La conferencia matutina de este miércoles vio al ejecutivo defender nuevamente el paso de la Guardia Nacional a la SEDENA, el cual será un esfuerzo que hará antes de que termine su sexenio.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 8 de noviembre de 2023
Durante la mañanera de este miércoles, López Obrador anunció "el último intento para que la Guardia Nacional dependa de la SEDENA". Eso después de una administración en la que la pertenencia de la Guardia Nacional fue objeto de polémica entre las intenciones del ejecutivo, las demandas de la sociedad civil y las promesas de campaña de AMLO y el Morena.
No dejaría la Guardia Nacional ni en la Secretaría de Seguridad ni en Gobernación. Y que no me vengan con el cuento de la militarización, que ya han engañado mucho con eso y que no se olvide que nuestro Ejército es distinto a otros, este surge del movimiento revolucionario.
Luego de zigzaguear entre tener un mando civil y un mando militar, la incorporación de la GN a la SEDENA sería el paso final para concretar la militarización en la 4T. A pesar de que AMLO afirma que el Ejército es "pueblo armado", la realidad es que, como ya hemos escrito antes desde este diario, el ejército ha sido utilizado sistemáticamente como un elemento de represión a los trabajadores y el pueblo pobre.
El "movimiento revolucionario" en realidad significó la victoria del bando capitalista, encabezado por Carranza y Obregón, contra el bando radical de Villa y Zapata. La administración de la 4T no sustituyó a la totalidad de los soldados que apenas hace un sexenio perpetraban masacres contra migrantes, estudiantes e indígenas.
¿Qué diferencia habría entre el Ejército y la Guardia Nacional si a final de cuentas ambas estarán a cargo de la SEDENA? Esto es muestra de la demagogia de López Obrador, quien nunca tuvo la intención de desmilitarizar el país a pesar de que esa era una de sus promesas de campaña en 2018.
Ahora, a un año de que termine su mandato, piensa hacer un último empujón para concretar este escenario. Para frenarlo no debemos depositar nuestra confianza en las instituciones como el Congreso o la Suprema Corte, órganos reaccionarios al servicio de los capitalistas, sino en la movilización en las calles organizados independientemente de los partidos del Congreso que operan al servicio de los empresarios.