Este 11 de enero despidieron a 10 trabajadores de administración, gerencia de proyectos, planificación y finanzas. Entre ellos la delegada Fabiola Miranda, en pleno contexto de negociación sindical.
Jueves 13 de enero de 2022
Esto se suma a una serie de vulneraciones hacia los trabajadores del metro, de parte de una administración que con el cambio de gobierno va de salida. Desde las distintas dirigencias sindicales se pide la renuncia del presidente del Directorio Louis De Grange, y del gerente general Ruben Alvarado.
Si esta es la situación laboral de trabajadores de la administración del metro, ¿que pueden esperar los subcontratados por las múltiples empresas subcontratistas de diversos servicios esenciales del sistema de transporte público? Actualmente el subcontrato, por ende, la inestabilidad y el agobio laboral, son la realidad de la mayoría de los trabajadores que hacen funcionar esta compleja red, que permite la movilización de millones de personas al día.
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Si miramos el día a día de los 10 mil trabajadores de metro, encontraríamos que 7 de cada 10 personas trabajan subcontratadas. Estas viven constantes vulneraciones como el no pago de horas extras, horas sin poder ir al baño ni tener colación, y viviendo de una inestabilidad laboral, que hace de la amenaza del despido una constante presión a aguantar y callar ante las mencionadas situaciones.
Se estima que entran 2.4 miles de millones de pesos al día por las más de 3 millones de personas que hacen uso diario de este medio de transporte. Desde la vereda de la precarización laboral y de las millonarias ganancias que perciben los dueños de las licitaciones, es fácil comprender por qué este sistema que mueve la capital, es también tan repudiado y cuestionado por los usuarios, ya que a pesar de que los pasajes han subido un 70% los últimos 10 años, no se ven mejoras ni en las condiciones laborales de quienes hacen funcionar esta red, ni en las tarifas excesivas que llegan a los 800 pesos. Ante esto, las declaraciones no son más que un saludo a la bandera.
Es por esto que se hace necesario que haya una real articulación de los distintos sindicatos del metro, con una organización desde las bases y el apoyo de los usuarios, para terminar mediante movilizaciones, paros y la organización necesaria, con el agobio, la precarización laboral y el subcontrato, de una manera efectiva, sin esperar a los cambios de gobiernos de turno para confiar ciegamente en que las directivas van a velar por los intereses de los más de 10.000 trabajadores en vez de velar por sus bolsillos. Es únicamente de esta forma como las trabajadoras y trabajadores del Metro podrán conquistar el fin al subcontrato, el paso a planta de todos quienes hagan funcionar el sistema de transporte público, la prohibición de los despidos arbitrarios y la reincorporación de los despedidos.