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Red Internacional
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Alimentación. Lo que nadie te cuenta del acuerdo entre Georgalos y Mondelez por la adquisición del Mantecol

Georgalos acaba de comprar a la multinacional norteamericana Mondelez su Planta de Victoria en Bs As, en los grandes medios se promocionó como una buena noticia que vuelva a manos argentinas. Pero de lo que nadie habla es de la realidad de sus trabajadores, sus condiciones de trabajo y como las empresas hacen grandes negocios con la explotación obrera. Te contamos la verdad obrera desde adentro.

Martes 12 de julio de 2022

Luego de meses de negociaciones secretas finalmente se anunció la compra por parte de Georgalos de la Planta Victoria de Mondelez. Fueron meses de mucha incertidumbre que vivimos los trabajadores, muchos rumores y discusiones sobrevolaron en los fumaderos, en los sectores y el comedor sobre la posible venta de la planta y que consecuencias tendría sobre los puestos y condiciones de trabajo. Supimos por los portales de internet que Mondelez a nivel internacional había decidido desinvertir en su porfolio de chicles y caramelos (Halls, Beldent, Trident) y ponerlos a la venta, focalizando su negocio en la producción de galletitas, alfajores y chocolates. Pero hasta el día del anuncio luego de varias reuniones comunes ni la empresa, ni el Sindicato de la Alimentación ni la comisión interna informaron nada.

Con esta compra Georgalos pasa a ser dueño de las instalaciones de Planta Victoria y de las marcas nacionales como chicles Bazooka, Lenguetazo y Palitos de la Selva y recupera su histórica marca Mantecol, que fue vendida a Cadbury en el 2001, empresa luego comprada por Mondelez. También seguirán produciendo para Mondelez de forma tercerizada sus marcas internacionales de chocolates Milka, Cadbury, caramelos Halls y chicles. Al mismo tiempo que se hacen cargo de todo el personal, casi 600 operarios. Las cifras millonarias de esta transacción no se dieron a conocer. Según informaron los Ceos y gerentes de ambas empresas el plan de producción que tienen se basa en un aumento importante de los volúmenes y toneladas a producir, que indudablemente va a querer venir acompañada de una mayor explotación.

¡Patronales, nativas o extranjeras la misma explotación obrera!

Los grandes medios y portales de noticias salieron a festejar que el Mantecol vuelve a manos argentinas, como si esto en sí mismo fuera motivo para sentirse orgulloso. Si bien Mondelez es un gigante multinacional estadounidense que tiene presencia en 150 países y está en el top 5 de las principales empresas alimenticias de Argentina (ahora queda con solo 2 plantas en Tigre y San Luis) y gran parte de sus ganancias las gira al exterior. Georgalos es una empresa de “capitales nacionales” con 5 plantas (la de Victoria ahora pasa a ser la principal), y con actividad agropecuaria y exportación de maní por lo que obtiene importantes divisas en dólares. Además de a sus trabajadores y trabajadoras, Georgalos explota su discurso de “empresa familiar” y resaltando su identidad nacional (aunque fue fundada por el griego Miguel Georgalos) e intenta mostrarse como una empresa que “da pelea” en el mercado contra empresas extranjeras.

Lo cierto es que hace años que viene siendo socia menor de Mondelez produciendo para ella, algo que sucede con prácticamente toda la clase capitalista de los países dependientes. Lejos de defender y representar los intereses nacionales, son o aspiran a ser las socias menores del imperialismo y las grandes multinacionales que saquean y se llevan las riquezas.

Lo que tienen en común ambas empresas es que sus ganancias la hacen en base a la explotación obrera y la precarización laboral. Por ejemplo, con la excusa de la pandemia tomaron trabajadores con contratos basura flexibilizando las condiciones de trabajo. O como intentan en Arcor-Bagley de Córdoba queriendo que se trabaje 12hs los sábados y domingos como horas normales, atacando el convenio colectivo de trabajo. En este caso los trabajadores llevaron adelante paros y bloqueos por lo que se dictó la conciliación obligatoria, en una pelea que continúa.

Más allá de su origen o nacionalidad los empresarios sin distinción, basan sus ganancias en el trabajo ajeno que realizan los trabajadores, los que hacen funcionar las líneas de producción y generan la riqueza.

Sin ir más lejos, con esta adquisición Georgalos le da continuidad a un convenio flexibilizador que hereda de Mondelez y que tiene el nombre de su marca emblema: Mantecol.

¡Convenio Mantecol, convenio explotación!

Cuando Cadbury en el 2001 compra a Georgalos la licencia del Mantecol aprovechando el contexto de la crisis nacional, mete en la planta un nuevo contrato discriminatorio y a la baja, conocido como el "Convenio Mantecol". Estos trabajadores que entraban a trabajar en el sector de Mantecol lo harían sin derechos, sin premios ni adicionales y con jornada extendida, obligados a trabajar 6 dias, 48hs a la semana, sábados y domingos de acuerdo al turno con el pago de horas normales. Cuando los trabajadores del viejo convenio trabajan de lunes a viernes, 45hs semanales y sábados y domingos optativos con el pago de horas extras al 50% y 200% de acuerdo al turno. Es decir que con este contrato explotador hay semanas donde un trabajador pisa durante 14 días seguidos la fábrica, comenzando la semana laboral del turno mañana el lunes a las 6am, culminando el sábado a las 14pm y teniendo que retornar el domingo por la noche a las 22hs para culminar el sábado a las 6am.

