La Izquierda Diario conversó con tres mujeres del Parque Industrial de Neuquén que participaron del 33° Encuentro Nacional de la Mujer que se realizó en Trelew. Fueron al taller de Mujer, Empresas y Fábricas recuperadas.
Lunes 22 de octubre de 2018 16:41
Gloria Godoy es parte de la Comisión de Mujeres de Zanon, Andrea Salazar es compañera de un obrero ceramista de la Cerámica Neuquén, una fábrica gestionada por sus trabajadores y trabajadoras. Marina Catilao es delegada de la Cooperativa de trabajo Traful Newen, ex-Textil Neuquén y referente de la agrupación Pan y Rosas.
Las tres viajaron al 33° Encuentro Nacional de Mujeres con una delegación obrera de ceramistas, textiles, docentes, trabajadoras de la salud, de la comisión de mujeres madereras de MAM, junto estudiantes terciarias, secundarias, universitarias y mujeres de la Agrupación Pan y Rosas.
Las cosas claras
Algo tenían claro desde la partida en Neuquén: participar del taller de Mujeres, Empresas y Fábricas recuperadas. Gloria Godoy abrió la conversación comentando que esa decisión era “para poder compartir experiencias, vivencias y formas de lucha con otras mujeres que al igual que nosotras llevan adelante una gestión obrera o quieren empezar a organizarse.”
Andrea Salazar por su parte comentó “desde el vamos nos entusiasmamos porque eran todas mujeres que tenían relación con las luchas del Parque Industrial de Neuquén. A mi compañera y a mí nos pareció importante viajar y ser parte de esta delegación. Todas de alguna manera habían pasado alguna situación similar y se habían enfrentado a los despidos o a los cierres de las fábricas.”
¿Y dónde está el taller?
“Según el plano que nos dieron, el taller era el nro 47”, continuó relatando Gloria. Fueron caminando desde el Club Independiente de Trelew, en donde se alojaban y caminaron varias cuadras hasta llegar a la escuela número 751 y se encontraron con que el taller estaba cerrado.
“Empezamos a buscarlo y no lo encontrábamos, pensamos que era un error” narró Andrea, “fuimos por todas las aulas buscando el taller, nos mirábamos entre nosotras y nos preguntábamos ¿Y dónde está el taller? Dimos muchas vueltas, hasta que le preguntamos a la comisión organizadora qué pasaba.”
“Nos contestaron que lo habían cerrado, porque habíamos llegado tarde”, rememora Andrea reviviendo el asombro. “En ese momento y en lo personal me indigné porque habíamos viajado muchos kilómetros para poder asistir, compartir y escuchar la realidad de otras mujeres.”
“El argumento por parte de las representantes de la comisión organizadora del encuentro fue que no había participación porque no había mujeres interesadas en ese taller”, completó Gloria
Y continuó “Sin embargo estábamos presentes para dar inicio a ese taller, compañeras de Madygraf, textiles, de las cerámicas Zanon, de la Neuquén, de Interlagos, mujeres de Tierra del Fuego, del Astillero Río Santiago. Entonces nos parecía importante que se abriera, más en estos momentos donde se cierran fábricas, hay despidos, es fundamental y nos parecía un despropósito que la comisión organizadora no mantuviera este taller abierto. Es muy importante porque es a través del intercambio de la experiencia, que te comunicas con tus pares, por ejemplo la nuestra que lleva 17 años de gestión obrera”, refiriéndose a la gestión obrera de Zanon.
“Pienso que fue una decisión unilateral, ellas sabían que en el acto de apertura, en el autódromo se había retrasado mucho el paso de los ómnibus para llegar a los alojamientos y de ahí recién ir a los talleres, eso se sabía. Dio mucha bronca.” concluyó Andrea.
Taller bajo gestión de las mujeres de la autogestión
“En ese momento hablamos con otras compañeras que estaban coordinando otros talleres y nos mandaron a la puerta de entrada donde estaban las mujeres de la organización, nos respondieron que no había coordinadoras y que si lo queríamos abrir, lo hiciéramos por nuestra cuenta. Ahí mismo nos organizamos y lo pudimos abrir, llevándolo adelante.” describe Gloria.
