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Red Internacional
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#ALTSASUKOAKASKE. Movilización histórica en las calles de Iruñea por justicia y libertad para los jóvenes de Altsasu

Una multitud de más de 80 mil personas abarrotaron este sábado las calles de Iruñea (Pamplona) en rechazo a la sentencia de la Audiencia Nacional española que condenó hace dos semanas a los jóvenes de Altsasu.

Diego Lotito

Diego Lotito @diegolotito

Domingo 17 de junio de 2018

Foto: Altsasu Gurasoak

La solidaridad con los jóvenes de Altsasu ha desbordado Iruñea este sábado en una manifestación que ya se cuenta entre las más importantes celebradas en la historia de esta ciudad. Más de 80.000 personas han recorrido Iruñea desde el estadio El Sadar hasta la Plaza de la Libertad entre gritos de “Hau ez da justizia” (“Esto no es justicia”) y “Altsasukoak, askatu” (“Los de Altsasu, libres”).

Convocada por la plataforma de familiares Altsasu Gurasoak, la manifestación volvió a pedir la libertad de los ocho jóvenes de Altsasu condenados y encarcelados por una reyerta en un bar en la que se vieron involucrados dos guardias civiles sin uniforme.

Este sábado, Pamplona se quedó pequeña para la multitud que volvió a pedir la libertad de este chico y de los otros seis que están en prisión –tres de ellos llevan allí un año y medio- por esa misma reyerta, en la que se vieron involucrados dos guardias civiles sin uniforme. La Audiencia Nacional les ha condenado a penas de cárcel que van desde los dos hasta los 13 años por unos hechos que la fiscalía catalogó inicialmente como “terrorismo”.

La imputación por “terrorismo” fue desestimada en el juicio, pero el tribunal les aplicó a los ocho jóvenes las penas máximas posibles por delitos de “lesiones” y “desórdenes públicos y amenazas”.

La acusación del delito de “terrorismo” por una pelea de bar fue lo que permitió en primer lugar que el caso fuera llevado a la Audiencia Nacional y la “prisión preventiva” a tres de los jóvenes condenados (que ya llevan más de un año y medio en prisión), una medida completamente violatoria de las libertades individuales.

Por ello los familiares denuncian que todo el proceso ha sido un verdadero “Montaje judicial”, instrumentalizando la figura penal de “terrorismo” para dar una condena ejemplarizante contra jóvenes vascos. En efecto, si el caso nunca se hubiera caratulado de “terrorismo” y se hubiera tratado en Navarra, sin dudas habría tenido un resultado diferente, donde no hubiera pasado de lo que fue: una reyerta de bar.

A pesar de ello, 48 horas antes de esta movilización, el fiscal de la Audiencia Nacional, José Perals, volvió a insistir en la teoría de que los jóvenes de Altsasu han cometido delitos que pueden catalogarse de “terrorismo” y que sean condenados a penas aún más altas. Recordemos que inicialmente la fiscalía había pedido penas de hasta 60 años para cada uno de los chavales.

“Inhumano. Absolutamente inhumano”, fue la definición que encontró Nekane Ortigosa, madre de Aratz -uno de los jóvenes condenados-, para resumir lo que piensa y siente ante las pretensiones de Perals.

Los jóvenes de Altsasu que aún no se encontraban en prisión fueron detenidos el pasado martes, en una operación vengativa y desproporcionada, que incluyó identificaciones, golpes y multas sobre los vecinos que se acercaron a mostrar su rechazo a las detenciones.

“Nos han vuelto a ocupar el pueblo, han vuelto para generar rabia y dolor, volvemos a ver que la justicia no es igual para todo el mundo. Donde en unos casos hay libertad y fianzas, en el nuestro hay detenciones y encarcelaciones. Han querido volver a dar una imagen de fuerza y ocupación”, denunció entonces Idoia Goikoetxea, portavoz de Altsasu Gurasoak. Una demostración de venganza y prepotencia que encendió aún más la indignación que este sábado se manifestó en las calles de Iruñea.

Solidaridad masiva

La solidaridad y el apoyo, pero también la rabia y la indignación, recorrieron la multitudinaria movilización que partió a las 17.00 desde las afueras del estadio de fútbol El Sadar, cuyos alrededores ya se encontraban abarrotados de gente antes del comienzo de la marcha.

A la ciudad llegaron unos 150 autobuses, muchos de diferentes ciudades y comarcas del País Vasco, pero también del resto del Estado como Madrid, Burgos, Asturias, Andalucía, Extremadura y especialmente de Catalunya. Varios autobuses, repletos de esteladas, camisetas y lazos amarillos llegaron a Iruñea desde Catalunya para expresar su solidaridad incondicional con los jóvenes de Altsasu y la exigencia de “Llibertat presos polítics”.

“Altsasukoak, askatu” (“Los de Altsasu, libres”), “Hau ez da justizia” (“Esto no es justicia”) y “Alde hemendik, utzi pakean” fueron algunas de las consignas más escuchadas a lo largo de la marcha que culminó en la Plaza de la Libertad.

La cabecera de la manifestación, encabezada por las y los familiares de los jóvenes, ha arrancado aplausos y emotivos gestos de apoyo durante todo el recorrido.

Al llegar a la Plaza de la Libertad tras más de una hora y media de marcha, ha tenido lugar el acto de cierre en el que los familiares agradecieron el apoyo recibido y valoraron que la manifestación superó con creces el listón de la anterior manifestación, ya de por sí multitudinaria, el pasado 14 de abril.

Desde el escenario, las madres de Altsasu denunciaron nuevamente un “deseo indisimulado de venganza” contra sus hijos y en el manifiesto leído al final del acto alertaron sobre “un abuso de poder intolerable”, señalaron que las condenas “son absolutamente desproporcionadas” y recordaron, entre otras cosas, los vínculos familiares de la jueza Concepción Espejel –presidenta del tribunal a cargo de este caso– con la Guardia Civil.

“La gente está pidiendo justicia a gritos”, decía a Público Nekane Ortigosa, madre de Aratz, poco antes de que arrancara la marcha. Fue ella precisamente quien transmitió el mensaje que su hijo le había dado a la mañana en la cárcel de Soto del Real: “A pesar de la distancia y los muros, sentimos el apoyo de la gente”.

La lucha por la libertad de los jóvenes de Altsasu continúa. Según expresaron en la declaración leída al final de la manifestación, el grupo de familiares de los jóvenes condenados se propone impulsar una “Mesa para la regeneración democrática y la recuperación de derechos y libertades”, a la que invitan a ser “debatida y a llenar de contenido” para encontrar “soluciones efectivas a fin de que hechos similares no vuelvan a ocurrir a nadie y se haga por fin JUSTICIA”.

Los familiares de los jóvenes de Altsasu, como ya habían afirmado apenas se conoció la sentencia, no se quedarán “paralizados por el dolor”. La solidaridad desde todo el Estado tampoco. #ALTSASUKOAKASKE


Diego Lotito

Nació en la provincia del Neuquén, Argentina, en 1978. Es periodista y editor de la sección política en Izquierda Diario. Coautor de Cien años de historia obrera en Argentina (1870-1969). Actualmente reside en Madrid y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.

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