×
×
Red Internacional
lid bot

ENTRE ELECCIONES y PLANTONES. Meade y Anaya se pronuncian contra los maestros de la CNTE que luchan por sus derechos

El candidato priísta consideró la irrupción de los contingentes de maestros de varios estados como una oportunidad de golpear a López Obrador asegurando que son sus aliados.

Raúl Dosta

Raúl Dosta @raul_dosta

Martes 5 de junio de 2018

José Antonio Meade considera que mediante la asociación de la lucha de los sindicalistas del magisterio con AMLO, puede golpear a éste.

Bueno, con lo distanciado que está Meade del primer lugar en las encuestas, cualquier iniciativa o pelea política para avanzar en la carrera presidencial parece impotente a sólo 26 días de la elección.

No por nada los principales empresarios del país le han pedido a Peña Nieto su intervención para que decline en favor de Anaya, quien va segundo en la misma carrera, e incluso han empezado a actuar por su cuenta para incidir sobre el voto de sus empleados.

Pero tiene que seguir su luchita, así que el día de hoy, tempranito, Meade publicó en Twitter:

Mientras, AMLO se reunió con los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios para “limar asperezas” según dijo antes de entrar, con quienes sostuvo una serie de desencuentros mediáticos en los últimos días.

Si bien en medio de la campaña electoral actual y en otras anteriores López Obrador ha buscado el contacto con los maestros organizados independientemente de su dirección sindical, charra y priísta, con el fin de lograr el apoyo a su candidatura, ante las movilizaciones mantuvo distancia del movimiento democrático del magisterio, porque viene tratando de presentar una imagen más moderada y capaz de mantener la estabilidad en las instituciones de gobierno.

Aún así Meade lo acusó: “los aliados de AMLO desquician CDMX, son violentos, abandonan las aulas y prometen acabar con la Reforma Educativa” apunta cual interesado locutor radiofónico al cual le pagan por fustigar, con exageraciones y mentiras, una justa lucha que se lleva a las calles de la capital del país ante la cerrazón de los aliados de Meade.

La reforma educativa, impuesta por los aliados de Meade sí es una muestra de violencia, del Estado-patrón sobre los trabajadores de la educación, pues los mantiene amenazados y en la zozobra de continuar en su empleo, si no cumplen con los caprichosas evaluaciones diseñadas para coercionar el desempeño laboral, eliminar sus conquistas y reducir su nivel de vida. Por ello es que recorren nuestras calles y se organizan en un plantón frente a Gobernación, demandando solución a sus demandas.

En un mitin electoral realizado en San Luis Potosí el 4 de junio, este ex funcionario -capaz de ver cómo el erario es malversado y ser completamente omiso, como fue en la Estafa Maestra y en la firma del contrato de etano con Odebretch/Baskem, en los que ha tenido cuidado de no comprometer su firma pero ahí ha estado, al frente de las oficinas responsables- cuestiona “a esos maestros que en lugar de enseñar, generan caos”.

Pero él y sus aliados son los responsables de que los maestros estén ahí en su lucha justa. El caos viene de arriba, de las altas esferas del gobierno del gobierno de Peña Nieto y de los apetitos de los empresarios que sueñan con adueñarse algún día de la estructura educativa hoy en manos del Estado.

Otro de los aliados de Meade contra la lucha de los maestros (compiten entre sí en la carrera electoral pero coinciden plenamente en el tema de la educación), es el candidato de origen panista, Ricardo Anaya quien declaró preocuparse porque "se deje a los niños sin clases por hacer plantones; ellos deben cumplir con su obligación de dar clases”, enfatizó el aspirante respaldado por los PAN, PRD y MC.

Los candidatos de las grandes compañías trasnacionales no pueden exigir que los maestros “cumplan” con sus obligaciones si no tienen a disposición escuelas equipadas y reparadas de los estragos de los sismos del año pasado, si los profesores no gozan de sus salarios y prestaciones en tiempo y forma.

Pero también los niños que acuden a estudiar deben estar bien alimentados y con tiempo y elementos suficentes para su aprendizaje, lo cual no se puede hacer sin mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras.

Al final, la lucha contra la miseria y la ignorancia nos hermana para luchar contra las arbitrariedades del gobierno de los grandes patrones. Por eso es del todo justo, y la población los respalda, que los maestros salgan a exigir que las autoridades cumplan con su parte.

Los trabajadores y vecinos de la capital del país debemos organizarnos para llevarles a los maestros que “luchando también están enseñando” nuestra solidaridad moral y económica para que sostengan su lucha hasta el final.

Sólo con el apoyo de la población y sumándonos a sus manifestaciones, reforzando su plantón, será posible doblegar la cerrazón de los funcionarios públicos. Hay que lograr la unidad de trabajadores, sindicatos, estudiantes, padres de familia y vecinos, en torno al magisterio combativo hasta derrotar a la Reforma Educativa.