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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Muerte obrera en el Sarmiento: solidaridad de los trabajadores jaboneros

Ante la muerte de Sebastián Carranza, trabajador del tren Sarmiento, la Agrupación Bordó Jabonera denuncia la responsabilidad de Trenes Argentinos y del Estado.

Jueves 21 de marzo de 2019 19:00

Una vez más la desidia de una empresa y el Estado termina con la vida de un laburante. Sebastián Carranza, padre de una nena de 1 año, trabajador tercerizado del tren Sarmiento murió al caer 7 metros de altura ya que la empresa nunca brindo los elementos de seguridad. Se había quedado a hacer horas extras dado que su salario no le rinde para cubrir los gastos para mantener a su familia. Nuevamente nos vemos frente a un caso donde la vida de un obrero precarizado no vale nada, mientras que los empresarios se enriquecen a costa de nuestras vidas en peligro constantemente.

A las 00:00 h de este miércoles, comenzaba un paro total de tren Sarmiento en repudio a otra muerte obrera. Si bien es una respuesta inmediata de los trabajadores, debemos exigir urgente comisiones de seguridad integradas y dirigidas por los propios trabajadores elegidos en asambleas, y que estas sean reconocidas por los gremios y/o Ministerios de Trabajo. Esto fue lo que hicieron en fábricas como la gráfica MadyGraf y lograron bajar el número de "accidentes" laborales. A su vez el Estado debe garantizar los recursos y la aplicación de las mejoras.

Estamos en épocas en que si bien la crisis económica afecta a toda la sociedad, en el ámbito laboral existen empresarios y políticos cínicos, sin escrúpulos que aprovechan para despedir trabajadores con enfermedades crónicas, o con muchos años de antigüedad o simplemente para “hacer más eficiente” su negocio para luego precarizar puestos de trabajo. Son los mismos cínicos que apoyan reformas laborales y previsionales en perjuicio de los trabajadores en actividad o jubilados (si es que pudimos llegar a esa edad!).

Por eso es importante apoyar el reclamo de los trabajadores del Sarmiento, como hace un tiempo atrás fue en la línea 60 y decir basta de ajustes y recortes en función de nuestra vida.

Esta muerte, como lo fue también la masacre de Once y las pésimas condiciones en las que seguimos viajando millones de usuarios diariamente, reafirman que los servicios públicos no pueden ser un negocio.

Deben ser todos nacionalizados bajo control de los trabajadores y usuarios. Que somos los únicos que queremos que el transporte de pasajeros funcione bien.