En la conferencia vespertina del este jueves, Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud dio un informe sobre la movilidad en el país. Para tener esta información, el gobierno acudió nada más y nada menos que Google y Apple.
Sábado 18 de abril de 2020
El mandatario se limitó a decir que estas empresas proporcionan la ubicación de la población para saber si se mantiene en casa, si sigue yendo a trabajar y si ha bajado la movilidad a centros de entretenimiento. Así dio las gracias a ambas empresas y mencionó que esto era posible pues cuando uno accede a una aplicación pone “sí, sí quiero que sepas mi ubicación”.
Alcalá no habló sobre el costo de este servicio ni dijo si las empresas le están proporcionando más información al gobierno sobre sus usuarios.
En los últimos años han habido múltiples denuncias en el mundo entero sobre la venta de información privada por parte de empresas como Facebook, Google y Apple, pues si bien “te lo advierten” en sus términos y condiciones, estos son textos de páginas completas con tecnicismos que un pequeño porcentaje de la población comprende.
Estos métodos no se le ocurrieron a Alcalá ni a Gattel, en China el ciberespionaje se implementó como ley con la excusa de combatir el virus, Israel utiliza una aplicación para hacer cumplir la cuarentena, Corea del Sur hizo públicos todos los movimientos de la gente que fue infectada de Covid, e Irán llamó a la población a descargar una aplicación para facilitar la detección de síntomas y terminó usándola para recopilar información privada de sus usuarios.
Una vez más con la excusa del enemigo externo, que hoy es el covid-19, los gobiernos justifican un sin fin de medidas que son completamente violatorias de los derechos más básicos. En el mundo entero los gobiernos comienzan a fortalecer un discurso en el que prima la unidad nacional para afrontar el peligro.
Pero el virus es invisible y no hay manera de saber a ciencia cierta dónde está pues los gobiernos se niegan a hacer test masivos. Entonces, ¿quién es el enemigo? Aquellos que no cumplen la cuarentena, que casualmente son aquellos trabajadores que no pueden permitirse cumplir la cuarentena pues antes que de covid-19 podrían morir de hambre.
Así es como las medidas represivas, tanto en el mundo material como en el virtual comienzan a legitimarse y utilizarse como “la única salida ante la crisis”.
Pero estas medidas no servirán para “aplanar la curva”, pues como bien explicó López Gatell en la vespertina de este jueves 17 de abril, a mayor movilidad mayor posibilidad de contagio. una lógica básica, lo que parece no entrar en su razonamiento es que miles de trabajadores tienen que comer y los patrones no les darán licencias con 100% de sueldo por mera benevolencia.
Por el contrario, estas medidas de represión y vigilancia pueden haber llegado para quedarse, con o sin covid, China es un ejemplo de ello, pues a pesar de haber pasado ya la contingencia, el espionaje y el control virtual se mantienen.