La pasada semana el Comandante en Jefe del Ejército Guido Manini Ríos anunció su intención de proponer que los jóvenes que no estudian ni trabajan, los generalmente denominados ni-ni, sean incorporados a las fuerzas armadas. El comandante anticipó que propondrá un plan para que las fuerzas militares brinden “educación cívica, cierta disciplina y normas de higiene”, así como capacitación en oficios a los jóvenes que no están trabajando ni estudiando.
Martes 3 de mayo de 2016
La pasada semana el Comandante en Jefe del Ejército Guido Manini Ríos anunció en una entrevista en Radio Espectador su intención de proponer en el marco de las mesas de dialogo social que promueve Presidencia de la República que los jóvenes que no estudian ni trabajan, los generalmente denominados ni-ni, sean incorporados a las fuerzas armadas.
El comandante anticipó que propondrá un plan para que las fuerzas militares brinden “educación cívica, cierta disciplina y normas de higiene”, así como capacitación en oficios a los jóvenes que no están trabajando ni estudiando.
¿Los problemas sociales se solucionan con disciplina?
En el momento en que el tema de la “inseguridad” se ha instalado como uno de los temas centrales de la agenda política no debe sorprender la idea que ha planteado el comandante del Ejército.
Cuando la oposición blanqui-colorada insiste en sus planteos de mano dura e intenta fomentar un clima de mayor control social, campaña a la que el Frente Amplio también se suma con sus propuestas de endurecimiento de penas hacia los procesados por delitos o el aumento de patrullajes policiales en las ciudades, la propuesta de Manini Ríos constituye una profundización de la solución represiva para los problemas derivados de la exclusión social.
Con una visión esteriotipada y estigmatizante de los jóvenes pobres, a los que se los presenta como faltos de higiene o vagos, la proposición de Manini pone la responsabilidad de la situación de falta de proyectos personales de muchos jóvenes del país en ellos mismos, escondiendo que el principal responsable de esta situación es el propio sistema social en el que vivimos. Como lo muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística existe en estos últimos años un aumento de la desigualdad social y aún con la década de bonanza económica que vivió el país amplios sectores sociales viven en condiciones de exclusión sin posibilidades de integración social a través del estudio o un trabajo digno.
Las Fuerzas Armadas buscan convertirse en actores políticos
La propuesta de Manini Ríos apunta también a lavarle la cara a las fuerzas armadas genocidas al presentarlas como un actor social activo que puede ser útil al país a través de este tipo de acciones. Este rol en el que intentan ubicarse los militares, con una mayor injerencia en asuntos internos del país alejados totalmente de sus funciones originales, es también responsabilidad del propio gobierno frenteamplista que respalda y mantiene en su cargo al Ministros Fernandez Huidobro, activo defensor de las FFAA y partidario ferviente de “reconciliarlas” con la sociedad y dejar en el pasado su papel en la Dictadura.
Con una crisis que ha llegado para quedarse y una situación económica que empeora día a día este tipo de propuestas buscan promover soluciones represivas y de control social ante el empeoramiento de las condiciones de vida que se viene y los ataques a las conquistas de los trabajadores que se comienzan a poner en marcha.