Entrevista a Yoko Ono en el show de David Frost, 13 de enero de 1972.
Miércoles 14 de enero de 2015
Detrás de todo gran hombre, detrás de todo gran hombre, detrás de todo gran hombre… Enfrentémoslo, me enfrento a la intensa tentación de no ver este show de David Frost al notar que entrevista a Yoko, a solas, mientras que Lennon se limita a cantar tres canciones.
Termino decidiéndome por verlo, escuchar a la artista conceptual (¿soportarla, sólo por la aparición de Lennon como separador?; ¿y por qué no ahorrármela y sólo escuchar la música?). El sedimento subjetivo acumulado me inclina naturalmente a lo contrario: ¡la bruja!. La extraña inentendible poco atractiva nipona culpable de separar a Los Beatles, ¡cien constipaciones de castigo para ella!. ¿Me importa nada lo que tenga que decir? Es como si Yoko hubiera leído una vez y para siempre mis opiniones.
Lugar y tiempo: El show de David Frost, 13 de enero de 1972, a la vuelta de comerciales luego de las representaciones de “Attica State”, “John Sinclair” y “Oh, sisters”.
David Frost: Estamos de vuelta, y en la continuidad de "Oh sisters", vamos a seguir hablando con Yoko (indisimulable lamento en el tono de Frost). ¿De verdad sentís que vos, personalmente, necesitás como mujer más libertad?
Yoko Ono: Estoy un poco enojada con vos David, porque primero, habíamos hecho un acuerdo, dado que John no quiere hablar pero yo sí quiero hablar, tengo muchas cosas importantes de las que hablarte. John iba a tocar y yo hablaría con vos, y nos engañaste para que sucediera eso (debate con dos miembros de la audiencia auspiciado por Frost a raíz del tema “Attica State” sobre el motín de Attica), y vos lo sabes. Y que las cosas que hicimos, como el show para que liberen a John Sinclair, John y yo, los dos participamos y ayudamos, pero lo que vos hacías, y las mujeres de la audiencia me van a entender, lo focalizabas en John. Bien, esto sucede todo el tiempo, y es contra lo que tengo que pelear. Y es por eso que siempre que quiero decir algo en un show, de algún tema importante, me cuesta mucho. Porque lo primero que dicen es: "¿Crees que John va a venir también?, ¿te importaría traer a tu esposo?". Y yo digo no; yo tengo algo importante que decir por mí misma, ¿sabes?
DF: Tengo que decir dos cosas. La primera es que no hubo engaño en lo que pasó antes [...] El segundo punto, acerca de que la gente cuando te habla te pregunta si va a venir John, no es ningún prejuicio contra vos porque seas mujer. Pensemos otra situación. Pensemos en el distinguido productor teatral Lars Schmidt. Es un productor reconocido en toda Europa, pero adonde sea que vaya, naturalmente la gente le pregunta: "¿Va a venir tu esposa?", porque su esposa es Ingrid Bergman. Ahora bien, eso no es prejuicioso contra él por ser hombre, es porque tiene una esposa muy famosa, y vos un esposo muy famoso. No es porque seas mujer.
YO: Lo sé. Pero verás, lo que estoy criticando también es por qué la gente presta atención a otra gente porque es famosa…
DF: Es un buen punto, pero puntualizo que no es porque seas mujer
YO: Lo sé, pero déjame terminar, aunque eso tiene que ver también. [...] Por lo que estoy más enojada es porque yo tenía cosas importantes que seguir diciendo y vos querías que siguiéramos tocando…
DF: Bueno, pero este es todo tiempo tuyo, podes hablar de lo que quieras, tuviste diez minutos antes, podes hablar de lo que quieras
YO: Yo quiero decirle a las mujeres que eso es por lo que pasamos. El punto es que tienes razón en lo del ejemplo del esposo de Ingrid Bergman y que tiene el mismo problema, y la fama está involucrada. Pero al mismo tiempo, no es sólo eso, es una combinación. Cuando estaba en Nueva York decía lo mismo, y ahora porque soy Yoko Ono Lennon alguna gente me escucha, algo pasó y mi nombre ahora es reconocido, seguro por lo de Los Beatles. Pero no me escuchaban antes cuando estaba en Nueva York, y siento que eso es muy triste, porque eso significa que la gente no confía y respeta a otra gente a menos que sea famosa. Y la gente que hace eso no es gente famosa, eso significa que no confían en ellos mismos, confían en alguien que no es como ellos, confían en alguien que está "allá arriba". Y eso está mal, porque las razones por las que te haces famoso no implican que seas una mejor persona [...] ni John ni yo somos mejores personas que ninguno de ustedes, ni peores. Pero por ser famosos la gente nos escucha. E incluso las veces que nos escuchan, me da miedo porque estas cosas las decía hace diez años y no era bueno para ellos, ¿por qué? ¿porque era una desconocida artista japonesa? ¿o mujer? ¿por qué?
