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Red Internacional
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Salud. Mueren más mujeres por tuberculosis que por guerras

De acuerdo con las estadísticas presentadas por la OMS y la OPS, en el 2015 fallecerán un millón de mujeres en el mundo a causa de esta enfermedad. En la Capital Federal, las más afectadas son las mujeres jóvenes de los barrios ubicados al sur.

Jueves 28 de mayo de 2015

La tuberculosis (TBC) es una enfermedad infecto contagiosa provocada principalmente por la bacteria Mycobacterium Tuberculosis, transmisible de persona a persona vía respiratoria. Se calcula que en el mundo hay 1700 millones de infectados y las mujeres se llevan la peor parte.

Según la Organización Mundial de la Salud "hay más casos de notificación en hombres que mujeres, sin embargo, en lo que a enfermedades infecciosas se refiere, la tuberculosis es una de las infecciones que más mortalidad femenina acarrea". Cada año, 3 millones de mujeres se verán afectadas y más de medio millón morirá por esta causa. Además, la Organización Panamericana de la Salud ha advertido que son las jóvenes y las niñas las que más padecen la enfermedad.

La Tuberculosis se multiplica donde quiera que haya inadecuadas condiciones de vivienda. En Argentina, a pesar de que son parciales, los números han ascendido durante el último tiempo: hay 10.000 nuevos enfermos y 800 nuevas muertes por año. El 66% los casos de TBC del país se ubican en sus cuatro jurisdicciones más grandes: Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Sin embargo, son la PBA y la CABA las que lideran las estadísticas (67% y 22%, respectivamente).

Según los datos arrojados por el Análisis de la Situación de Salud de la población de CABA, el área del hospital Piñero concentra la mayoría de las notificaciones de Tuberculosis, sobre todo en la edad de 20 a 35 años. Asimismo las Comunas 4 y 8 constituyen las más expuestas a las enfermedades infectocontagiosas. Las propias estadísticas del gobierno macrista muestran que el Riesgo Relativo de enfermar de TBC es cinco veces mayor en la zona sur de la CABA con mayores Necesidades Sociales que en el resto de la ciudad. Esto equivale a decir que son las condiciones estructurales de estos barrios las que hacen que sean los jóvenes y mujeres de los sectores más explotados, los que mueren por esta enfermedad.

¿Cómo es posible que actualmente una enfermedad infectocontagiosa propia del siglo XIX cause tal cantidad de muertes?

El hacinamiento -presente en villas, asentamientos precarios y barrios populares- es una condición indispensable para la transmisión de la Tuberculosis. Además, la falta de condiciones de saneamiento básicas como el agua potable y cloacas, hacen aún mayor la posibilidad de contagio. Por último, también colabora el amontonamiento de personas en los transportes públicos y la falta de acceso a la salud, así como las pésimas condiciones de salubridad en los lugares de trabajo. Esto se ve, por ejemplo, en los talleres textiles clandestinos –de mano de obra principalmente de mujeres- donde la TBC abunda y se propaga.

Por otro lado, siendo esta enfermedad tan prevalente en la población, su diagnóstico no se realiza preventivamente a todas las personas que se encuentren en riesgo, por vivir en zonas de gran hacinamiento. Junto a esto, el tratamiento contra la Tuberculosis tiene un protocolo de al menos seis meses con antibióticos, que de ser interrumpido se debe volver a comenzar, y que no se encuentra disponible en todos los hospitales públicos de la Ciudad o del Gran Buenos Aires. La imposibilidad en la mayoría de los casos de seguir al pie de la letra el extenso tratamiento, hace que las bacterias sean cada vez más resistentes a los antibióticos y, por lo tanto, sea más difícil de erradicar. Sumado a esto, al ser una enfermedad prevalente en los sectores populares y trabajadores, la gran industria farmacéutica (la segunda en ganancias a nivel mundial) no tiene interés en invertir en investigar y promover un tratamiento de corta duración y más práctico contra la Tuberculosis.

Estas son las raíces detrás de las cifras de TBC. En el caso de las mujeres, se suma el mayor desgaste que suman, a la jornada laboral, las tareas domésticas y el cuidado de salud de todo el grupo doméstico. Por otra parte, las mujeres más pobres lideran los índices de desnutrición y esto las hace más expuestas a las enfermedades infectocontagiosas.

Los funcionarios macristas y kircheneristas han respondido con represión y desalojos a la emergencia habitacional en CABA, y han votado en común la legislación que avala la falta de vivienda y el vaciamiento de la salud pública, como señaló la candidata a Jefa de Gobierno por el PTS en el FIT, Myriam Bregman. Una respuesta de fondo a la TBC implicaría atacar los grandes déficits habitacionales; y equipar los hospitales y centros de salud para poder prevenir, diagnosticar y tratar a las personas que padecen esta enfermedad que son, en su mayoría, mujeres.