Protesta laboral. Mil días de huelga sin solución en Notimex

La jornada de protesta por los mil días de huelga inició desde temprana hora afuera de Palacio Nacional, en donde el presidente realiza sus conferencias matutinas. Esta vez, ni una mención al pasar hizo López Obrador de la huelga -que se ha convertido en la más larga de la historia de las instituciones públicas-, reeditando en los hechos el viejo dicho salinista de ’ni los veo, ni los oigo’.

Esto evidencia, una vez más, la cerrazón que el gobierno federal ha tenido ante la huelga y cuestiona su discurso ’democrático’, al tratarse de una lucha de trabajadores por demandas justas. 

Los que sí estuvieron prestos para intentar impedir y acallar la protesta fueron los elementos del supuestamente extinto cuerpo de granaderos.

Más tarde, la jornada continuó con una manifestación ante la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la CDMX, para solicitar la intervención e intermediación de este organismo ante las autoridades mexicanas con el fin de que se solucione el conflicto. Esto considerando que el Estado mexicano ratificó el Convenio 98 de la OIT relacionado con la libertad sindical y firmó el Convenio 190 del mismo organismo contra el acoso laboral. 

Ya que, aunque el gobierno de la 4T dice promover la libertad sindical con la reforma laboral que decretó en 2019, en los hechos busca liquidar al Sutnotimex, así como los derechos plasmados en su CCT, para lo cual promovió la creación de un sindicato blanco propatronal, cuya única función hasta ahora ha sido la de intentar esquirolear la huelga, sin conseguirlo. 

Una ejemplar resistencia

Estos mil días de huelga han sido muy duros para quienes la han sostenido día con día, manteniendo las guardias en los campamentos instalados afuera de los edificios que ocupaba la agencia. Desde donde han padecido, a lo largo de casi tres años, el hostigamiento y las constantes provocaciones ordenadas por Sanjuana Martínez, como se demuestra en estos audios, de las que se han hecho parte en ocasiones la policía y la Guardia Nacional. Esto es doblemente grave, considerando que vivimos en un país donde cotidianamente se asesina y agrede a periodistas con total impunidad.

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Además, a la intemprerie, las y los huelguistas tuvieron que sufrir las consecuencias de la pandemia, sin contar con servicio médico ni un ingreso estable para mantener a sus familias. Mientras que, ilegalmente, Sanjuana Martínez y sus subordinados han seguido cobrando sus elevados salarios -que incluso cínicamente aumentaron- y gastado el presupuesto de la agencia en no se sabe qué. Aquí, como en otras dependencias, la ’justicia laboral’ brilla por su ausencia.  

A pesar de las adversidades, las y los huelguistas del Sutnotimex -en un 80% mujeres- han expresado una y otra vez su disposición a mantener su lucha. Es así que han rechazando las falsas soluciones a la huelga que en distintos momentos les han propuesto desde la Secretaría de Gobernación, como aceptar liquidarse o regresar algunos a laborar permitiendo que otrxs queden fuera. 

Sin duda, se trata de un gran ejemplo de tenacidad y resistencia que requiere del más amplio apoyo y de la solidaridad activa de todas las trabajadoras y trabajadores, estudiantes, organizaciones y del pueblo en general.

Gobierno e instituciones contra la huelga

El gobierno federal, no solo Sanjuana, tiene mucho interés en que la huelga sea derrotada. Pues de triunfar sería un ’mal ejemplo’ para otros trabajadores, demostrándoles que sirve luchar por sus derechos.

Mientras que la junta de gobierno -máxima autoridad de la agencia-, en la que participan los titulares de varias secretarías e instituciones, se mantiene en silencio como si no pasara nada, la ’justicia laboral’, representada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), dependiente de la Secretaría del Trabajo, durante meses ha evitado emitir una resolución sobre la demanda de imputabilidad que interpuso el sindicato, lo que seriviría para presionar legalmente a las autoridades de la agencia para que resuelvan el conflicto.

Se evidencia así que, tanto la JFCA como la Secretaría del Trabajo, más allá de que pretenden ser ’imparciales’, responden a la misma política que el gobierno federal ha sostenido para evitar que la huelga se resuelva a favor de las y los trabajadores. No está de más mencionar que hasta ahora todos los recursos y procesos legales que han tenido que ver con el conflicto se han resuelto a favor de las y los huelguistas, lo que demuestra que el problema no es legal sino político.

Si bien, a partir de la protesta ante Palacio Nacional por los 1000 días de huelga, la secretaria de atención ciudadana de la presidencia de la república, Gabriela Romero, se comprometió a convocar a una nueva mesa de diálogo entre diversas secretarías y el Sutnotimex, la realidad es que hasta ahora ni la dirección de la agencia ni el gobierno federal han mostrado ninguna voluntad de resolver la huelga. No se puede olvidar que, en otros momentos, estas mesas se han ’abierto’ para desmovilizar, presionar y desgastar a las y los trabajadores, para luego volverse a cerrar unilateralmente sin resolver sus demandas.  

