El Tribunal Penal de Oberá dictó sentencia contra cinco efectivos de la Policía de Misiones, en un hecho histórico en la provincia. Tres de los acusados recibieron cadena perpetua por golpear hasta la muerte a Hugo Wasyluk, de 28 años, detenido el 25 de abril de 2011 y fallecido entre la medianoche del 26 y la madrugada del 27 de abril sobre un inodoro de una comisaría.
Miércoles 15 de diciembre de 2021 11:54
Carlos Gómez, uno de los policías condenados | Foto El Territorio
El Poder Judicial llegó diez años tarde a dictar sentencia en uno de los tantos casos de violencia policial y abuso de autoridad en Misiones durante las últimas décadas. En el juicio se escuchó a uno de los condenados, Carlos Antonio Gómez, decir cosas tales como “no tenemos la culpa de que el señor haya muerto”, autoproclamándose inocente, como tantos otros. Lo cierto es que es el primer caso emblemático en llegar a juicio oral y público.
¿Porqué fue detenido Hugo Wasyluk?
Hugo Miguel Wasyluk, padre de un niño de nueve años, había tenido una discusión con su hermana quien lo había denunciado por “amenazas” logrando que un juzgado de la zona ordenara su detención. La tarde del 25 de abril Wasyluk caminaba por el medio de la ruta provincial 103 cuando fue derribado por un portazo de un patrullero de la Policía. Dentro de la camioneta iban cinco policías. Una vez en el piso, la víctima fue sometida a golpes en distintos escenarios, lo que se extendería durante todo un día.
Tras su detención, el hombre fue trasladado a la Comisaria de Villa Bonita, donde fue esposado y torturado una vez más. Pero su evidente malestar hizo que se tomara la decisión de cargarlo nuevamente al patrullero y trasladarlo a la Comisaria Segunda de Oberá, donde no quisieron recibirlo por el estado en que se encontraba. Terminó alojado en una celda de la Comisaria Primera, donde 24 horas más tarde fue hallado muerto con un cuadro de hemorragia masiva.
En el juicio que terminó este martes tres de los acusados fueron condenados a cadena perpetua, dos a entre cinco y ocho años de prisión efectiva y ocho absueltos por el “beneficio de la duda”. Los condenados serán trasladados a Cerro Azul, donde deberán hacer la correspondiente cuarentena, y luego serán derivados a la Unidad Penal 1 de Loreto. Allí, en un pabellón especial, cumplirán su condena.
Las condenas constituyen un antecedente jurídico para futuros casos de apremios ilegales y torturas seguidas de muerte en comisarías de la provincia. Pero el Poder Judicial avanza a paso de tortuga. Restan otros casos que están esperando juicios y resoluciones. Por caso, antes que Wasyluk, en marzo de 2008 desapareció Mario Golemba después de haber sido detenido por efectivos de la Comisaría Primera de Dos de Mayo. Sin embargo la “Justicia” se tomó trece años para caratular el caso como “desaparición forzada de persona”. Recién en junio pasado se produjo ese cambio y, con ello, el pase de la investigación al fuero federal. El caso Golemba tendría un juicio cuando el Poder Judicial federal lo decida. Pero aún se mantiene en la impunidad.