Y agregó “Esa situación no estuvo buena, me parece que el control obrero es un ejemplo a seguir en el contexto actual, es decir, fábrica que se cierra, fábrica que se tiene que poner a producir por sus trabajadores y trabajadoras. Es algo que repudio, el hecho de no haber mantenido abierto ese taller, más cuando Trelew por ser una ciudad muy al sur, muchas mujeres a esa hora todavía no habían llegado.”
“Cuando fuimos con un grupo de compañeras de las otras fábricas, a hablar para preguntarle por el taller específico que queríamos asistir, y que nos digan que nos redistribuyamos en otras comisiones respondimos que ninguna de nosotras se identificaba con otras temáticas.” añadió Andrea.
Con determinación siguió contando “Yo misma puse un cartel en la puerta de un aula vacía, no nos designaron ninguna coordinadora, pero nada pudo impedir que nos organizáramos y que arrancáramos esa comisión. Fuimos a recorrer las demás aulas para avisar que se había puesto en marcha el taller. Siempre la tenemos que pelear, la paradoja es que pensar que porque íbamos a un encuentro de mujeres nos estaban esperando y sin embargo nos estaban invisibilizando.
El taller en marcha, cuando la experiencia política entra en la intimidad de las mujeres
“Una vez que lo abrimos y lo pusimos en marcha, fue muy emocionante, escuchar las situaciones en las que se encuentran las gestiones obreras como la de Madygraf, o la de la Cerámica Neuquén. Las compañeras de Interlagos como se están organizando, nosotras contamos que a la vuelta nos teníamos que enfrentar la amenaza del corte de gas.” apunta Gloria.
“El transcurso del taller fue buenísimo, escuchamos un montón, conocimos a las chicas de Madygraf, pudimos escuchar las demás experiencias, si bien éramos varias las de Neuquén, me pareció muy enriquecedor escuchar a las mujeres de MAM. Escuchamos la situación de Interlagos. Por todos estos motivos es que al finalizar realizamos un repudio por no haber mantenido abierto el taller, sobre todo por la situación crítica que vive el país hoy por hoy” sostuvo Andrea.
Una vez que el taller se pudo abrir además de las obreras ya mencionadas, fueron llegando mujeres de distintos sectores y lugares del país. Estaban presentes mujeres de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), trabajadoras del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y mujeres de la alimentación de pequeños frigoríficos del conurbano bonaerense.
El taller fue muy concurrido poco a poco las voces empezaban a sonar conocidas. Con mucha atención se escuchaba cada relato, se tomaban notas y se hacían muchas preguntas entre sí. Todas eran desconocidas y sin embargo todas tenían más de un punto en común.
El relato del que se sirvieron todas para ejemplificar fue el de Madygraf. Ingrid, la trabajadora presente que relató cómo fue el día que al llegar a la ex Donelley – Editorial Atlántida se encontraron con un cartel, con un 0800 para llamar e iniciar el trámite de la indemnización. Ese “0800 destino” como lo definió Ingrid, fue el que hizo saltar el termómetro de las 400 familias que se quedaban en la calle si no tomaban la determinación de entrar y ponerla a producir.
Ingrid no era una persona interesada en la política ni en la lucha por la conquista de derechos, ninguna de las presentes lo era. Era ama de casa, todas las demás también eran amas de casa. Comenzó a pelear con su compañero por la fuente laboral, al resto de las mujeres también les pasó. A veces le molestaba un poco la idea de ir al paro, cortar calles, vivir en un acampe, convivir con extraños, a todas las demás también les pasó lo mismo. Todas tuvieron la misma experiencia con sus respectivos sindicatos que terminaron traicionando la lucha. Al igual que con las patronales y la justicia.