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Cabe preguntarse, por qué tanta cerrazón de un gobierno que se dice ’progresista’ y ’antineoliberal’ ante los justos reclamos de las y los trabajadores. No se puede ignorar que el conflicto laboral en Notimex no es un problema asislado, provocado por la ’mala voluntad’ de una funcionaria prepontente como Sanjuana Martínez. Los despidos arbitrarios y el ataque a los derechos laborales que ésta quiso imponer y que se toparon con la firme resistencia de las y los trabajadores del Sutnotimex, quienes apelaron a su derecho de huelga, no se contradicen con la política de precarización laboral que se viene aplicando en otras dependencias del gobierno federal y también por los gobiernos estatales y en el sector privado. Así se está demostrando que, más allá de su retórica, la transformación del ’sistema laboral’ que plantea el gobierno de la 4T no es favorable para las y los trabajadores.

Considerar la huelga como un caso particular, ajeno a la situación que vienen padeciendo otros sectores de trabajadores tanto del sector público como del privado, dificulta poder hacerles ver a éstos que enfrentamos un problema común como clase trabajadora, que es el avance de la precarización laboral y que debemos unirnos para enfrentarlo, porque ningún sindicato o gremio podrá hacerlo aisladamente. 

Desde esta perspectiva, el triunfo de la huelga del Sutnotimex demostraría que es posible derrotar este ataque, inicialmente en una dependencia, pero el ejemplo se puede extender, dejando al resto de los trabajadores en mejores condiciones para dar la pelea en defensa de sus derechos laborales e ir por más. 

¿Qué se necesita para que la huelga triunfe?

A lo largo de estos 1000 días de huelga, diversas organizaciones sindicales, sociales y de izquierda nos hemos solidarizado y hecho parte de esta lucha de múltiples maneras. Aportando al fondo de huelga, con la asistencia de compañeras y compañeros a las guardias en los campamentos y a las acciones convocadas por el Sutnotimex, difundiendo información sobre el conflicto en nuestras redes sociales y centros de trabajo o estudio, etc. 

Ante el cerco mediático y las versiones tendenciosas favorables a la patronal que expresan incluso medios que se dicen ’democráticos’ y ’progresistas’, como La Jornada, desde La Izquierda Diario México hemos tratado permanentemente de visibilizar la huelga y darles voz a sus protagonistas.

En la jornada por los 1000 días también se expresó el apoyo a la huelga, que ha traspasado fronteras. Días antes se realizó un foro internacional en solidaridad, que contó con la participación de organizaciones y activistas de diversos países de América Latina, Europa y Estados Unidos,

El 16/10 integrantes de diversas organizaciones participamos en las acciones convocadas por el Sutnotimex y muchas más se pronunciaron nuevamente por la solución de la huelga, evidenciando la simpatía que puede despertar esta lucha entre otros trabajadores. 

Sin embargo, se demostró también que sigue haciendo falta fuerza para lograr su triunfo. Ya es claro que no alcanza con los pronunciamientos, los aportes económicos (que son necesarios y hacen falta más) o la asesoría legal que le brinda al Sutnotimex la UNT, central que está integrada por sindicatos con miles de agremiados, como el STUNAM y el Sindicato de Telefonistas. 

Hasta ahora, a las movilizaciones convocadas solo han acudido algunos representantes o pequeñas delegaciones de las organizaciones sindicales que se han pronunciado a favor de la huelga. Tal parece que los dirigentes de estos sindicatos, aunque dicen apoyarla, no quieren que sus bases se contagien con el ’mal ejemplo’ de esta lucha. Su negativa a convocar a una movilización unitaria y masiva de sus bases por el triunfo de la huelga del Sutnotimex, cuando ésta requiere urgentemente de apoyo activo, los hace corresponsables de que la huelga siga aislada y sin solución, contribuyendo a que el resto del movimiento obrero se mantenga dividido e impotente para enfrentar los ataques en su contra. 

Si bien el Sutnotimex es quien debe definir su plan de acción, las acciones de solidaridad con la huelga deberían ser propuestas y discutidas democráticamente por todas las organizaciones que la apoyan y ser sometidas a la consideración de sus bases en asambleas o las instancias pertinentes, para que se hagan parte de ellas conciente y activamente. Esto requiere que las y los trabajadores con más conciencia de clase le exijan a los dirigentes de sus organizaciones informar sobre la huelga y abrir esta discusión entre sus bases. 

Si la UNT, la CNSUESIC, la NCT y los demás sindicatos que se reivindican democráticos realmente están por el triunfo de la huelga, deberían convocar cuando menos a un día de paro en solidaridad, acompañado por una movilización unitaria y masiva que le muestre al gobierno que las y los trabajadores del Sutnotimex no están solos. No hay más tiempo que perder, es ahora o nunca. 

¡Solución a la huelga ya!