Los docentes de escuelas privadas podemos sumarnos a nuestros compañeros de públicas para organizarnos por derechos laborales.
Miércoles 10 de abril
Después de 3 años de mutismo, AMLO se reunió con la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE para entablar otra mesa de diálogo, pues las anteriores 18 no resultaron de manera positiva para los docentes. A la salida de esta reunión, la Coordinadora reiteró el llamado al paro nacional magisterial convocado para el 15 de abril, con una marcha a las 9:00 am del Ángel de la independencia al Zócalo.
Este paro se suma a las acciones del año pasado y principios de éste, como los paros en la CDMX, ante la negativa de las autoridades para dar respuesta a las demandas del magisterio, principalmente la exigencia de aumento salarial, pues los 16 mil pesos prometidos por el presidente no son una realidad para la mayoría de los maestros.
Desde hace años, el magisterio de escuelas públicas ha sido de los sectores más combativos de los trabajadores, como lo mostró la resistencia del 2016. Sin embargo, hay otro sector educativo que también padece la precarización, los docentes de escuelas privadas.
La educación de paga
Las y los maestros de escuelas privadas somos empleados en condiciones de profunda precarización laboral. En la mayoría de los casos no contamos con una contratación estable, pueden despedirnos en cualquier momento o cambiar nuestra cantidad de horas sin ningún tipo de aviso, lo que impacta directamente en nuestro salario, que si bien puede ser similar en monto al de nuestros compañeros del sector público, la carga de trabajo es mayor; en algunos casos tenemos el doble de horas por la misma cantidad de dinero.
Estamos sometidos también a las políticas internas de nuestras escuelas que ven a la educación como un negocio y solamente se interesan por generar ganancias. En muchos casos nos vemos obligados a seguir políticas reaccionarias, como la prohibición del lenguaje inclusivo o la negativa a hablar sobre el derecho al aborto, a pesar de ser temas de profundo interés por parte de nuestros alumnos. O la negativa de implementar los planes de estudio gubernamentales, pues los dueños de las escuelas suelen pertenecer al sector de derecha de la política mexicana.
Todo esto en el marco de la persecución, pues de mostrar descontento u oponernos podemos ser despedidos sin ningún tipo de responsabilidad para la empresa, ya que no contamos con ningún sindicato. Además, en muchos casos nos contratan bajo la modalidad de outsourcing.
¿Qué relación tenemos los maestros de privadas y públicas?
No es fortuito que el magisterio sea tan combativo, somos nosotros los que sabemos las condiciones de nuestros alumnos y sus necesidades y también tenemos el potencial de unirnos con los padres de familia para exigir mejores condiciones de vida para los estudiantes, y es precisamente por esta razón que las autoridades se esfuerzan por mantenernos divididos.
Hasta 2023 se tenía registro de 465 000 docentes de escuelas privadas. Si cumplimos el mismo trabajo que nuestros compañeros de la SEP, ¿no deberíamos estar afiliados también al SNTE? Y de esta forma sumar una mayor cantidad de fuerza para exigir la reivindicación del magisterio. Esto, por supuesto, con una política de organización democrática desde las bases y de lucha contra el charrismo sindical.
Con las condiciones de precarización del sector privado, las autoridades educativas del Estado tienen margen para poder avanzar contra los derechos de nuestros compañeros de la SEP, como lo expresan los interinatos, la falta de plazas, los exámenes para poder ganar más dinero, etcétera.
La unidad entre los dos sectores de docentes puede plantearse la necesidad de luchar contra la precarización laboral. Por ello es importante sumarnos al llamando que hace la CNTE al paro de labores y a la movilización (Ángel de la Independencia-Zócalo, 9:00 hrs) el 15 de abril. Si bien es cierto que nosotros no podemos faltar sin descuento o inclusive sanciones más severas, pueden asistir los maestros que laboran por la tarde y si es imposible ir, mostrar nuestra solidaridad y apoyo. Debemos poner por delante la reivindicación de estos métodos de lucha.
La CNTE debería contemplar también a este sector de trabajadores que tenemos condiciones tan degradadas, completamente abandonadas en las manos de empresarios que no tienen el mínimo interés por nuestros alumnos ni su aprendizaje. Unificándonos podemos conseguir una organización permanente que logre una verdadera reivindicación del magisterio.