Mauricio Macri visitó ayer la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde dio un discurso que buscó entusiasmar con la épica del recorte de gastos del Estado.
Viernes 20 de julio de 2018
El presidente Mauricio Macri visitó la Bolsa de Comercio este jueves en el 164 aniversario de la institución. Macri fue recibido por el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, con quién intercambió distintas posturas respecto a la coyuntura económica. En ese sentido, hizo hincapié en las dificultades que Argentina "arrastra hace años y que todavía no hemos podido solucionar".
El jefe de Estado aprovechó la oportunidad para continuar desplegando la nueva versión del "relato M": la épica del ajuste "liberador".
"Ajustar el Estado significa liberar al resto de la Argentina para que pueda desarrollarse", afirmó.
A esto, agregó, sin sonrojarse, que el país debe "reducir la dependencia del crédito externo para sostener el Estado". Desde que asumió Macri, la deuda externa aumentó nada menos que USD 70 mil millones, lo que significa que casi se duplicó. Estos datos, que son a marzo de 2018, no incluyen el empréstito del FMI.
Te puede interesar: ¿A dónde nos lleva el endeudamiento serial del gobierno de Macri?
En cuanto a la presión fiscal, Macri señaló que "hoy prácticamente ningún gobernador discute que tenemos que ir a una reducción del déficit fiscal". Estas declaraciones se dan cuando el gobierno negocia duramente con los mandatarios provinciales por la formulación del Presupuesto 2019, que implica recortes del gasto de $ 300 mil millones que deben repartirse entre Nación y provincias.
El presidente también sostuvo que "estamos todos entendiendo que sin una educación pública de calidad no hay futuro, nuestros jóvenes no van a poder ser parte de los proyectos", e inmediatamente apuntó contra los gremios, en línea con lo que viene haciendo la gobernadora Vidal en la Provincia de Buenos Aires: "Debemos convencer a los gremios que tienen que sumarse en vez de ser un obstáculo".
Finalmente, volvió a insistir con el discurso de la tormenta, al tiempo que afirmó que el FMI "no es el cuco" sino que "quiere ayudar a hacer algo que es bueno" para el país.
"El acuerdo que conseguimos fue una demostración de que los líderes mundiales confían en el rumbo que tomó la Argentina. Fuimos al Fondo porque la duda del mercado requirió que tuviéramos a alguien que nos apoyara. Esto de quererse enojar con el Fondo cuando nos quieren ayudar a hacer algo que es bueno para nosotros... ¿Cómo va a ser malo para nosotros lograr tener un equilibrio que nos permita no estar dependiendo de los buenos vientos del mundo?", manifestó.
A falta de mejores promesas para el segundo semestre, Macri se contenta con anunciar que el ajuste nos hará libres.
