Mientras Milei invita a Macri a unir fuerzas contra el kirchnerismo, el expresidente responde proponiendo un equipo conjunto. En el medio de las acusaciones mutuas sobre corrupción, se intensifican las tensiones hacia la definición del panorama preelectoral, el control de áreas claves del Gobierno, y el liderazgo del espacio de la derecha en el país.
Jueves 9 de enero 20:49
El líder del PRO, Mauricio Macri, dio un giro político al mostrarse convencido de la necesidad de formar una alianza con La Libertad Avanza (LLA) de cara a las elecciones legislativas de este año. En un gesto inédito, publicó un mensaje en su cuenta de X dirigido a Javier Milei, con quien propuso conformar un equipo de trabajo conjunto para "defender los logros obtenidos" y avanzar en "una agenda profunda de cambios y transformaciones que la Argentina aún necesita". Sin embargo, desde Casa Rosada respondieron con indiferencia. “Mauricio se apuró”, afirmaron fuentes del entorno presidencial, desestimando el movimiento del exmandatario.
En su mensaje, Macri mencionó una lista de posibles integrantes para este equipo: Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados; las diputadas Ana Clara Romero y Silvia Lospennato; el exministro de Economía Hernán Lacunza; y la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez. Todos ellos ya han desempeñado un rol clave en la aprobación de medidas propuestas por Milei, como la Ley Bases y otras iniciativas de ajuste que afectaron a los sectores populares.
Respuesta y tensiones crecientes
El llamado de Macri surgió luego de que Milei lo instara a "unir fuerzas para arrasar con el kirchnerismo" en las elecciones legislativas. No obstante, el acercamiento ocurre en un contexto de creciente tensión entre ambos sectores. Recientemente, el Gobierno denunció la existencia de una supuesta lista de empresarios kirchneristas protegidos por la AFIP durante la gestión de Cambiemos, lo que alimentó las acusaciones mutuas entre libertarios y macristas.
La disputa entre Macri y Milei refleja las contradicciones internas de la derecha en Argentina. Mientras Milei avanza con una agenda de privatizaciones y ajustes que ha llevado a una pérdida significativa del poder adquisitivo de los trabajadores, y que incluye la entrega de IMPSA al capital norteamericano, Macri intenta reposicionarse en un escenario político marcado por su legado de endeudamiento y políticas que también afectaron a las mayorías trabajadoras.
Desde que asumió Milei, los trabajadores privados han perdido alrededor de un millón de pesos y los estatales casi tres millones, en un contexto donde la inflación sigue socavando los salarios reales.
La disputa entre Milei y Macri además de expresar la falta de hegemonía para erigir un liderazgo dentro de la derecha, también deja en evidencia que para fortalecerse, uno debe prevalecer sobre el otro. Esto tendrá impacto en definir qué sector del capital tendrá el control en la implementación de políticas neoliberales que continúan afectando a los sectores populares.
Alianzas y treguas
Detrás de estas tensiones, el 2024 mostró el rol esencial del macrismo para que el gobierno de Milei se asiente, aportando funcionarios como Patricia Bullrich, aplicando los despidos de empleados públicos, y dándole diputados y senadores para votar las leyes que mandaba al Congreso. Sin embargo, Milei también tuvo la colaboración imprescindible de diputados y senadores del peronismo para obtener sus mayorías en el Congreso, su inacción permitió que el “Mega DNU” cuando asumió quede vigente, y la tregua de las centrales sindicales que dejaron pasar no sólo esas votaciones, sino miles de despidos, tarifazos, represiones y bajas salariales.
De hecho, el creciente acercamiento entre LLA y el bloque legislativo del kirchnerismo durante noviembre y diciembre hizo crujir el matrimonio Milei-Macri. Con la propuesta de Milei de eliminar o suspender las PASO y votar una reforma política, y caída la sesión que iba a tratar el reaccionario proyecto de "ficha limpia" impulsado por el PRO, crecieron los rumores y denuncias de un posible acuerdo entre los libertarios y el kirchnerismo que abrió una crisis más entre el expresidente y la Casa Rosada.
Un llamado a la resistencia
En este escenario, la izquierda llama a organizar la resistencia y a construir una fuerza política independiente que defienda los intereses de los trabajadores y las mayorías populares, frente a una derecha que, aunque dividida, comparte un mismo objetivo de profundizar el ajuste y la represión, y un peronismo que hundido en su propia crisis interna de liderazgo, tampoco propone alternativa al ajuste en curso.