Después de casarme con John, creía que el problema era, como vos dijiste, que tenía un esposo famoso. Y me decía "Ese es el problema, ese es el problema". Pero después me enteré que ese no era todo el problema. Estaba ese elemento, pero también hay otra cosa. El otro día fui a editar una película, que con John editamos en cooperación, que se llama "Imagine" y va a salir pronto. La cosa es que estuvimos trabajando toda la noche, y si yo decía algo el técnico no decía nada. Pero cuando John decía algo el técnico decía "Sí, John". Y cuando terminamos, a la mañana, y este técnico que es un tipo hermoso y amigable, y buen técnico, vino y nos dijo "Un placer trabajar con usted señor Lennon. Un placer conocerla señora Lennon". Y yo pensé "Ok, otra cosa que pasa porque tengo un esposo famoso", pensé eso. Pero una mujer me dijo que ella también está produciendo una película con su marido, editándola en cooperación, y cuando ella le dice algo al técnico, el técnico lo mira a su esposo y pregunta "¿Qué dijo?". Y ella le repite, a lo que el técnico le responde "Ah, ya veo, quiere hacerlo así", sin nunca dejar de mirar al esposo. Y es algo que da miedo, y no es solamente porque soy la señora Lennon. Todos dicen "Es porque es la señora Lennon, por eso le pasa", pero ya no creo eso. Así que cuando algo así sucede, lo remarco, trato de ponerlo en discusión. Y ya sea que me ganen la discusión, no importa, lo quiero remarcar, y llamar la atención sobre ello a la gente y que se debata. Si estoy equivocada, está bien, pero quiero ver qué pasa. Porque lo que me pasa es a medias. El hecho de ser la esposa de alguien famoso, más famoso que yo, pero también el hecho de ser mujer. Son las dos cosas.
DF: Entiendo, no estoy de acuerdo en el hecho de que suceda porque seas mujer en una situación así, pero vos pensás diferente y está bien. Ahora nos vamos a un corte...y no digo eso porque seas mujer (risas). Ya volvemos.
La desvalorización que expresa cristalinamente Yoko en la entrevista es un padecimiento cotidiano que oprime a todas las mujeres y que surge en las más diversas áreas y grados. Si la violencia de género tiene en el femicido y las violaciones su estrato más horrible, menos visibilizados son este tipo de prejuicios sexistas contra la mujer. Actitudes legitimadas por la sociedad patriarcal, por tratarse de mecanismos de sumisión no físicamente violenta, que ni siquiziera debe valerse de verbalaciones agresivas, pero que de todas formas instrumenta un menoscabo valorativo de la imagen de la mujer en nuestra sociedad, la relega a un papel secundario, a permanecer a la sombra del hombre que la acompañe y, coincidentemente, a someterse a su mandato.
Queda en mi preguntarme cosas a las que quizás no halle respuesta concreta, pero creyendo en la importancia de replantearme: ¿cuánto de la imagen negativa de Yoko arraigada en mí tenía verdadero asidero y cuánto era resultado de la práctica de los medios masivos de comunicación, de la fácil y rápidamente vendible demonización de la mujer como culpable (una vez más)?; ¿cuántas entrevistas de Lennon habré visto y escuchado sintiendo las intromisiones verbales de Yoko como un zumbido molesto que me distraía de lo que verdaderamente quería escuchar?; ¿cuántas veces este malestar mío halló su cómplice en el entrevistador de turno?; ¿cuántas veces fallé en reconocer el tono apurado, ansioso de Yoko purgando por meter sus comentarios, devorados por una nueva pregunta, por Lennon?
Para ver: Show completo, lamentablemente en inglés, pero con el interesantísimo momento de debate acerca de “Attica State”, además de la mencionadas declaraciones de Yoko Ono.