Siguen los coletazos del WhatsApp de Hermosilla, la salpicada ahora es la ministra de la corte suprema, Angela Vivanco, luego de que su marido Gonzalo Migueles ofreciera un doctorado y el cargo de fiscal centro norte al fiscal Carlos Palma a cambio de un apoyo para la designación del fiscal nacional propuesto por la moneda. Un nuevo escándalo que muestra, una vez más, las tramas de corrupción y prebendas entre la casta judicial y política del país.
Lunes 17 de junio
Durante este fin de semana se supo de una serie de pronunciamientos que realizó la actual Ministra de la Corte Suprema, Angela Vivanco, en torno a la polémica que la afecta debido a las gestiones que hiciera su marido, Gonzalo Migueles para la votación del actual fiscal nacional, Angel Valencia.
Todo esto a propósito de un reportaje que publicó el medio CIPER donde se señalaba el posible entramado de corrupción que llevaba adelante el marido de Vivanco que llegó a ofrecer “doctorados” y el cargo del actual fiscal Xavier Armendariz al también fiscal Carlos Palma. Todo esto detallado en un whatsapp que Palma copió a Hermosilla.
Según señaló La Tercera, Vivanco se quejó del reportaje de CIPER y apuntó sus dardos contra la fiscalía por las filtraciones del whatsapp de Hermosilla que se encuentra bajo cadena de custodia, por lo que un número reducido de personas tiene acceso a él.
La intención de Vivanco es eximirse de toda responsabilidad aun cuando ya se han señalado que en el mismo whatsapp también hay conversaciones entre Hermosilla y la misma Vivanco en el tiempo que esta se encontraba haciendo lobby para conseguir su nominación a la Corte, tarea con la que Hermosilla colaboró activamente, más cuando en aquella época (2018), este se desempeñaba como asesor del Ministerio del Interior dirigido por su gran amigo Andres Chadwick.
Según señaló Vivanco, durante esta semana se comunicará con Valencia para hacerle saber su molestia con las filtraciones porque estas “dañarían” la imagen del poder judicial y en particular a su persona y amenazó con acciones legales contra quienes resulten responsables.
Una casta llena de privilegios, al servicio del poder
Los jueces, al igual que los partidos políticos tradiciones y todo el entramado judicial, responde a una casta política llena de privilegios que sirve a los intereses de los poderes económicos del país.
Hasta ahora, las crisis políticas producto de la corrupción venían afectando sobre todo a los partidos políticos, el parlamento, y el ejecutivo. Luego se sumaron las administraciones locales como los municipios y ahora último las gobernaciones. El poder judicial y la fiscalía parecian estar el margen.
Pero en los últimos años paulatinamente han salido a la luz los profundos lazos que existen entre los partidos tradicionales y la acción judicial. Desde el cierre de causas, las clases de ética o la no presentación de querellas pasaron “piola” durante varios años, pero con el estallido del caso Hermosilla y la filtración de sus conversaciones privadas con personeros de gobierno y oposición, sacó a la luz las relaciones insestuosas que existen entre los poderes empresariales, los partidos y los diferentes poderes del Estado.
Ahora, podemos ver cómo efectivamente se eligen a los jueces con favores y prebendas que no se conocían por fuera de los pasillos en la trastienda de la política tradicional.
Estas últimas filtraciones son particularmente insólitas considerando la enorme cantidad de privilegios que se tienen al llegar a esos cargos, no solo por los sueldos que bordean los 10 millones de pesos mensuales, sino los vehículos fiscales de lujo entre otros. Durante la pandemia ellos mismos acordaron las modalidades de teletrabajo o con la llegada de las vacunas fueron los primeros en acceder a ella saltándose cualquier fila (incluso los fueron a vacunar a los tribunales!).
