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Mundo obrero. Otoño de huelgas en Alemania

Actualmente hay huelgas desde el puerto de Hamburgo hasta las guarderías de Berlín y la industria siderúrgica. Presentamos una visión general de los conflictos.

Martes 14 de noviembre de 2023 21:50

IG Metall también podría convocar próximamente huelgas para reducir la jornada laboral. Imagen simbólica: Simon Zinnstein (KGK)

IG Metall también podría convocar próximamente huelgas para reducir la jornada laboral. Imagen simbólica: Simon Zinnstein (KGK)

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Actualmente, en Alemania, están aumentando los conflictos laborales. En Hamburgo, los trabajadores están en huelga contra la privatización del puerto y los estados federados de todo el país están negociando un nuevo convenio colectivo. También se están llevando a cabo nuevas negociaciones colectivas en la industria del metal y ya están en marcha en el comercio minorista. A continuación nos gustaría brindar un resumen de las diversas batallas que se están librando actualmente o que comenzarán pronto.

El puerto de Hamburgo

El sábado 11 de noviembre pasado hubo una manifestación en Rathausmarkt (Plaza central de Hamburgo. N de T.) contra la privatización del puerto de Hamburgo. A pesar de los intentos de intimidación, como advertencias o amenazas de despido, participaron alrededor de 600 trabajadores, junto a personas solidarias. El sindicato ver. Di (Sindicato Unido de Servicios) también se movilizó. Además de la demanda central, también se leyeron mensajes de solidaridad de otros trabajadores portuarios, como los de Turquía. También hubo puestos de información para los transeúntes, porque uno de los objetivos de la manifestación era informar a los habitantes de Hamburgo sobre los planes neoliberales de privatización del puerto de Hamburgo.

La manifestación del sábado no fue la primera acción de la semana pasada: el pasado lunes por la tarde y el martes por la mañana, alrededor de 100 empleados del puerto de Hamburgo iniciaron una huelga salvaje, lo que paralizó las operaciones durante más de 24 horas . La razón fue el apoyo público del consejo de supervisión de Hamburger Hafen und Logistik AG -HHLA- (empresa alemana de logística y transporte que se especializa en rendimiento portuario y logística de transporte y contenedores. N. de T.) a una privatización parcial de la empresa.

Ya en septiembre de este año hubo manifestaciones en el puerto de Hamburgo ante la amenaza de privatización. La Mediterranean Shipping Company (MSC) adquirirá casi el 50 por ciento del puerto, por lo que también se subcontratará a los trabajadores. La empresa italo-suiza MSC es la mayor empresa comercializadora de contenedores del mundo. Fue fundada por Gianluigi Aponte, una de las cincuenta personas más ricas del mundo con una fortuna de casi 30 mil millones de dólares .

A los trabajadores del puerto de Hamburgo no les falta experiencia en combate. Una y otra vez los patrones se oponen a ellos con amenazas de privatización. El año pasado también se produjeron las huelgas más largas en los principales puertos del norte de Alemania en más de 40 años. En el transcurso de estos conflictos, los trabajadores portuarios ya han sufrido la represión estatal y la ofensiva mediática contra ellos, pero sin embargo no se han dejado intimidar.

Posible huelga ferroviaria en Navidad

Además, el jueves pasado comenzó la ronda de negociación colectiva del Sindicato Alemán de Maquinistas de Locomotoras (GDL) con Deutsche Bahn -DB- (principal empresa ferroviaria con capitales mixtos y Alemania como principal accionista). La obligación de lo que las patronales llaman falsamente "paz social" expiró el 30 de octubre. Las demandas del GDL son: 555 euros más de salario al mes, un bono de compensación por inflación de 3.000 euros y una reducción de la jornada laboral para los trabajadores por turnos de 38 a 35 horas con compensación salarial completa. El DB considera que estas exigencias son “incumplibles”, especialmente “junto con el flagrante anuncio de huelga”. Su contraoferta consiste en un 11% más de salario y una bonificación por inflación durante 32 meses, pero sólo 2.850 euros, es decir, 150 euros menos de lo solicitado.

