Contratos basuras, jornadas interminables de ritmos desgastantes en condiciones deplorables. Eso es lo que estos gobiernos y empresarios quieren para los jóvenes trabajadores de Rosario.
Jueves 19 de noviembre de 2015
Vivo en la zona sur de Rosario, tengo 26 años y soy metalúrgico desde los 16. He pasado por muchos lugares de trabajo, (talleres, fábricas chicas, grandes, nacionales y multinacionales) como Bambi, Electrolux o Axel. En el último año pase por cinco fábricas distintas y no hay una en la que no me cruce con alguien con quien ya hayamos laburado juntos en otra.
Hoy en día los jóvenes nos vemos sometidos a ese circuito, a estar tres o cuatro meses (con toda la furia) en una fábrica haciendo un enorme sacrificio de no llegar tarde, de hacer turnos rotativos y cumplir con los ritmos que nos piden para sacarles la producción a ellos, pero sobre todo lo hacemos para cuidar el laburo y poder llevar el pan a casa, juntar para el alquiler, alimentar a nuestros chicos y tratar de brindarle lo mejor para que vayan a la escuela.
Esta realidad no se queda solo en la fábrica. En el barrio, la policía te para por usar viscera, o si estas en la esquina con tus amigos, robándole un rato de sol al día después de haber estado en el frío y la oscuridad de la fábrica.
Pero esta realidad no cae del cielo. A los gobiernos y empresarios no les importa ni un poquito el sacrificio de uno. Ellos la juntan en pala ancha y hacen números para sus vacaciones o ver qué auto último modelo van a comprarse mientras que nosotros dejamos la vida. Luego te llaman y te dicen que no necesitan más de tu servicio, que te dan de baja.
Y ante esto, cualquiera se preguntaría: ¿Y los sindicatos? Esa institución que tiene que proteger a los trabajadores está del lado de enfrente, cuidando su bolsillo y cargos para defender a los empresarios. Pero estos “dirigentes sindicales” traidores, no solo se prestan para frenar todo tipo de organización de los trabajadores sino que también están para tapar la realidad que vivimos en las fábricas.
En Electrolux tuvimos la perdida de nuestro compañero Daniel Aguilar, aplastado por una máquina. ¿Qué hizo la UOM? Fueron los primeros en llegar a la fábrica para limpiar y ocultar lo sucedido, encargándose que nadie sepa lo que paso y prendiendo las máquinas, inclusive la que aplastó a Dani para que aquel que entre se someta a trabajar en la misma condición.
En cada fabrica que estuve, en las pocas que había delegados veía lo que hacían estos muchachos, tomando café, hablando muy bien del “compañero” Calo) paseándose por las fábricas controlando a los laburantes como si fueran los supervisores, yendo y viniendo a las oficinas de los jefe. Son parásitos de estos gobiernos y las patronales. Los trabajadores tenemos que organizarnos para pelear por delegados combativos democráticos y que verdaderamente nos representen.
A votar en blanco y a continuar organizándose ante los ataques
El 22 de noviembre nos enteraremos quién va gobernar el país, quien será el administrador de los negocios de esos empresarios que le dejamos la vida por migajas. Tanto Scioli como Macri son los representantes del ajuste que quieren imponernos los patrones. La mejor forma de dejarles en claro que nos preparamos para resistir ese ajuste no acompañándolos en las urnas, votando en blanco o anulando. Sabemos que con eso no basta. Que tenemos que organizarnos por nuestras peleas, nuestras batallas. Nuestra organización imparable que enfrente en las fábricas y en las calles ese modelo ajustador que nos ofrecen estos candidatos.
Organizarse no es solo una opción, es una necesidad
Esta es mi historia, lo que viví de chico pero la vida me llevó a comprender que es bronca acumulada no sirve si no se organiza. Esta es la realidad que sentimos, que vivimos cada uno de mis compañeros y compañeras de trabajo. Que cada día nos daña, nos cansa hasta el hartazgo. Veo que es no sólo una opción sino una necesidad agruparnos y decidir por nosotros mismo. Como hicieron en Zanon, en MadyGraf que echaron a sus jefes a sus patrones y pusieron a producir la fábrica bajo control obrero, pero a la vez referenciándonos en una alternativa política independiente de los patrones, una alternativa de los trabajadores las mujeres y la juventud. Que no se arrodille y que pelee firme tanto por nuestros derechos como por cambiar nuestra realidad.