Economía. Nuevo salto del dólar blue a $ 790: las razones de la suba

El dólar informal o blue subió $ 17 en la jornada de este jueves y alcanza los $ 790. Acumula una suba de $ 55 en lo que va de septiembre (7,5 %), muy cercano al nivel máximo de $ 795 que tocó el 16 de agosto pasado luego de las elecciones PASO y la devaluación de Massa en acuerdo con el FMI.

El dólar mayorista terminó estable a $ 350,05, por lo que la brecha cambiaria con el blue quedó en 125,7 %. Por su parte, el dólar cable o contado con liquidación (CCL) trepó superando la barrera de $ 800 y se ubicó en $ 819,07 al cierre de la jornada. Por su parte, el dólar bolsa o MEP quedó más atrás en $ 694,89, por la contención que realiza directamente el Banco Central (BCRA), lo que le está costando una importante sangría de reservas.

La suba de los paralelos es esperable en el contexto de la cuenta regresiva hacia las elecciones generales a la presidencia el próximo 22 de octubre, considerando las múltiples tensiones que atraviesa la economía y el tipo de cambio, en una situación de escasez de reservas aguda, inflación récord y el peso de la deuda externa y el acuerdo con el FMI.

En los últimos tres días sin embargo el dólar informal pegó un salto considerable y la expectativa es que continúe la presión al alza. Entre los factores que actúan en esta coyuntura se encuentran:

-* Imposibilidad del BCRA de acumular reservas: Hace 33 ruedas que el Banco Central tiene una posición compradora en el mercado de cambios, en la última se hizo con U$S 2 millones más y sumaría cerca de U$S 1.800 millones en el último bimestre. Pero estos saldos positivos de su intervención en el mayorista se escurren por la ventanilla de la compra de bonos en dólares en la Bolsa para mantener a raya la cotización del dólar MEP. de acuerdo a Aurum Valores, "la intervención del BCRA en el mercado de dólares financieros estaría acumulando casi U$S 2.000 millones desde el 1º de agosto". Por ello no aumentan las reservas brutas de la entidad monetaria. La diferencia es pura ganancia para los especuladores.

-* Búsqueda de cobertura: Ante la expectativa de que luego de las elecciones generales se lleve adelante una nueva devaluación del dólar oficial y frente al actual aumento de precios, la demanda de dólares financieras proviene tanto de grandes operadores que buscan hacer ganancias como pequeños ahorristas que intentan no perder tanto en esta coyuntura incierta. El ministro Sergio Massa adelantó que el tipo de cambio oficial no se movería de $ 350 (mayorista) "hasta fines de octubre" y que el FMI pide más devaluación, por lo cual "los mercados" esperan un nuevo ajuste cambiario post elecciones.

-* Acuerdo con el FMI:

El acuerdo que alcanzó Massa con el FMI el mes pasado es de corto plazo, hasta el cambio de gobierno, cuando el organismo querrá negociar con el nuevo presidente o presidenta.
Esa negociación cargará de tensión la transición porque ya se sabe que el Fondo quiere más devaluación, además de más ajuste.

-* Finalización del esquema de dólar soja: Este viernes será el último de vigencia del esquema de "dólar soja" que implicaba un beneficio para los grandes exportadores de obtener un tipo de cambio más beneficioso por la posibilidad de disponer de un 25 % de la liquidación libremente y no en el mercado oficial. El agropower también presiona por obtener una extensión del esquema o un nuevo beneficio, tomando también el ejemplo del "dólar vaca muerta", un nuevo beneficio de Massa a las petroleras.

-* La inflación deteriora el tipo de cambio real: Tras la devaluación del 16 de agosto de más del 20 %, la inflación se disparó a 12,4 % (récord en 30 años) y se prevé un nivel no muy inferior en septiembre. Con este sendero dólar-inflación en espiral, para el 22 de octubre la cotización del dólar en poder adquisitivo constante será más barata de lo que era el día de las PASO. De manera que la presión a la devaluación es mayor, lo que en la dinámica actual volverá a trasladarse rápidamente a precios dada la inmediata remarcación de las patronales para hacerse las ganancias de la devaluación o intentar no perder en la competencia, trasladando las subas al precio final que cargan los consumidores.

El Banco Central hoy está en terreno de las reservas negativas. El gobierno con Sergio Massa a la cabeza logró un acuerdo con el FMI para asegurarse los últimos desembolsos pero pagó un alto precio. De ellos sólo le quedaron en limpio poco más de U$S 1.000 millones, el resto se fue a devolver los dólares que había usado antes para pagarle al Fondo, tomados del swap de China, de la CAF, el BID y otros organismos.

Desde el 2000 al 2022, el país tuvo un superávit comercial de U$S 190.000 millones. Hoy esas divisas no están porque salieron por otras ventanillas. Los capitalistas se las fugaron por distintas vías con las que accedieron privilegiadamente a dólares baratos que les daba el Banco Central para importaciones, pagos de deuda privada, entre otras, y también faltan dólares por el saqueo de la fraudulenta deuda externa. La sequía de este año, si bien hizo caer las exportaciones, fue sólo el golpe de gracia a esta decadencia de hace tiempo.

El gobierno y la oposición patronal se preparan para una nueva devaluación exigida por el FMI, sólo la izquierda propone romper el acuerdo de deuda fraudulenta con el Fondo Monetario y desconocer soberanamente la deuda, junto con medidas para preservar los recursos y evitar los golpes de mercado y la fuga de dólares como la nacionalización del sistema bancario en un banco estatal único gestionado por los trabajadores y el monopolio dl comercio exterior.

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