El sitio web del GDL afirma: "¡Si él [la patronal] mantiene su postura de bloqueo, tendrá que seguir preparándose para una huelga!" El GDL rechazó la oferta del DB el martes y anunció huelgas de advertencia . Está previsto que la huelga comience mañana. Durará desde el miércoles por la noche a las 22 horas hasta el jueves a las 18 horas.

Trabajadores siderúrgicos comienzan ronda de negociaciones colectivas, con reivindicaciones de gran alcance

El lunes 13 de noviembre también comenzó la ronda de negociación colectiva siderúrgica de IG Metall (IGM). En septiembre, los comités de negociación colectiva del acero publicaron las tres demandas centrales de la ronda de negociación colectiva de este año: un 8,5% más de salario, una reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales con compensación salarial completa y convenios colectivos también para los empleados que trabajan en forma parcial.

Estas demandas se basan en debates que los trabajadores hicieron en las empresas y reuniones de miembros de IGM, así como en una encuesta realizada a 11.000 empleados. En la encuesta, el 72% afirmó que consideraba importante un aumento salarial para estabilizar las finanzas del hogar. Dirk Schulze, director de distrito de IG Metall para Berlín-Brandeburgo-Sajonia, afirma al respecto: “Exigen un aumento permanente de sus ingresos. Un pago único no puede compensar la inflación a largo plazo”.

Según el director general de la patronal Stahl Erdmann, estas demandas no pueden financiarse. Al reducir las horas de trabajo en combinación con la compensación inflacionaria, los trabajadores recibirían casi un 18% más de salario. Erdmann teme que las empresas siderúrgicas se vean obligadas a poner ese porcentaje y usa el argumento de que la fuerza competitiva de Alemania se vería abrumada.

El "período de paz", expira el 30 de noviembre. La sede del IGM ya indica planes de huelga para el día siguiente. Los compañeros de la industria siderúrgica podrían dar un importante ejemplo a toda la clase trabajadora con su exigencia de reducir la jornada laboral.

Huelga en el sector público de los estados federados

Luego de que la segunda ronda de negociaciones en el convenio colectivo de los estados federados de Alemania (TV-L por su abreviación en alemán. N. de T.) terminara sin resultados, se produjeron varias huelgas de advertencia en el sector público de los estados a partir del 3 de noviembre. Las huelgas se prolongarán hasta la tercera ronda de negociaciones el 7 de diciembre. Por ejemplo, el próximo jueves alrededor de una cuarta parte de las guarderías de Berlín estarán en huelga. Luego, los empleados del Arbeiterwohlfahrt (AWO) (Asociación de bienestar social, la más grande del país, con casi 210.000 trabajadores) y de las guarderías estatales son convocados a la huelga al mismo tiempo.

Pero probablemente también habrá huelgas en las próximas semanas en escuelas y universidades o entre enfermeras que trabajan bajo el TV-L. Según TV-L, en todo el país son 1,2 millones de empleados. El sindicato ver.di exige para ellos un aumento salarial del 10,5%, pero al menos 500 euros más al mes. El plazo deberá ser de doce meses. Su socio negociador, la Asociación de Negociación Colectiva de los Estados Alemanes, ha rechazado hasta ahora las demandas por considerarlas “infinanciables”.

Además, los estudiantes que son empleados de las universidades participarán en los conflictos laborales con la campaña por un convenio colectivo para estudiantes empleados (sindicato TVStud). En Berlín, donde ya existe un TVStud vinculado a los estados federados, el objetivo es lograr el mejor resultado posible para los empleados de TVStud. En todos los demás países también se trata de establecer un convenio colectivo correspondiente. TVStud será el foco del día universitario nacional el 20 de noviembre.

Trabajadores de comercio van a la huelga

Desde el 10 de noviembre, sectores del comercio minorista en Berlín y Brandeburgo están de nuevo en huelga. Esto sigue a las negociaciones colectivas en varios estados federados durante los últimos meses. Las huelgas actuales son una reacción a la cancelación a nivel nacional de todas las negociaciones colectivas por parte de los empleadores, que en cambio exigen una discusión al más alto nivel con ver.di a nivel federal. Sin embargo, como las negociaciones se llevan a cabo en los estados federados, las conversaciones de alto nivel no pueden dar lugar a un nuevo convenio colectivo. Se trata entonces de un "intento de retrasar aún más el convenio colectivo", según el sindicato ver.Di.

