Las pasadas elecciones del 6 de junio se vieron atravesadas por la escandalosa campaña en redes sociales que protagonizaron una centena de influencers y celebridades, quienes llamaron a votar por el Partido Verde en plena veda electoral. Hubo quienes promocionaron al partido incluso el día de las elecciones.
Miércoles 21 de julio de 2021
El pasado 6 de junio, los internautas denunciaron la nada discreta campaña electoral que levantó el PVEM en redes sociales a través de influencers y celebridades. A horas y durante la jornada electoral, una centena de cuentas subieron videos en los que llamaban a votar por este partido.
El área especializada en la fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pagó cerca de 1 millón de dólares (poco más de 20 millones de pesos) a los famosos que llamaron a votar por dicho partido en plena veda electoral.
La propia Comisión de Fiscalización propone una multa de 40 millones de pesos para el partido, además de 1 año de sanción para que no pueda hacer uso de tiempos en radio y televisión.
No es el primer escándalo de este tipo, ya en 2009 el partido tuvo otro escándalo por la compra ilegal de espacios de televisión; en 2015 se le señaló por el pago a celebridades para hablar en favor de éste en plena veda electoral y el uso de twitter por parte de famosos en el mismo periodo de prohibición.
Al Verde le ha funcionado este actuar. Ha llevado adelante una práctica de violación a la legalidad, espera de la multa, negociación de la multa y pago. Pareciera que el costo de las posibles multas viene incluido en sus planes de egresos cada proceso electoral.
La realidad de este partido contrasta de manera grosera con las mil y un trabas que enfrentan las y los trabajadores cuando quieren participar en procesos electorales de manera independiente, como lo mostró el caso de la trabajadora estatal Flora Aco, quien junto a otros independientes vieron negado el registro para su participación en este proceso.
El INE exigió en medio de la segunda ola de la pandemia en México una enorme cifra de firmas ciudadanas, arriesgando así la vida de aspirantes y colaboradores. Mientras los grandes partidos costean gastos y multas por igual con una mano en la cintura, las trabajadoras y trabajadores ponemos hasta la vida en juego para poder hacer llegar nuestras ideas a otros trabajadores, jóvenes y mujeres.