México-Centroamérica. Migrantes, ¿moneda de cambio en programa Sembrando Vida?

Mientras las autoridades mexicanas siguen negando derechos humanos para las y los migrantes como su paso libre por el territorio, salud o trabajo digno, en lo político los usan como “moneda de cambio” para pedir más recursos socioeconómicos al imperialismo yanqui; como sucedió con las vacunas o, recientemente, con el financiamiento para llevar adelante sus programas asistenciales.

Es el caso del programa Sembrando Vida, que fue llevado a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), el 31 de octubre de 2021, como un modelo ejemplar para reforestar el mundo, contrarrestar el calentamiento global y mitigar las migraciones masivas, proyecto por el cual el gobierno mexicano pidió 1 000 millones de dólares a EE. UU. para replicarlo en los países del Triángulo del Norte de Centroamérica.

En el discurso, puede parecer todo muy “humano”, pero resulta preocupante que, en gran medida, la mano de obra migrante que trabaja en el campo mexicano en condiciones de semiesclavitud, sin derechos laborales, sea la que sostenga a este programa; pues los grandes beneficiarios son los empresarios y no los trabajadores, acorde con la reciente investigación de la plataforma periodística Connectas, en colaboración con Aristegui Noticias y Proceso, donde se reveló su manejo corrupto como se señala en esta nota.

Es, por lo menos, un conflicto de intereses la relación estrecha y asesoría que mantiene el director del programa, Hugo Chávez Ayala, con los hijos del presidente, quienes son los empresarios agrícolas que reciben beneficios para su finca Chocolates Rocío a través de los productos que se cosechan en Tabasco, en específico del cacao, mientras que las y los migrantes trabajan temporalmente, por pagas miserables y sin derechos laborales plenos.

Este programa fue anunciado en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador como una acción dentro del Plan de Desarrollo para la Migración que permitiera ofrecer un incentivo de visas de trabajo a migrantes, y agregó que se instalarían albergues en los viveros al sur del país para quienes decidan viajar con sus familias.

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Según Jorge Aguilar Reyna, coordinador territorial de Sembrando Vida Tapachula, se contrataron mil 600 migrantes a través de este programa, la mayoría de ellos centroamericanos provenientes de países como Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador, quienes apenas ganan 4 mil 500 a 5 mil pesos mensuales, cifra que está muy lejana para cubrir mínimamente la canasta básica, sumado a que son personas despojadas de todo lo necesario para subsistir al estar lejos de sus hogares.

¿Quiénes son los beneficiarios del programa Sembrando Vida?

De enero a septiembre de 2021, se detectaron 190 mil inmigrantes en México, casi el triple que el año anterior. La política antimigratoria y xenófoba del gobierno ha deportado 74 mil 300 personas que salen de sus países en busca de mejores condiciones de trabajo y vida, además de que ha acelerado los traslados para evitar nuevas caravanas, negándoles derechos como la libertad de tránsito y el asilo político; mientras que otras miles de personas son víctimas del crimen organizado, ya que deciden viajar por rutas menos vigiladas por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración en quienes no confían.

Al respecto, el gobierno mexicano ha insistido en llevar adelante programas como Sembrando Vida para mitigar las migraciones masivas y, a su vez, ayudar al medio ambiente; sin embargo, Federico Ovalle Vaquera, secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, señaló que, en verdad, es un verdadero fracaso, puesto que, en dos años, se secaron el 50 % de los árboles plantados, además de que no hay una base consistente de beneficiarios ni se respetan las zonas arboladas. Incluso, cabe señalar que ha sido notable por causar deforestación en el sureste mexicano, donde se han perdido 72 mil hectáreas de cobertura forestal desde su inicio.

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Aun así, a este programa se le han destinado 15 mil millones de pesos en 2019, 27 mil 500 millones de pesos en 2020 y 27 mil millones de pesos en 2021, además del presupuesto destinado ya para el próximo año por la exorbitante cantidad de casi 29 mil millones de pesos.

De tal forma que, este ya famoso programa es una de las grandes apuestas políticas del gobierno de la 4T, pero no tiene como objetivo primordial ser una solución para el cambio climático ni mejorar las condiciones de las y los migrantes, sino generar apoyos gubernamentales y ganancias millonarias a unos cuantos beneficiarios empresariales que mantienen sus intereses en la producción del cacao, por ejemplo.

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Trabajo digno y derechos plenos para todas las personas que deciden migrar

Las y los trabajadores agrícolas y jornaleros, migrantes o inmigrantes, extranjeros o nacionales, son esenciales para las economías de nuestros países, además de que es el imperialismo el responsable del saqueo de los recursos en los países subordinados económicamente, por lo que resulta indispensable exigir derechos humanos, sindicales y laborales para que ningún migrante ni nativo, sea utilizado, nunca más, para los fines de la explotación capitalista en manos de la casta empresarial.