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Red Internacional
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Sahara Occidental. Marruecos lanza una ofensiva militar sobre Sahara Occidental

Las fuerzas de ocupación marroquíes han iniciado a primera hora de este viernes un ataque armado en la franja del Guerguerat en Sahara Occidental saltándose el acuerdo de alto el fuego.

Sábado 14 de noviembre de 2020 08:05

El ejército de Marruecos ha lanzado una ofensiva en el sur del Sahara Occidental, en lo que se conoce como zona desmilitarizada de Guerguerat, para atacar al grupo de manifestantes que desde hace varias semanas trataban de bloquear la carretera que une a Mauritania con el territorio del Sahara.

Esta franja juega un papel clave en el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental. Por ahi pasan a diario camiones cargados de arena o fosfatos hacia otros países africanos, u otros cargados de la pesca que barcos españoles y franceses estraen de los caladeros sahrauís.

El pasado 21 de Octubre comenzaron las protestas pacíficas de civiles saharauis en este paso fronterizo con Mauritania, en el Guerguerat, debido a la situación actual de estancamiento del conflicto, favorecido por la misión ONU en el Sahara Occidental que lleva años garantizando un status quo que solo favorece a la fuerza ocupante.

El portavoz del grupo, Limam Bachir declaró: ’’hacemos un llamamiento a la ONU para que asuma sus responsabilidades en el territorio y facilite la celebración de un referéndum’’.

Por su parte el Ejercito Marroquí accedió la noche del pasado jueves en el territorio para desalojar la concentración de los activistas saharauis. Tras la ofensiva militar de Marruecos en la que el ejército ha abierto fuego contra los saharauis, los manifestantes salieron de la zona para regresar hacia los campamentos de Tinduf, en el sur de Argelia.

El Ejército Libre del Sáhara respondió al ataque y neutralizó este intento de extender la ocupación militar a este enclave estratégico.

En la noche del viernes se han reproducido intercambios de disparos a lo largo del muro que transcurre por más de 2000 km.

El derecho de autodeterminación del pueblo saharaui

El Sáhara Occidental es uno de los diecisiete Territorios no Autónomos de las Naciones Unidas bajo la supervisión del Comité Especial de descolonización, proceso que no se dará por concluido hasta que el pueblo del Sahara Occidental ejerza su derecho a la libre determinación.

La ONU estableció en 1991 una misión en el Sahara Occidental (Minurso) con el fin de facilitar un referéndum sobre el estatus de la excolonia española, consulta que no se ha llevado a cabo. El Plan de Arreglo establecía la celebración de un referéndum de autodeterminación para el pueblo del Sahara Occidental, además el representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas sería el encargado de todo lo relativo a la celebración del plebiscito que debía celebrarse en los próximos dos años tras la constitución del Plan de Arreglo.

Marruecos presentó una propuesta de autonomía para la zona en 2007 y considera que esa debe ser la base de la negociación, mientras que el Frente Polisario insiste en la necesidad de convocar cuanto antes ese referéndum, por lo que el proceso lleva años estancado.

En los últimos años, las autoridades saharauis han insistido sin éxito al Consejo de Seguridad para que la Minurso, al igual que el resto de misiones de la ONU, pueda supervisar la situación de los derechos humanos en el territorio, donde Marruecos comete continuas violaciones. Del mismo modo exigen su derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Esta ofensiva sobre el pueblo del Sahara Occidental llega en una fecha en que se cumple el aniversario de La Marcha Verde hecho que supuso el fin de la presencia española en el Sahara Occidental. Sin embargo, la lucha del pueblo saharaui por su independencia empezó mucho años antes. Ayer contra la ocupación española y hoy contra el dominio marroquí.

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La mayor parte de la población del entonces conocido como Sahara Español abandonó el territorio y se radicó en la hamada de Tinduf, donde con el tiempo se establecieron cinco grandes campos de refugiados correspondientes a cada una de las regiones administrativas (wilayas) de la RASD: Aaiún, Smara, Dajla, Auserd y Bojador.

La situación de refugio en que vive el pueblo saharaui, —se estima que viven cerca de 200,000 personas refugiadas— se traduce en una problemátic
a muy compleja con dependencia absoluta de la ayuda exterior, falta de soberanía alimentaria y carencia de elementos para la autonomía financiera de la población.

A pesar de la dificultad, el pueblo saharaui se ha organizado y ha sido capaz de lograr estructurar una sociedad en una zona geográfica caracterizada por las duras condiciones de vida.

La denuncia del papel de la ONU y el Estado español

La denuncia del pueblo saharaui a las entidades internacionales como la ONU o el propio Estado español ante su flagrante olvido es permanente.

La política de las distintas entidades internacionales permite la ocupación marroquí en la zona y condena al pueblo saharaui al exilio. Ningún país del mundo reconoce el Sahara Occidental como parte de Marruecos. Pero los intereses de sus aliados (los gobiernos de Francia y EEUU, y las grandes empresas españolas y los diferentes gobiernos) hacen que Marruecos no sienta ninguna urgencia por encontrar una solución.

Es el caso del Estado español que formalmente sería partidario de la celebración de un referéndum de autodeterminación que permitiera al pueblo saharaui recuperar sus tierras y el retorno de los todavía casi 200.000 refugiados que viven en los campos de Tindouf. Pero en los hechos, el Estado español lleva décadas aceptando la ocupación de parte de Marruecos, las constantes violaciones de derechos humanos y la negación del prometido referéndum desde el final de la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos en 1991.

Todos los gobiernos desde el inicio de la mal llamada democracia han aceptado y mantenido este consenso que permite tener unas “buenas relaciones” con el vecino Marruecos. Un país en el que se violan sin cesar los derechos humanos y con el que los acuerdos entre estos estados permite al Gobierno español mantener “a raya” la entrada de inmigrantes. También son de gran interés todos los recursos que empresas internacionales, entre ellas españolas, expolian en Sahara Occidental. Un ejemplo de ello es que de los 126 buques que faenaban en aguas saharauis hasta 2018, 100 eran de bandera española.

Hoy no hay ninguna respuesta ante el ataque militar de Marruecos al pueblo del Sahara por parte del Gobierno de PSOE-UP. Algo que no sorprende. Cuando fue conformado el gobierno en el que participa Unidas Podemos, se aclaró que la política de Estado hacia Sahara Occidental no cambiaba con la nueva legislatura. Algo que mereció la dura crítica de asociaciones y activistas. Sacar de su programa la autodetermianción del pueblo saharahui no supuso a Unidas Podemos ni un sonrojo.

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Es claro que la posibilidad de conseguir un libre derecho de autodeterminación no va a pasar por las manos ni de la ONU ni del Estado español, un estado imperialista que aún mantiene los enclaves coloniales de Ceuta y Melilla y que dedica anualmente miles de millones de euros a gastos militares y misiones en el extranjero. Solo el pueblo saharaui, en alianza con el resto de sectores populares de Marruecos que enfrenten a la dictadura de Mohamed VI, y ayudado de la solidaridad internacional puede avanzar hacia ello. Las características del conflicto y la desesperación de un pueblo condenado al éxodo y el exilio en unos campamentos de refugiados en mitad del desierto argelino solo auguran el comienzo de lo que será una lucha incansable por la autodeterminación.