El Pie Izquierdo. Newsletter: los usurpadores y la propiedad privada

“Tenés una propiedad privada? Andá poniéndola en alquiler, porque te la van a expropiar”. Palabras más, palabras menos, esa era la idea central de un video publicado por estos días en las redes sociales de uno de los medios más grandes del país, con una tiktoker derechista como protagonista.

Se presentó un proyecto en la Ciudad de Buenos Aires para que las viviendas vacías entren al circuito del mercado inmobiliario y sean accesibles para el alquiler y eso desató la furia y el horror de todos los paladines de la propiedad privada.

Para bajarlo a tierra: en el país hay un déficit habitacional enorme: más de 3 millones de familias no tienen un techo. Solo en la Ciudad de Buenos Aires, hay 341.000 viviendas vacías (según el censo del 2010, porque el del 2022 fue hace 5 meses pero todavía no están los resultados).

La clase dominante de este mundo tiene mucha gimnasia en presentar como general y universal su propio interés de minoría parasitaria de la sociedad. Un ejemplo autóctono y clásico: cada vez que la izquierda propone afectar los intereses de grandes empresarios, reduciendo por ejemplo la jornada laboral, aparece el mítico “ferretero de acá a la vuelta” o el “quiosquero de la otra cuadra” al que los despiadados bolcheviques queremos fundir. No es que los pequeños comerciantes están arruinados por la crisis del propio sistema capitalista, por la inflación, la competencia con los hipermercados y los mayoristas. No, el peligro son los comunistas.

En el caso de la vivienda hacen lo mismo. El mercado inmobiliario es un negocio de unos pocos pulpos, que construyen enormes edificios muchas veces vacíos al 100% con el puro objetivo de especular y afectar los precios en el mercado, mientras el alquiler, para quien puede pagarlo, es un drama todos los meses. Sin embargo, tanto los medios como funcionarios y hasta el mismo Larreta hablan del tema preocupados por el caso particular de un profesional que utiliza un departamento para trabajar pero no vive allí, o alguien oriundo de otra zona del país, que viene a estudiar en distintas épocas del año y en otras no está, o quien es dueño del departamento de alguno de sus padres que acaba de fallecer.

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