Escribe una delegada de Mondelez Planta Victoria (ex Stani).
Jueves 3 de noviembre de 2016 11:48
Este jueves entre abrazos y lágrimas de emoción los trabajadores de Stani, recuperamos nuestra Comisión Interna, algo por lo que luchamos durante muchos años. Expresa la decisión de un cambio frente a una dirección que se ha manejado de manera burocrática, sin asambleas, sin defender a los trabajadores y totalmente subordinada a la empresa y Daer.
Los trabajadores dijimos basta. Hoy Stani es otra fábrica y las mujeres somos protagonistas. Participamos de una encuesta, llevamos adelante la campaña, fuimos parte de la fiscalización, y peleamos en el escrutinio para que tengamos paridad de fiscales. Hoy de la mano de esta nueva comisión interna está naciendo una Comisión de Mujeres para poder expresarnos y organizarnos libremente y de manera independiente para conseguir nuestros derechos y cambiar nuestra realidad. La posibilidad de unirnos es un sueño hecho realidad.
Todos estos años nos quisieron mujeres calladas. Nuestras voces y aún nosotras mismas fuimos invisivilizadas. Durante años nos dividieron, rompieron la unidad en la fábrica, nos hicieron sentir inferiores. Hoy damos un gran paso. Queremos que nuestra voz se escuche en la Asamblea, tenga el peso y el valor de cualquier familia representada en los casi 800 trabajadores de Planta Victoria.
En una fábrica de alrededor de 800 operarios, somos 120 mujeres. Pero el hecho de que seamos minoría, no puede justificar más que nuestros reclamos y nuestras voces sigan silenciadas. ¡Ya basta!
Para que dejen de ser naturalizadas las situaciones de discriminación que vivimos, de las que tanto Daer como la Lista Verde son responsables. No tenemos categoría por antigüedad, aún siendo envasadoras por muchos años. Estamos rotas por los ritmos de producción con las que esta patronal se llena los bolsillos. Somos rehenes del departamento médico que no nos reconoce los certificados. Cuando nuestros hijos se enferman, no solo nos descuentan los días sino que además nos suspenden. No tenemos día femenino pago, y nos obligan a tomar tareas en la línea, mientras sufrimos fuertes dolores, además de la incomodidad de usar pantalones blancos. Nos pagan muy poca plata por guardería y solo hasta los 3 años. Necesitamos guardería en planta como en Pacheco hasta los 5 años. Cuando estamos en período de lactancia tenemos que sacarnos leche en los vestuarios, donde estamos hacinadas, y no tenemos salida de emergencia. Estos son solo algunos de los reclamos que las compañeras nos acercaron con la encuesta.
Para cambiar esto la clave es nuestra organización. Solo así podemos fortalecer nuestra lucha. Así como el Ni una Menos ha demostrado que cuando las mujeres damos un paso al frente tenemos una enorme fuerza para empezar a transformar la realidad que vivimos. Hoy ponemos en pie una Comisión de Mujeres y creemos que esta lucha por levantar las demandas de los sectores más oprimidos de esta fábrica, las mujeres y los tercerizados, tenemos que darla junto a nuestros compañeros varones.
En la Alimentación con la Bordó tenemos una larga lucha por los derechos de las mujeres, por los contratados, los tercerizados. En Pepsico luchando por la categorías, en Kraft parando contra el acoso sexual de un supervisor y todas las luchas cotidianas por que se respete a las compañeras; impulsando y garantizando las asambleas y el paro en Pepsico y en Kraft exigiendo al gremio asambleas en todas las fábricas para que el 19 de octubre paremos para acompañar el reclamo frente a los femicidios y la violencia machista.
Con este nuevo paso queremos seguir fortaleciendo la organización de los trabajadores con las mujeres al frente. Para enfrentar a las direcciones traidoras, para recuperar nuestras comisiones internas y sindicatos, y que estén realmente en manos de los trabajadores.