En Baden-Württemberg (uno de los 16 estados federados de Alemania. N. de T.), los empresarios ofrecieron recientemente un aumento salarial del 6% después de tres meses y otro 4% hasta 2024. Estas ofertas se mantienen muy por de bajo de la inflación e implicarían una pérdida significativa de salarios reales para los empleados. En cambio, el sindicato ver.Di pide un aumento salarial de 2,50 euros por hora y un salario mínimo por hora de 13,50 euros. Al no estar dispuestos a negociar, los empresarios también provocan huelgas durante la temporada navideña, explicó también el sindicato.

¿Qué política para que todos esos reclamos triunfen?

Las huelgas pasadas y futuras muestran una cosa: una vez más, la atención se centra principalmente en las demandas económicas en forma de aumentos salariales y compensación de la inflación. Tanto la demanda de 555 euros de los maquinistas de locomotoras (GDL) como el 8,5% más de salario (IGM) son demasiado bajas para apoyar materialmente a los trabajadores en tiempos de inflación, crisis y guerras. Incluso los pagos únicos, como los bonos de compensación por inflación como los del GDL, no son una ayuda a largo plazo para los trabajadores, ya que pierden valor rápidamente en tiempos de inflación. Más bien, son una salida barata para los patrones. En cambio, necesitamos salarios que se ajusten automáticamente a la inflación para que los trabajadores estén protegidos incluso en tiempos de crisis.

Además, los huelguistas del puerto de Hamburgo, por ejemplo, luchan contra una escisión en una empresa no estatal (MSC) y por la desprivatización del puerto, haciendo que la ciudad de Hamburgo compre el resto del capital flotante. Por supuesto, esto también tiene que ver con las pérdidas salariales que sufrirían los trabajadores como resultado de la subcontratación y los beneficios que MSC podría obtener de ella, pero la lucha contra la privatización es también una lucha inherentemente política. Una lucha que se pronuncia a favor de la nacionalización y, por tanto, acusa directamente al Estado.

Los trabajadores portuarios, ferroviarios y siderúrgicos demuestran repetidamente una cosa en sus huelgas: son ellos quienes ocupan posiciones estratégicamente más ventajosas que los demás trabajadores. Ellos son los que pueden paralizar a todo un país si dejan de trabajar. Pero ésta no es razón para enfrentar a los trabajadores entre sí. Al contrario, es exactamente por eso que también pueden defender a otros empleados en sectores donde las huelgas no atacan directamente las ganancias de los patrones, sino que afectan a la población, como en la educación.

Las posiciones antirracistas también deben incluirse en las discusiones de negociación colectiva. Porque mientras los llamados empleadores, especialmente en el sector público de los estados federados, afirman que no hay dinero para satisfacer las demandas sindicales, también se afirma que el gobierno federal y los gobiernos estatales no tienen fondos para apoyar a más refugiados. Es evidente que se está enfrentando a los refugiados contra los huelguistas. Por eso es importante adoptar una posición ofensiva en las huelgas contra los recortes de las prestaciones para los refugiados y el mayor endurecimiento de la ley de asilo.

Por último, los sindicatos y sus trabajadores deben adoptar una postura frente a la emergencia humanitaria y el genocidio en Gaza, impulsando movilizaciones, para unirse a las marchas en todo el mundo en apoyo al pueblo palestino.

En Bélgica, por ejemplo, los sindicatos de la aviación (ACV Puls, BTB, BBTK y ACV-Transcom) han pedido que no se fabrique ningún avión con el que luego se envíen armas a Israel. Otro modelo a seguir son los trabajadores portuarios de la ciudad italiana de Génova. La semana pasada se negaron a cargar cargamentos de armas con destino a Israel. En ambos casos, en última instancia, no se trata sólo de bloqueos de bienes logísticamente importantes, sino también de una contribución activa para preservar las vidas de civiles, ancianos, mujeres y niños en Gaza.

Así que luchemos enérgicamente en las próximas huelgas por nuestros salarios, pero también por una vida mejor y una sociedad mejor. ¡Nos solidarizamos con todos los huelguistas!