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Red Internacional
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Historias de Resistencia. “Maricas Unidas Argentinas”. La resistencia del goce en los orígenes del activismo LGTBIQNB+

Faltan pocos días para una nueva edición de las Marchas del Orgullo. Este año se verán interpeladas por el ajuste brutal, por una batalla cultural retrógrada pero también por luchas profundas como la del movimiento estudiantil que desafía al gobierno de Javier Milei. En este contexto les propongo rescatar algunas historias de resistencia y organización de las disidencias sexuales, valorando tradiciones que enfrentaron como pudieron al Estado capitalista y a la heterosexualidad como régimen político.

Lunes 21 de octubre 15:19

Fondo Malva Solis, Archivo de la Memoria Trans

Fondo Malva Solis, Archivo de la Memoria Trans

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Aquí conocemos a “Maricas Unidas Argentinas” cuyas primeras referencias datan de los años del peronismo cuando comenzó una represión específica hacia nuestro colectivo.

Finalizada la 2° guerra mundial, el boom económico posterior aceleró en Argentina el proceso de sustitución de importaciones y permitió en los primeros años del gobierno de Perón una mejora en la calidad de vida. Entre otras novedades, la industrialización relativa y el crecimiento de las ciudades por las migraciones internas, impulsó la formación de identidades homosexuales y espacios de sociabilidad específicas que venían gestándose desde principios de siglo.

A nivel ideológico el gobierno de Perón se propuso disputarle a la Iglesia Católica la potestad sobre la cuestión social y los valores sexuales, por medio de instituciones estatales y de legislaciones. Este desafío cuestionará algunos aspectos aunque compartirá con la Iglesia lo esencial de los fundamentos familiaristas y tradicionales. Desde aquí los “amorales” serán el “otro”, opuesto constitutivo del modelo ideal del hombre/obrero/heterosexual.

En este marco contradictorio comienza la criminalización específica de las disidencias sexuales en 1948 sancionando los “códigos contravencionales”: estás eran disposiciones de dudosa legalidad que empoderaban a la policía por medio de expresiones ambiguas y arbitrarias.

En ciudad de Buenos Aires y otras provincias los homosexules comenzaron a ser detenidos con artículos como el 2°H que reprimía el supuesto “ofrecimiento de sexo en la vía pública”. Las penas eran de 30 días de calabozo en comisarías o en el pabellón de homosexuales de la cárcel de Devoto. Esta herramienta se combinaba con las razzias policiales a fiestas, parques y también con el abordaje de la prensa gráfica que encontraba en los “amorales” una causa destacada de la degradación social.

Es en este marco que apareció “Maricas Unidas Argentina”. Sabemos de su existencia fragmentaria por dos vías: el testimonio de una de sus fundadoras y a través de la prensa sensacionalista. Malva Solis, quien había llegado huyendo desde Chile y cruzando la cordillera siendo adolescente, ubica el nacimiento de la MUA en el año 1948. Luego de “caer en Devoto”, Malva y sus amigas se organizaron para llevar comida y ropa para las compañeras presas que colmaban el “pabellón amoral” de la cárcel de Devoto y crearon la primera organización a la que llamaron MUA (Maricas Unidas Argentinas). Así relata ella el surgimiento de esta “mutual”:

“Esto que explicaré nos involucró allá por 1948. Es en esa fecha en que surge la idea de agruparnos de modo clandestino, como una especie de logia, tomando para ello una sigla identificatoria MUA, Maricas Unidas Argentinas, con un fin claramente definido: aglutinar a todos los maricones voluntariosos y solidarios para cooperar económicamente a favor de aquellos que cumplían arrestos en Devoto y que por motivos personales carecían de visitas o paquetes de comida. La forma de contribuir de acuerdo a nuestra idea era que cada integrante de esta cruzada se comprometía simbólicamente a aportar algún dinero para el sostenimiento de una caja que atendería las necesidades primarias de los maricones detenidos.” Fragmento del libro de Malva Solís, “Mi recordatorio. Autobiografía de Malva”. Libros del Rojas. Buenos Aires: 2010.

La represión a los homosexuales continuó luego de la Revolución Libertadora de 1955. El Estado continuó utilizando los Códigos Contravencionales con este objeto sin importar la alternancia entre gobiernos militares y democráticos hasta entrado el siglo XXI, cuando producto de la lucha callejera se logró derogarlos.

Cabe resaltar que lejos de cualquier victimismo, las travestis y homosexuales de estos años desafiaban está opresión construyendo lazos de solidaridad y estéticas afirmativas.

Volvemos a saber de la MUA y de Malva en 1958 por una nota del semanario sensacionalista AHORA que refleja la detención de una “rara organización” llamada Maricas Unidos Argentinos, quienes estaba acusados de formar una banda de amorales que supuestamente “robaban dinero de las Iglesias para financiar sus orgías”.

El cronista se hace eco de todos los prejuicios contra Juana de Arco, la Negra Tucumana, la Gallega, Guillermina, Malva Loca, Fanny y la Vaca Mocha. Tales sus nombres elegidos. Estás maricas posan desafiantes ante las cámaras, sin atisbo de vergüenza afirman su singularidad y cuestionamiento a la norma heterosexual.

Durante las décadas del 40 y 50 los lazos de solidaridad, la amistad como política, la lucha antirepresiva y la creatividad que obligaba a crear incluso un lenguaje propio (carrilche) fueron las acciones centrales de las agrupaciones de disidencias como la MUA. Estás son parte una tradición que sigue latiendo en muchos activismos LGTBIQNB+ actuales.

Harían falta varios años más para que se dieran las condiciones de posibilidad para la aparición de organizaciones reivindicativas, que incluso buscarán opciones revolucionarias para afianzar la lucha por la liberación sexual.

En una próxima entrega rescataremos la experiencia de “Nuestro Mundo” organización de disidencia sexual surgida del mundo sindical en 1967.

Para conocer más acerca de la MUA podes buscar aquí:

  • Juan Queiroz, “Perlas de Archivo”, 2011.Aquí
  • Santiago Insausti, “Una historia del Frente de Liberación Homosexual y la izquierda en Argentina”, 2019. Aquí.
  • Omar Acha y Pablo Ben, “Amorales, patoteros, chongos y pitucos. La homosexualidad masculina durante el primer peronismo [Buenos Aires, 1943-1955]”, 2004. Aquí.
  • “Con nombre de Flor”, documental de Carina Sama (2019). Gracias a laDra. Skarnia.