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Red Internacional
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DÍAS POR ENFERMEDAD FAMILIAR. “¿Otra vez se te enfermó tu hijo?”

La Ley de Contrato de Trabajo no cubre días por enfermedad de un familiar. Ante la diversidad de convenios y las arbitrariedades patronales, las perjudicadas siempre son las familias trabajadoras.

Lunes 1ro de agosto de 2016 11:30

En la actualidad, la ley de Contrato de Trabajo (LCT) no contempla las ausencias por enfermedad de un familiar, un reclamo que es muy frecuente por parte de las y los trabajadores, sobre para aquellos y aquellas que tienen hijos.

En el año 2014 se trató en la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado de la Nación, un proyecto de ley que proponía la incorporación al artículo 158 de la LCT, de un inciso que otorgaba una licencia especial de diez días por año calendario por enfermedad de un cónyuge, hijo/a o padre o madre a cargo. El artículo 158 hace mención al régimen de licencias especiales, las cuales deben ser pagas. Dicho proyecto fue aprobado y pasó a la Cámara de Diputados, donde nunca más tuvo tratamiento hasta el día de hoy.

Existen convenios que contemplan días de licencia paga por enfermedad familiar, como es el de las trabajadoras y trabajadores telefónicos, que cuentan con seis días (continuos o discontinuos), que pueden extenderse a 25 días en situaciones de “extrema gravedad”. Seis días, nada más, no importa cuántos hijos ni cuál sea la enfermedad. Y quedando a pura voluntad de la empresa la decisión de extender o no la cantidad de días. No es difícil adivinar que la mayoría de las veces, la respuesta es negativa y no se otorga la extensión.

Mónica trabaja en Telefónica, tiene dos hijos y una tercera en camino. “No todas las enfermedades son iguales”, afirma. Y además agrega: “Somos mamás laburantes. Muchas de nosotras nos volvemos locas cada vez que tenemos que volver a trabajar, como será mi caso cuando nazca mi tercera hija, que estoy pensando en jardín maternal. Si se me enferma con una simple gripe, ya puede contagiar y muchas veces te lleva tres o cuatro días de recuperación. Te sobran dos y tenés que andar rogando que los otros nenes no se te enfermen, porque los días te van a descuento”.
Pero, como es lógico, los niños en edad escolar, sobre todo, suelen enfermarse muy seguido, por lo cual las mamás que tienen más de un hijo, agotan sus días por enfermedad familiar rápidamente (si es que disponen de ellos en su convenio). Incluso algunas recurren a sus propias vacaciones para quedarse cuidando a sus hijos enfermos, para que no les descuentes los días. Así y todo, es común que los trabajadores sean “castigados” por ausentarse, incluso cuando tienen certificados médicos por enfermedad de sus hijos/as y no perciben su salario por los días que faltan.

Así lo relata Mónica: “…o cuando lo tenés que llamar a tu jefe dos veces en el mes porque el pibe se te enfermó con fiebre de 39 grados. Me ha pasado que mi jefe me dijo ‘¿Otra vez se te enfermó tu hijo?’, y después me sacaron las horas extra”.
Sandra trabaja en Telecom y tiene dos hijos. Su relato es similar: “Yo en mi caso tengo dos hijos y mi marido. Y entre ellos tengo que adecuar esos seis días. Y si siguen enfermos o se presenta alguna urgencia, tengo que ver entre los familiares, entre los padres de los amigos de mis hijos, la posibilidad de tenerlos un rato, o si no me ausento igual.”

Sandra relata, además, que una vez tuvo a sus dos nenes enfermos con varicela pero no obtuvo la extensión de días ya que no es considerada como una enfermedad grave: “Yo pensé que por enfermedades eruptivas podía pedir la excedencia, porque es lógico. Una semana tenían que faltar al colegio porque si no contagiaban al resto. Pero no, resulta que las eruptivas no son un justificativo para que te den excedencia.”

Para obtener más precisión, consultamos con la Dra. Claudia Botana, médica pediatra del Hospital Garrahan, sobre las enfermedades más frecuentes en niños en edad escolar. Nos explicó que pueden ser enfermedades virales, como moco, catarro, resfrío, que son infecto-contagiosas y requieren de 48 a 72 horas de reposo.

Además, en los más chiquitos, aparece frecuentemente la varicela, que requiere entre 7 y 10 días de reposo y aislamiento de contacto, para evitar el contagio. Y en los más grandes, las anginas por estreptococo, para la cual se sugieren 48 horas de reposo.

Como vemos, las enfermedades más frecuentes necesitan, al menos, dos días de reposo para su recuperación y para no contagiar a otros. Pero más frecuentes que estas enfermedades, son las negativas de las patronales a otorgar las licencias, amparándose en el vacío legal que existe actualmente.

Otro ejemplo son los empleados de Comercio, que cuentan con 30 días por enfermedad familiar, pero no pagos. Es decir que, a pesar de no perder el presentismo cuando el día está debidamente justificado con un certificado médico, los días son descontados.

Carolina tiene tres hijos y trabaja en un call center, bajo el convenio de Comercio.

Ella cuenta que “además, te buscan el pelo al huevo para pasártelo como injustificado y terminás perdiendo los días y el presentismo. Terminás perdiendo un montón de plata. Y depende de lo que trabajes, a veces significa una cuarta parte de tu sueldo. Siempre hay gente que cobra la mitad del sueldo”.

Lo cierto es que las enfermedades familiares no deberían tomarse como una excepción o como licencias especiales. Ni siquiera deberían limitarse a un número de días al año, ya que nadie puede limitar voluntariamente la cantidad de días que se enferma un niño. Resulta totalmente injusto que un trabajador no cobre su salario porque su hijo está enfermo.

Las licencias por enfermedades familiares y, principalmente, de los hijos, no deberían considerarse siquiera como licencias especiales, ya que forman parte de la cotidianeidad de cualquier trabajadora y de cualquier trabajador. No son especiales, de hecho son de lo más común y, como señala Mónica, las más perjudicadas son principalmente las mujeres, sobre quienes recaen cotidianamente las tareas del hogar y del cuidado.

Un derecho más que las trabajadoras y los trabajadores debemos reclamar y que solo será conseguido mediante la organización y la lucha, ya que bien sabemos que en el ranking de las empresas, por encima de todo, están sus ganancias. Y muy por debajo la salud de las familias obreras.