Este contrato discriminatorio, a la baja e ilegal ya que no cumple con el principio constitucional de a igual trabajo, igual salario y que fue aprobado sin el aval de la comisión interna de planta, sí fue apoyado por el STIA de Rodolfo Daer justificándolo en que se generaban nuevos puestos de trabajo en medio de la crisis. Sin embargo, pasaron los años, paso la crisis del 2001, pasó Cristina, Macri, Alberto y las distintas empresas y el convenio Mantecol sigue intacto. La lucha contra esta discriminación laboral se ha convertido en una bandera histórica de los trabajadores, que con la movilización lograron algunas mejoras como el pago de horas al 50% y 100% los fines de semana, aunque sigue en pie la demanda de igual trabajo e igual salario, por el derecho al tiempo libre los fines de semana para compartir con nuestras familias y amigos, para poder descansar y disfrutar de los que nos guste. Hoy Georgalos mantiene estas mismas condiciones de discriminación laboral. Por eso, no hay nada que festejar.

Asamblea Obrera

Eran las 6am del viernes 8 de julio y comenzaba el turno mañana. Ni bien iniciada la jornada la fábrica estaba parada y el sindicato y la comisión interna convocaron a una asamblea general. El comedor en poco tiempo estaba estallado de obreras y obreros esperando que los representantes gremiales informen sobre el rumor, que ya casi era un hecho, de la compra de la Planta por parte de Georgalos. Toma la palabra un miembro de la comisión directiva del STIA y delegado de la comisión interna e informa que a partir de ahora empezaba una nueva etapa con la compra de Georgalos y que “se iban a mantener todos los puestos y condiciones de trabajo” que hace a premios, adicionales, categorías, etc. También dio a conocer que el día anterior se realizó una audiencia donde se firmó un acta que expresaba que no se iba a despedir a nadie y que se mantenían las mismas condiciones de trabajo. Sin embargo el acta no fue leída, ni mostrada al conjunto de los trabajadores que insistentemente con preocupación, bronca y sobre todo razón reclamábamos. Además de pedir explicaciones de por qué se esperó hasta último momento para informar el traspaso de empresa luego que tuvieron varias reuniones secretas y pedíamos que se dé a conocer el contenido del acta, criticando a la representación gremial por firmar algo sin consultar y a espaldas de los casi 600 trabajadores y sus familias. Fue tan grande la presión y el cuestionamiento que el directivo del STIA se tuvo que comprometer a dar a conocer el acta esta semana.

La asamblea también fue aprovechada para que se exprese una bronca acumulada, ya que hace tiempo que no se realizan y en este último tiempo la empresa viene avanzando en distintos frentes sobre los derechos de los trabajadores, como el servicio médico, no reconociendo los reposos y certificados. Sorpresivamente desde la representación gremial también se planteó que uno de los primeros reclamos que se le iba hacer a Georgalos era el de trabajar de lunes a viernes. Sorpresivamente porque fue la lista Verde de Daer la responsable de que se trabaje los fines de semana.

Desde la Agrupación Bordo se planteó la necesidad de estar en estado de alerta frente a este traspaso y a la política de las patronales de avanzar en la precarización y explotación obrera, denunciando los contratos basura y la división que nos quieren imponer entre efectivos, contratados y tercerizados y la necesidad de luchar por puestos de trabajo efectivos, junto a la lucha contra la política anti obrera e ilegal del servicio médico. Y también que para alcanzar la conquista de tener libres los fines de semana y trabajar de lunes a viernes con igual salario, no alcanzan con las declaraciones del STIA sino que, como muchas veces se le reclamó, se tiene que poner al frente de la lucha y para esto es vital la convocatoria a asambleas donde los trabajadores tengan un espacio de debate y organización. Este fue el planteo más aplaudido de toda la asamblea.

La diferencia está en las ganas...

Este es el lema con el que se presentó Georgalos frente a los trabajadores, anunciando un plan de aumento de la productividad de la planta. Claro es que para esta nueva adquisición tuvo que sacar créditos que ahora tienen que pagar con altos intereses, y eso lo quieren hacer con el sudor de los trabajadores. En la presentación, uno de los operarios tomó la palabra luego de la exposición de los Ceos y gerentes de ambas compañías. Dijo que esta compra genera mucha incertidumbre y que no podemos "darle la bienvenida" hasta que den respuesta a los distintos reclamos de los trabajadores. La respuesta de la gerencia fue que Georgalos va a respetar los derechos laborales y que la gente que trabaja honestamente y con vocación será escuchada y que todas las personas que busquen ensuciar la producción y el trabajo no serán escuchadas, en tono amenazante. Que en sus plantas tienen cero conflictividad porque “los trabajadores están al lado nuestro”. Típico discurso de las empresas (nacionales) que intentan presentar el interés empresario y del obrero como un interés común, cuando sus dueños Ceos y gerentes tienen vidas de lujo y los trabajadores directamente apenas llegan a fin de mes (los que llegan), casi viviendo en la fábrica.

Un ejemplo de ellos es la patronal de Felfort y su excéntrico personaje Ricardo Fort que no tenía empacho en mostrar su vida de lujo y comodidad. Los trabajadores de Planta Victoria siempre llevamos la producción adelante con nuestro esfuerzo, pero la diferencia está en que no lo queremos hacer sin derechos, precarizados, sin fines de semana para descansar. El mensaje es claro.