En horas de la tarde mientras los alumnos se encontraban en sus aulas cursando, se pudo ver cómo comenzaba a llover de los techos y se filtraba el agua al interior del edificio. Se suspendieron las clases hasta mañana.
Jueves 13 de junio de 2019
Pasan los gobiernos, la desidia queda. El Instituto Superior de Formación Docente Nº 21 "Dr. Ricardo Rojas" ubicado en Moreno, suspendió hoy las clases para sus 3 mil estudiantes debido a que entró agua de lluvia por sus techos y paredes. La suspensión durará hasta mañana.
Distintas fuentes informaron para este medio que desde el Equipo Directivo y el Consejo Escolar le adjudican la responsabilidad de esta catástrofe a la empresa privada encargada de refaccionar las instalaciones de este instituto construido sobre una histórica y descuidada casona. Explicaron que la obra está en período de prueba.
Cabe recordar que fue el Equipo Directivo del Instituto el que autorizó de manera unilateral sin consultar a los claustros el comienzo de clases de este año sin haberse cumplido los acuerdos que se firmaron luego de los crímenes de Sandra y Rubén, en agosto del año pasado entre los estudiantes y docentes con el Municipio y el Consejo Escolar. Estos acuerdos contemplaban el no inicio de las clases hasta que el lugar este en condiciones para su funcionamiento.
Estas son las condiciones de los establecimientos educativos en la que nos obligan a estudiar. Que la lluvia entre a las aulas no es una cuestión climática sino política: hace más de diez años que el Rojas arrastra una crisis estructural de la que nadie quiere hacerse cargo. Esto es el resultado de las políticas de ajuste del gobierno nacional y provincial y de más de 30 años de peronismo en la gestión municipal.
Mientras unos y otros están de campaña empapelando la ciudad con las mil y una caras de sus candidatos, ni uno solo puede explicar cuál será el destino de la educación pública si quieren seguir pagándole al FMI. Bajo la tutela de éste organismo internacional, nuestros institutos seguirán inundándose y se profundizarán los problemas edilicios.
Ante este panorama, la primera respuesta a dar es la organización de la comunidad educativa y la coordinación con otras escuelas y sectores de trabajadores en lucha para que se consigan nuestras demandas.