Bloqueadas por dos años hasta hace dos días, ahora las transnacionales biotecnológicas ganan terreno legal en la implementación de transgénicos en México.
Leah Muñoz @leahdanmunoz
Sábado 22 de agosto de 2015
El día 19 de agosto el Juzgado XII de Distrito en Materia Civil del Primer Circuito canceló una medida precautoria que prohibía la siembra de maíz genéticamente modificado en territorio mexicano.
Esta medida que se ejecutaba desde el 2013 fue puesta por las autoridades debido a la demanda hecha por la organización Demanda Colectiva AC, entre otras organizaciones.
La ley al servicio de las grandes biotecnológicas
La decisión del juez ahora permitirá que se dé continuación a las evaluaciones de las 89 solicitudes, para la siembra y comercialización de maíz transgénico en el país, que fueron bloqueadas por la demanda. Mientras que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) podrán dar permisos para la siembra de maíz transgénico en cuanto termine el proceso por parte del juez.
El motivo del levantamiento de este bloqueo a las grandes empresas biotecnológicas según el juez fue debido a que los demandantes no presentaron pruebas de daños en los dos años de bloqueo.
El colectivo que demandó denunció que “la decisión judicial omitió resolver sobre todos nuestros argumentos y pruebas”.
Esta aprobación del juez evidencia el carácter de clase con que el derecho opera en las instituciones, favoreciendo a los capitalistas del agrobusiness.
Las transnacionales biotecnológicas avanzan
El avance de las grandes transnacionales biotecnológicas sobre el maíz mexicano fue impulsado por el gobierno del ahora expresidente Felipe Calderón con las autorizaciones que otorgó en el 2009 para la siembra de transgénicos.
El gobierno de Calderón se encargó de defender los intereses de los empresarios inversores en los transgénicos, por sobre los intereses de los campesinos pobres y el riesgo ambiental y alimentario que conllevaba su liberación en los ecosistemas y el mercado.
Durante su sexenio entre 2009 y 2013 se implementaron las siembras de tipo experimental y piloto. Además que posicionó a Monsanto con 12 solicitudes; cuatro comerciales y ocho experimentales.
Además de militarización e implementación de las reformas estructurales que hacen de México un país subordinado a la agenda de Estados Unidos, el regreso del PRI muestra que también meterá las manos por las transnacionales que ahora están a punto de recibir “luz verde” para continuar con lo que quedó suspendido por la demanda, y dar pasos firmes en la subordinación de la alimentación y el ambiente a sus interés monetarios.
El presidente del consejo directivo de AgroBIO México, organismo que agrupa a los cinco pulpos capitalistas interesados en la biotecnología- Monsanto, Syngenta, Pioneer, Dow AgroSciences y Bayer CropScience- ya ha festejado esta medida, que lo pone más cerca de adentrarse en el campo mexicano, diciendo que: “Es una buena noticia no sólo para las empresas que están tramitando las solicitudes sino también para los investigadores que veían imposibilitada su labor en campo con maíz genéticamente modificado” y celebró que “se haya privilegiado el estado de derecho al levantar esta medida”
¿En peligro la cultura alimentaria?
Junto al peligro que corre la diversidad del maíz por ser México un centro de diversificación, de igual manera corren ese riesgo los aspectos culturales alimenticios que derivan de esa diversidad.
Hace unos días el portal de internet de noticias Sin embargo publicó una nota en la que se pregunta a algunos investigadores, de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), de la UNAM y otras universidades, sobre los posibles riesgos que tiene la reproducción del huitlacoche con la entrada del maíz transgénico al territorio mexicano.
A pesar de que las hipótesis sobre lo que le sucederá al huitlacoche divergen, coincidieron en que era un hecho que las variedades sobre las que el huitlacoche crece están desapareciendo, por lo que el efecto que el maíz transgénico tenga sobre el huitlacoche aun es desconocido.
Ana Weiger del Instituto de Biología de la UNAM señala que el maíz transgénico no es la causa específica de una posible extinción del huitlacoche pero que si desaparecen las variedades donde crece, entonces sí podría extinguirse.
Por otro lado el doctor Enrique Turrent Fernández, miembro de la UCCS, defiende que el huitlacoche no desaparecerá por el maíz transgénico sino que se contaminará con el transgen y se generará huitlacoche transgénico.
Las consecuencias de la subordinación a los Estados Unidos y a las transnacionales imperialistas se ven también en el terreno de la agricultura y de la cultura alimentaria.