabajadoras con descuentos y sueldos más bajos.
Nahuel Dominguez @NadQuetzo
Lunes 15 de octubre de 2018 14:17
Fotos Qué Digital
Havanna es una de las tantas empresas que viene haciendo fabulosos negocios tanto con el gobierno anterior como con el macrismo. En el último semestre, sus ingresos crecieron un 33% con ganancias netas de 64 millones de pesos respecto al mismo semestre del año anterior. Para obtener esta rentabilidad, además de expandir sus mercados, la empresa realizó una verdadera guerra contra los trabajadores.
Avanzando sobre sus derechos y logros históricos con despidos, tercerización de áreas, intentos de modificar el convenio colectivo, persecución política e ideológica, reducción de salarios a través de paritarias a la baja acordadas con el gremio, maltrato verbal y psicológico a los trabajadores y discriminación salarial a las mujeres.
En el 2003, la empresa Havanna fue adquirida por un grupo de empresarios del sector financiero liderados por Guillermo Stanley, Carlos Giovanelli y Chrystian Colombo, hoy los dos primeros integrantes de INVERLAT. Su portfolio está valuado en 1.000 millones de dólares, controlan la empresa ICSA que fabrica el 30% de los cheques del país, GNC ASPRO, alimentos Fenoglio y franquicias REEF en Sudamérica. En julio de este año se desprendieron de Wendys, KFC (Kentucky Fried Chicken) y China Wok, con el fin de reorientar sus inversiones hacia el rentable negocio del shale gas y shale oil.
Guillermo Stanley, padre de la Ministra de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley, es el actual director de Havanna, Banco Macro y SIPPEC. Tiene como antecedente haber participado en la reestructuración de la deuda externa bajo el gobierno de Menem cuando se desempeñaba como ejecutivo de Citibank y las privatizaciones.
Chrystian Colombo se desempeñó como presidente del Banco Nacional de Desarrollo bajo el gobierno de Alfonsín, como presidente del Banco Nación y jefe de gabinete del gobierno De la Rua, hasta el 20 de diciembre del 2001. En el 2002 lo denunciaron por presuntos sobornos en el senado para aprobar la reforma laboral junto a Storani.
Carlos Giovanelli es el actual presidente de Havanna, ex Citibank y actual director del Banco Patagonia.
En el 2015 y bajo la Gobernación de Daniel Scioli, la marca se desarrolla con el apoyo financiero del Banco Provincia, que le otorga un préstamo de 39 millones de pesos. A partir de esto, trasladan e instalan su planta en el Parque Industrial Gral. Savio de Batán. El gobierno municipal de Gustavo Pulti por su parte, colabora eximiéndola de impuestos.
En el 2017, Havanna empieza a comercializar sus productos en EE.UU. a través del acuerdo con la empresa True Brands Company. Lo que le garantiza una compra anual de sus productos por 300 mil dólares, con un incremento del 10% cada año, además de la apertura progresiva de 80 locales en territorio estadounidense.
Junto a la vertiginosa expansión comercial apoyada por sucesivos gobiernos, la empresa comienza una una verdadera guerra contra los trabajadores. Ese mismo año, comienza a cuestionar el derecho de las trabajadoras mujeres a licencia por día femenino, proponiendo la modificación del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y realizando descuentos. Frente a la enorme oposición de los trabajadores, que realizan asambleas y se comienzan a organizar de manera independiente del sindicato que se disponía a negociar, realiza despidos persecutorios e intenta imponer el miedo.
El CCT N° 198/92 vigente en Havanna, que regula la actividad alfajorera y establecimientos afines, data de 1992 pero mantiene lo esencial del convenio del sector firmado en 1975. En su artículo 52 inciso A, establece el derecho a un día de licencia por menstruación a las trabajadoras sin perder el presentismo. En su afán de mayores ganancias, la empresa se propone arrebatar este derecho, pero se encuentra con la amplia negativa de parte de los trabajadores.
De esta manera, realiza más de 20 despidos persecutorios en el último año y medio. Todo aquel trabajador que alzara la voz contra los atropellos de la patronal se convierte en blanco de la empresa. Es el caso por ejemplo de Alexis Cejas, trabajador de mantenimiento despedido, que consiguió una amplia repercusión mediática y el respaldo de concejales de distintos bloques políticos del Consejo Deliberante ante su lucha abnegada y el pedido de reincorporación que al día de hoy continúa exigiendo.
Estos ataques, lejos de ser aislados consisten en un modelo de negocios. Salarios más bajos y categorías diferenciadas para las mujeres que son la mayoría de los trabajadores de la fábrica. Cerca de un 80% de empleados en planta temporaria, que se rotan para trabajar 7 meses al año con salarios bajos, cuando en realidad se produce todo el año. Paritarias por debajo de la inflación, en común acuerdo con el sindicato. La tercerización de áreas de la empresa como limpieza para abaratar costos. Además del maltrato psicológico y la persecución practicados por su gerente de planta Juan Illia y su mano derecha Ballina.
Pese a la pasividad del sindicato, los trabajadores siguen de pié. Los tarifazos y la inflación junto con salarios que no alcanzan, no hacen más que aumentar la bronca. En su unidad, organización y lucha están las fuerzas para derrotar los planes de la empresa.
Nahuel Dominguez
Nació en Mar del Plata en 1990. Docente e investigador en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). Integrante desde 2006 del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), colaborador de La Izquierda Diario.