Cuando se preguntaba en voz alta sobre para qué sirven las Comisiones de Mujeres, se contestaba y contaba a las demás “sirve para romper con vos misma, las comisiones de mujeres son muy importantes porque se estrechan otros lazos de amistad, más fuertes, más sinceros”
Conclusiones
Gloria Godoy para finalizar comentó “Es un taller muy importante, como todos los talleres, este en particular como ya dije por la situación del país. Fue muy bueno participar encontrarnos con todas las compañeras de pan y rosas que son “una masa”, nos rodearon de mucho amor. Como dice la canción que cantan, son mujeres organizadas, es así: desde el alojamiento, la comida, la seguridad, el estar al lado de las obreras durante la marcha y en cada taller, cada vez más convencida de ser parte de Pan y Rosas, desde donde puedo, orgullosa de estar en esta gran organización, agradezco el aliento y el acompañamiento.
Andrea Salazar agregó “creo que todas salimos fortalecidas, personalmente una de las conclusiones que me llevo es que en cada una uno de los relatos, pudimos entender que las fábricas pasaron por las mismas situaciones, ante la patronal al momento de los cierres y la justicia siempre del lado del patrón. Cada uno de los relatos seguía los mismos pasos, parecían calcados, los de MAM, Interlagos, la Neuquén, la Zanon, la Textil, Madygraf. Entonces si obreros y obreras se organizan para poner a producir sus fábricas eso está bien. Las mujeres acompañamos para que sigan y no bajen los brazos y para que principalmente se mantenga la fuente de trabajo. Pudimos escuchar a una compañera de Astilleros de Rio Santiago y el relato de dos hijas de un maderero, muy emocionante, porque muchas veces no se sabe lo que pasa en la casa de la familia, desde su lugar, lo que sienten los hijos, me emocioné mucho escuchándolas, los medios de comunicación no alcanzan a reflejar lo que pasa en el interior de una familia, como lo viven los hijos de un obrero u obrera cuando se quedan sin laburo.”
“Para nosotras fue muy importante mostrar y dejar plasmado en las conclusiones como ahogan a las fábricas bajo control obrero, exigimos que el FMI no se meta, que reciban subsidios, como se lo dan a los empresarios que tienen el gas, la luz subsidiadas. Sobre todo que no cierren nuestro taller. El año que viene vamos a volver y si es necesario lo vamos a volver a abrir porque en el contexto nacional actual, es importante que las experiencias de cada una de las fábricas se irradien para que la gente no tenga que depender de un plan, para que los trabajadores sigan valorando su fuerza de trabajo aun siendo despedidos, tomándolas y haciéndolas funcionar, eso es lo importante, para que no nos roben nuestro sustento, nuestra dignidad, eso quedó plasmado y el año que viene nos sobran los motivos para volver” concluyó Salazar.
Marina Catilao es una luchadora además de ser la delegada de la ex Textil Neuquén, escuchó atentamente el relato de sus compañeras y fue directamente al grano para mencionar cuáles fueron las resoluciones; señaló que “ La resolución principal es la defensa de las gestiones obreras, fundamental que las centrales sindicales llamen al paro el próximo 24/10 cuando se vote el presupuesto para el 2019, remarcando que en Neuquén peligra el cierre de la PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada) por haber quedado afuera del presupuesto, la solidaridad con Brasil, el repudio a Bolsonaro. Continuar la lucha por el aborto legal, exigir la separación de la iglesia del estado.
No a la FMI, no al pago de una deuda que no generamos. Además, como mujeres trabajadoras no tenemos nada que ver con Cristina que nos negó el derecho al aborto por eso se afirmó, que no esperamos al 2019 porque sabemos que el saqueo es hoy, por eso la lucha de clases tiene que ser hoy y también como mujeres trabajadoras defendemos la salud pública y defendemos la educación pública porque son los hijos e hijas de los trabajadores que van a las escuela y hospitales públicos. Y que como decimos las trabajadoras, fábrica que se cierra la ponemos a producir de la misma manera abrimos el taller de fábricas recuperadas.”